Las cintas brillantes, nuevo método de lucha de los vecinos del Casco Antiguo de Badajoz contra una plaga
La abundancia de edificios vacíos en el centro aumenta la presencia de palomas en la zona monumental
Muchos pacenses se sorprenden estos días al caminar por el Casco Antiguo y ver múltiples cintas brillantes colgando de las ventanas y los balcones ... del barrio. No, no es una excéntrica iniciativa para la Noche en blanco. Es uno de los métodos que están usando los vecinos para tratar de poner freno a la plaga de palomas.
Publicidad
La presencia de palomas se ha intensificado, en general, en toda la ciudad. De hecho el propio Ayuntamiento de Badajoz ha llevado a cabo distintas campañas para controlar la plaga. Sin embargo los vecinos del centro denuncia que la situación es más grave en la zona histórica por la abundancia de edificios vacíos que se han convertido en la práctica en palomares.
Según los expertos la principal causa de la sobrepoblación de palomas es en muchos casos la proliferación de edificios vacíos. También el hecho de que hay personas que con buena intención las alimentan, por lo que les resulta más fácil adaptarse. Más allá del daño al patrimonio, suponen también un riesgo para especies vulnerables como el cernícalo primilla.
«Desde la azotea vemos como salen a decenas por el agujero que tiene el tejado. Es un palomar y vivimos a dos casas, así que tenemos el balcón lleno de excrementos, y con el calor huele muchísimo». Lo explica Felipe Rosas, vecino de la calle Arias Montano. Él es uno de los residentes del Casco Antiguo que ha colocado cintas brillantes en sus ventanas para alejar a las palomas. Lo hizo después de la recomendación de otro vecino. «Ya había probado poner un búho de plástico, pero creo que se acostumbraron a verlo».
Publicidad
Las cintas brillantes, algunas plateadas, otras doradas y en otros casos con franjas de colores, provocan un doble efecto. Los destellos las asustan y el ruido que producen las cintas al moverse con el viento les recuerdan al aleteo de un depredador, por lo que sienten que es una zona peligrosa.
Los vecinos que han usado las cintas aseguran que funcionan. «Solo llevamos un par de semanas y sí parece que se posan menos, pero el miedo es que se acostumbren», explica Mari Carmen Durán, otra vecina que ha instalado cintas brillantes, en su caso en su balcón. «Es que estaba asqueroso, ni limpiándolo dos veces al día y da un olor horrible», se lamenta esta vecina mientras señala varias farolas del Casco Antiguo cubiertas de excrementos. «Así tenía yo la ventana».
Publicidad
Además de las cintas, muchos residentes detallan que han utilizado otros métodos como pinchos de plástico que no hacen daño a los animales pero dificultan que se posen, sistemas electrónicos de sonido o métodos más caseros como colgar objetos brillantes, cedés por ejemplo.
A pesar de la lucha que llevan a cabo como vecinos, los residentes piden que se intensifiquen las medidas municipales contra la sobrepoblación de estas aves.
Medidas municipales
En septiembre del año pasado el Ayuntamiento de Badajoz anunció nuevas medidas en la lucha contra la invasión de palomas. Iniciaron una campaña especial para controlar la plaga de estas aves en la ciudad. En concreto, instalan jaulas en diferentes zonas para capturarlas y limitar la población.
Publicidad
Este método de jaulas, que se lleva a cabo especialmente cuando las temperaturas son más bajas, sirve para capturar unos 40 ejemplares a la semana.
«Sea con jaulas o con los métodos que consideren, aunque sin hacer daño a los animales, necesitamos que hagan algo. Ayudaría que las casas vacías del Casco Antiguo estuviesen selladas o aún mejor, rehabilitadas. Con todos esos palomares siempre vamos a tener problemas», se queja José Miguel Ramírez, otro de los vecinos que ha colocado cintas brillantes en el centro.
El problema no solo se da en Badajoz. Muchos ayuntamientos de Extremadura han tenido que tomar medidas contra el exceso de palomas domésticas o bravías (columba livia es su nombre científico). En Cáceres, por ejemplo, los hosteleros pidieron auxilio porque la suciedad que provocan molesta a los clientes.
Publicidad
Un verano complejo para controlar a las cucarachas
Al preguntar a los vecinos del Casco Antiguo por la plaga de palomas, muchos destacan que no es la única con la que han luchado en los últimos meses. Este verano afirman que ha habido muchas cucarachas en el barrio, especialmente en las semanas más calurosas.
«La ola de calor fue horrible, se metían en las casas», se lamenta Felipe Rosas, uno de los residentes de la zona.
A principios del mes de junio el Consistorio pacense comenzó la campaña de fumigación contra ratas y cucarachas. Se realiza durante todo el año pero hay un repaso específico cuando suben las temperaturas. Se trata de un servicio subcontratado por el Ayuntamiento. Fue adjudicado en abril de 2024 a Athisa y estará en vigor hasta 2028. Este acuerdo supone una inversión para la ciudad de 320.000 euros por los cuatro años de trabajos.
Los residentes del centro afirman que tras la campaña del inicio del verano la situación mejoró pero que las cucarachas han vuelto a aparecer a lo largo del verano, de la variedad periplaneta americana.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión