Coria-Cáceres cumple un año buscando obispo
En la Diócesis y los círculos cofrades se espera que el Vaticano elija al sucesor de Francisco Cerro «en cualquier momento»
«Después de Navidad, en cualquier momento puede llegar la noticia». En la Diócesis de Coria-Cáceres y en los círculos cofrades creen que el ... nombre del sucesor de Francisco Cerro está al caer. El pasado día 27 de diciembre se cumplió un año desde que Cerro, prelado de Coria-Cáceres desde 2007, fue designado arzobispo de Toledo.
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Desde entonces, y aunque la única palabra en este caso la tiene el Vaticano, la búsqueda de un sustituto para ocupar el puesto vacante no ha cesado. Varios han sido los nombres barajados hasta la fecha, aunque se trata solo de hipótesis lanzadas desde portales especializados o manejadas por personas del entorno de la iglesia cacereña.
«No hay novedades», se limita a decir la Diócesis de Coria-Cáceres a través de su gabinete de comunicación. De momento, en las quinielas han aparecido dos candidatos. Por un lado, está Teodoro León Muñoz (Puertollano, 1964). Fue ordenado sacerdote en Sevilla en 1991, es doctor en Derecho Canónico y vicario general de la Archidiócesis de Sevilla. Su posible desembarco en Cáceres fue apuntado por el portal 'Infovaticana' a finales de octubre. Desde entonces, nada nuevo se ha sabido.
El segundo nombre que estos días suena para ocupar el Palacio Episcopal de la Plaza de Santa María es Jacinto Núñez Regodón, otro vicario general. En este caso, de la Diócesis de Plasencia. Se trata de un religioso con un perfil intelectual muy marcado. Natural de Santa Ana (Cáceres), es sacerdote de la Diócesis de Plasencia desde 1980 y catedrático de Biblia en la Universidad Pontificia de Salamanca, de la que ha sido vicerrector.
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En la Diócesis de Coria-Cáceres se cree que ahora es el momento. Y se espera el nombramiento por parte de Roma de manera inminente. Estar doce meses sin obispo no es un hecho excepcional, recuerdan fuentes del Obispado. Yo ocurrió hace unos años. Jesús Domínguez falleció en octubre de 1990 y su sucesor en el cargo, Ciriaco Benavente, no se hizo cargo de la Diócesis hasta marzo de 1992. Los plazos fueron inferiores, sin embargo, cuando Ciriaco Benavente se marchó a Albacete y cogió el testigo Francisco Cerro. En esta ocasión, el puesto se cubrió en apenas nueve meses.
Puestos a buscar explicaciones a la dilatada espera para conocer quién será el nuevo obispo de Coria-Cáceres, hay que tener en cuenta la figura del nuncio, que tiene la misión de proponer al Papa la terna de candidatos para el nombramiento de los obispos de las diócesis que estén vacantes. El nuncio actual, Bernardino Auza, fue designado embajador de la Santa Sede en España en septiembre de 2019, apenas tres meses antes del nombramiento de Francisco Cerro como arzobispo de Toledo.
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Otras diócesis a la espera
Su llegada ha coincidido con un momento en el que hay que mover bastantes piezas, ya que son muchas las diócesis en las que tiene que haber relevo debido a que sus titulares presentan su renuncia al cumplir los 75 años de edad o bien por enfermedad. Por tanto, Coria-Cáceres no es una excepción. Hay más diócesis a las que buscar titular. Aesta situación, según comentan fuentes eclesiástica, se ha sumado la excepcionalidad de la pandemia, «que lo ha paralizado todo». Ciudad Rodrigo e Ibiza, por ejemplo, se encuentran en una situación similar a la de Coria-Cáceres.
El sustituto de Francisco Cerro, que tomó posesión el 29 de febrero como arzobispo de Toledo, tendrá que reunir una serie de requisitos: debe tener 35 años o más, llevar ordenado presbítero hace al menos cinco años y ser doctor o licenciado en Sagrada Escritura, Teología o Derecho Canónico por un instituto de estudios superiores aprobado por la Sede Apostólica, o si no dispone de la titulación debe al menos tratarse de alguien «verdaderamente experto» en estas disciplinas, según establece el Código de Derecho Canónico.
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Mientras llegan noticias de Roma, el máximo responsable de la Diócesis es Diego Zambrano en calidad de administrador. Gestiona el día a día, pero no puede ordenar nuevos sacerdotes ni introducir cambios relevantes. El pasado día 27, cuando se cumplía un año de la designación de Cerro Chaves, publicó una carta titulada 'En espera de un Pastor en tiempo de pandemia'. En su escrito, con sabor a despedida, Zambrano agradece la comprensión de los fieles durante los últimos meses y recuerda que el nuevo obispo «hará el número 119 de los sucesores de los apóstoles» en la Diócesis.
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