Navidad, época de ilusiones, deseos y regalos

Llega la Navidad y es época de ilusiones, deseos y regalos. Y para los cazadores no hay mejor regalo que poder seguir disfrutando libremente de nuestra pasión. Porque la caza es fascinante y atractiva y aquellos que la practicamos de forma pasional somos muy afortunados porque podemos sentir su embrujo diariamente. El embrujo de salir al campo y respirar la embriagadora fragancia de la naturaleza; de inhalar libremente una amalgama de olores que te calan hasta lo más profundo de tu ser; de sentir el frío; de sentir el calor; de explorar nuevos lugares y perseguir nuestros sueños cinegéticos olvidándote de la tediosa rutina y abstrayéndote del mundanal ruido por unas horas.

Cada jornada es un nuevo regalo que la naturaleza nos ofrece; una aventura deslumbrante y, sobre todo, diferente e impredecible. Porque da igual lo que hayas elucubrado quiméricamente en la rutinaria vigilia nocturna; nada será igual, ni siquiera se asemejará lo más mínimo a lo imaginado y eso es lo verdaderamente extraordinario y adictivo de esta locura, que nada se puede predecir, que todo es imprevisible y la incertidumbre lo inunda todo. Es precisamente de esa incertidumbre preñada de inquietud e ilusión de donde nace la pasión que embauca al cazador.

Feliz Navidad y un próspero año nuevo lleno de lances.