El Coria, la otra terapia de María
De la quimio al fútbol ·
Padece un cáncer de mama que no le frena para ser fiel a sus colores celestes, usados como herramienta evasiva del dolor y la incertidumbremarco a. rodríguez
Badajoz
Lunes, 31 de enero 2022, 21:52
A María últimamente el Coria le hace llorar de alegría, y el Barça, de pena. Como ella se describe, es muy sentimental y de lágrima fácil. Y más ahora que está atravesando un complicado proceso tras la aparición en su vida del cáncer. Desde noviembre juega el partido más importante de toda su existencia contra un adversario al que desea derrotar a base de coraje y fuerza. Como buena futbolera, utiliza su pasión por el balompie y su club natal, el CD Coria, como acicate en una pelea cuyo mayor riesgo, como apunta, es la incertidumbre. Una batalla en la que no está sola y al apoyo de su entorno más cercano, su familia, ha sumado el de la entidad celeste y su hinchada.
Como otro domingo cualquiera, María Vidal acudió para disfrutar de la victoria ante el San Roque de Lepe del inquilino de La Isla, un Coria que está cuajando una temporada para enmarcar que le ha aupado, por segunda vez, al segundo puesto del grupo IV de Segunda RFEF. En el descanso del choque, la grada de animación 'UltraBar' despliega una pancarta en su honor y arranca el aplauso del feudo cauriense al grito de «¡campeona, campeona!». Inesperado espaldarazo para María, que utiliza el fútbol como herramienta evasiva que la ayuda a despejar cuerpo y mente. «Ella no lo sabía, lo organizó la peña, que lo comunicó al club y solo lo sabían sus familiares, así que fue una sorpresa agradable para ella. Fue un momento muy emotivo», comenta Ricardo López, responsable de comunicación del Coria y primo de María.
«No sabía nada, la verdad, si además yo soy muy inocente y hasta que no me ponen las cosas en la cara no me doy cuenta. Noté que mi hermana se reía mucho y se me quedaba mirando en el descanso y me decía: '¡que te están aplaudiendo!'. Vi una pancarta con mi cara, bajé a agradecerles lo que habían hecho y me emocioné porque son cosas que te remueven por dentro», recuerda a mediodía del lunes sobre lo ocurrido el domingo.
María extiende ese agradecimiento al resto de pacientes de esta cruda enfermedad y al batallón de mujeres que luchan contra el cáncer de mama. «Me alegro porque se le da visibilidad a los enfermos de cáncer. Es lo que más me interesa. Yo estoy muy protegida por los míos pero sé que hay personas que lo están pasando peor y que lo sufren en silencio o que no se atreven a contarlo más allá de su familia. Yo lo llevo de forma muy natural e incluso hice un 'Tik-Tok' en mi segunda quimio por si puedo ayudar para que la gente no lo viva como un tabú».
«Yo estoy muy arropada por lo míos, pero sé que hay gente que lo está pasando muy mal y lo sufre en silencio»
Maria vidal
Aficionada del Coria
Nacida en Coria en 1993 y residente en la pedanía Rincón del Obispo, es una ferviente seguidora del cuadro celeste desde hace dos años, concretamente cuando regresó de su periplo de trabajo en Madrid. Su futbolista favorito del Coria es Deco, de quien conserva su camiseta como oro en paño. «La quimio no me frena para ir a verlos, siempre y cuando el cuerpo me deje iré», asegura la cauriense, que espera presentarse en Córdoba este fin de semana en el atractivo duelo ante el intratable líder. «Hoy –el lunes– estoy un poco cansada. Recibí la tercera sesión el viernes y no he parado quieta durante todo el fin de semana, pero estoy bien. Es duro y tiene momentos complicados, como la pérdida del pelo, etc. Aunque yo ya voy enseñando mi calva a quien quiera verla».
Un escape
Una de cal y otra de arena. Añade que las alegrías que le regala el Coria compensan las penas que le causa el Barcelona, el otro equipo que ocupa su corazón. «El Coria me hace llorar de alegría y el Barça de pena, jaja», resume María Vidal, a quien el fútbol le sirve de escape para despejar la mente. «Es una gran distracción. Dejo en blanco la mente esos 90 minutos y no pienso en cosas negativas o en la gran incertidumbre que conlleva esto del cáncer, que es lo peor. La quimio es muy dura y te deja en la cama destrozada, pero tenía la ilusión de ir a La Isla porque hacía mucho que no jugaba en casa». Un apoyo que se une al psicológico que recibe en la Asociación Oncológica de Coria, a la profesional atención que encuentra en el Hospital de Cáceres y al respaldo laboral mostrado por su empresa Cambio Energético, patrocinador del Coria, donde le han dado todo tipo de facilidades. Es graduada en Economía por la UEx y master en Finanzas y allí trabaja en la administración.
«Lo primero que le pregunté al médico es si podría ser madre, porque siempre ha sido la ilusión de mi vida»
Maria Vidal
Aficionada del Coria
Lo que en principio iba a ser una operación sencilla para estirpar un bulto benigno derivó en la detección de un carcinoma en el pecho. Una noticia así no es fácil de digerir. Según narra con la voz entrecortada, lo primero que preguntó al médico una vez conocido el diagnóstico es si podía «ser madre, porque es la ilusión de mi vida». Por ese motivo inició en un proceso de congelación de óvulos. Define la quimioterapia como una «montaña rusa de sentimientos», porque la primera sesión fue muy dura, la segunda la llevó mejor y la tercera está a la expectativa respecto a sus efectos secundarios. Y si aparecen, tiene el fútbol para olvidar.
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