Borrar
¿Qué ha pasado este jueves, 4 de diciembre, en Extremadura?
De Sanlúcar a Alcoutim. Una turista cruza a Portugal en tirolina. Esperanza Rubio
De viaje por la Raya - Huelva (VII)

La única tirolina internacional del mundo nos pone a 70 kilómetros por hora

Ponemos fin al viaje por la Raya cruzando el Guadiana por el aire, un subidón de adrenalina después de tanto sosiego

J. R. Alonso de la Torre

Sanlúcar de Guadiana

Viernes, 29 de agosto 2025

Comenta

Barrancos es el municipio menos poblado del Portugal continental (1.430 habitantes en 2023), pero uno de los más singulares de la Raya. Fue tierra de nadie hasta que, en 1893, lo obligaron a ser portugués. Sus habitantes hablan barranqueño, un dialecto medio alentejano, medio castellano. Desde 2002, es el único lugar de Portugal donde se pueden matar los toros en las corridas: ese año se cambió la Constitución para introducir la salvedad taurina.

A Barrancos, lo llaman el pueblo de los 100 kilómetros porque esa es, aproximadamente, la distancia que lo separa de Beja, Évora, Badajoz, Mértola, Sevilla y Huelva. Está a una hora de autobús de la villa portuguesa más cercana: Moura. Estas distancias han provocado anécdotas tan curiosas como que, en 1974, se enteraran con seis meses de retraso de que en Lisboa había triunfado la Revolución de los Claveles, según recogía la investigadora Victoria Navas en una comunicación científica en 1991.

Pero lo que caracteriza a Barrancos como pueblo con valores y conciencia es su hospitalidad: acogió a españoles que huían del ejército francés a principios del XIX y, en 1936, a carabineros franquistas que huían de la Huelva republicana y a 1.020 extremeños que escapaban de la represión de las tropas de Franco.

Barrancos es raya seca, pero en nuestra última etapa de este viaje por la Raya tranquila, nos volvemos a encontrar unos kilómetros más al sur con el Guadiana, un río que hubiera sido navegable desde Villanueva de la Serena hasta su desembocadura en Ayamonte de no ser por el Pulo do Lobo, un desfiladero situado donde el Alentejo se convierte en Algarve. Ahí, el río se encabrita en un torrente de tres metros de ancho que acaba despeñándose en una estrepitosa catarata de 15 metros de altura. Tras el Pulo do Lobo, llamado así por un lobo que pegó un salto formidable en este lugar para escapar de sus cazadores, el río vuelve a ser navegable hasta el Atlántico.

Reflejada en el Guadiana. Mértola, ciudad museo y puerto fluvial. Esperanza Rubio

Y ante nosotros, Mértola, la antigua Myrtilis Iulia romana, la Martulah musulmana, que llegó a ser capital de un reino de taifas y puerto fluvial del reino moro de Badajoz. Su puerto y sus minas la llenaron de esplendor. Mértola es hoy una bonita postal coronada por su castillo y su iglesia mezquita, una ciudad museo que se refleja en el Guadiana y presume orgullosa de sus restos prerromanos, romanos, bizantinos, musulmanes y cristianos.

Guadiana abajo, queremos acabar nuestro viaje mezclando la quietud de dos pueblos rayanos separados por el río con un subidón de adrenalina transfronteriza. Cruzaremos de España a Portugal montados en la única tirolina internacional del mundo. Despegamos de Sanlúcar de Guadiana, a un paso de su castillo vigía, descendemos a 70 kilómetros por hora sobre el Guadiana y, tras 720 metros de vuelo, aterrizamos en Alcoutim. Recuperamos el sosiego en un barco rudimentario que nos devuelve a España y acabamos nuestro viaje por la Raya tranquila en El Cañizal, un chiringuito fluvial con toque alternativo, escuchando la cal blanca, mirando el silencio, oliendo la frontera. En paz.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy La única tirolina internacional del mundo nos pone a 70 kilómetros por hora

La única tirolina internacional del mundo nos pone a 70 kilómetros por hora