Un viaje por las playas con bandera azul de Extremadura

Aquí sí hay playa. Quien piense que Extremadura es solo dehesa está equivocado y mucho, pues es la comunidad autónoma con más playas de interior con bandera azul, un galardón que otorga la Fundación de Educación Ambiental y que ya ondea en ocho enclaves de la región.

La temporada de baño ha empezado en seis de ellas, justo las que han recibido el reconocimiento este año. Son las de Alange, Campanario, Los Calicantos (en Casas de Don Pedro) Isla del Zújar (en Castuera), El Espolón-Peloche (en Herrera del Duque) y Talarrubias-Puerto Peñas.

Las que ya contaban con esta distinción, que son la de Cheles y Orellana, inician la época estival a partir de este lunes.

De este modo, la provincia de Badajoz se convierte en un punto turístico por sus playas de interior con banderas azules y se sitúa por delante del País Vasco (3), Andalucía (2), Galicia (2) y Madrid (1).

Pero cómo se llega a ellas. HOY hace un recorrido por cada una y detalla sus características, así como cuál es la opción más cercana en coche desde las principales ciudades de Extremadura.

De las ocho, cuatro son de hormigón (Puerto Peña, Los Calicantos, playa de Campanario y Costa Dulce de Orellana la Vieja), tres de arena (Isla del Zújar, playa de Alange y Dehesa de Cheles) y hay una, la del Espolón en Peloche, que cuenta con dos zonas y cada una es de un tipo.

Todas están en la provincia pacense y a la mayoría se tarda en coche entre una y dos horas desde las principales ciudades extremeñas, aunque quienes lo tienen más complicado son los placentinos, pues desde el viaje se alarga en algunos casos hasta las dos horas y 45 minutos.

Desde Badajoz no se tarda menos de una hora en llegar a cualquiera de las ocho playas. Las más cercanas son la de Alange y Cheles, y las que suponen un viaje más largo son las del Espolón e Isla del Zújar, con recorridos que llegan a las dos horas.

Por su parte, Mérida es la ciudad mejor situada para visitar las ocho playas, pues el viaje más largo apenas supone una hora y media en coche hasta la playa Dehesa de Cheles y la del Espolón. Desde la capital autonómica, Alange es el lugar perfecto si no se quiere hacer muchos kilómetros. Tan solo hay que recorrer 22, lo que supone apenas 25 minutos.

En el caso de que se viva en Cáceres, también Alange es la opción más cercana. Se tarda una hora y diez minutos aproximadamente en llegar. Otras playas, como la de Cheles y El Espolón-Peloche supone un viaje de más de dos horas.

En las restantes la distancia es similar a la que recorren los cacereños para acercarse a las piscinas y gargantas naturales de su provincia. Por ejemplo, a la Costa Dulce de Orellana la Vieja, se tarda una hora y media.

Desde Plasencia, sin embargo, se necesita mucho más tiempo para ir a cualquiera de estas playas. Solo la de Alange supone un viaje de menos de dos horas desde la ciudad del Jerte. A ella se tarda aproximadamente una hora y 45 minutos. Ir a la de Cheles ya son casi tres horas en recorrer 230 kilómetros.

En concreto, un placentino tardaría en llegar dos horas y 45 minutos a la Dehesa de Cheles, una playa de interior ubicada en el pantano de Alqueva, el de mayor capacidad de Europa.

Está muy próxima a la frontera con Portugal y su orilla está rodeada de un ondulado paisaje de encinares. Tiene arena, dispone de sombrillas para protegerse del sol y un chiringuito.

También se puede practicar windsurf y Cheles cuenta, además, con un embarcadero que facilita la navegación en el gran lago.

En Orellana la Vieja el visitante encuentra la denominada Costa Dulce, que tiene un amplio merendero, varios chiringuitos y restaurantes. Dispone de sombrillas que se asientan sobre una base de hormigón. Tiene aseos, vestuarios, equipo de socorrismo y las instalaciones están adaptadas para personas con movilidad reducida.

Además de tomar el sol y darse un baño también se puede hacer windsurf, vela, piragüismo, esquí acuático o coger una moto de agua.

Algunas de esas actividades acuáticas también hay la oportunidad de realizarlas en Alange, cuya playa está situada a apenas 20 minutos de Mérida. Se caracteriza por estar cubierta de arena y no de cemento. Hay sombrillas, dispone de un parque infantil y un bar.

Donde también hay un bar es en la playa de Campanario, una playa que es pequeña y la alternativa perfecta a otras más populares como la de Orellana o la conocida Isla del Zújar.

Si se va entre semana, no tiene el bullicio de otros lugares más conocidos que empiezan a estar sobreexplotados. Dispone de aparcamiento y una explanada hormigonada con sombrillas.

La sombra está asegurada en la playa Los Calicantos, ubicada en Casas de Don Pedro, concretamente en la cola del embalse de Orellana. A ella se llega por la carretera que une Casas de Don Pedro con Talarrubias, junto al puente que atraviesa el embalse de Orellana.

Desde allí, una rampa de cemento lleva a esta playa que dispone de sombrillas, césped, chiringuito, vestuarios, aseos, un amplio aparcamiento y un bosque de eucaliptos cercano perfecto para los días de intenso sol.

Por su parte, a 24 kilómetros de la localidad pacense de Castuera y a orillas del embalse del Zújar, la playa Isla del Zújar se caracteriza por ser de arena.

Está equipada para personas con movilidad reducida y dotada de duchas y lavapiés. Dispone de aparcamiento gratuito y, además, cuenta con un chiringuito y con embarcaciones de pedales y canoas.

Ya en la comarca de la Siberia, en el pantano de García Sola y en el término municipal de Herrera del Duque, nace la playa del Espolón, en Peloche.

Esta cuenta con dos zonas de baño: una de arena de 10.000 metros cuadrados que además tiene árboles que ofrecen sombra y otra de hormigón de 16.000 adaptada para personas con movilidad reducida. Ambas disponen de aparcamientos.

Finalmente, también en el embalse de García de Sola, en el término municipal de Talarrubias, se encuentra la playa de Puerto Peña.

Su base es de hormigón y dispone de aparcamiento, acceso para minusválidos, sombrillas, duchas, chiringuitos y merenderos. Como la mayoría, ofrece la posibilidad de practicar actividades acuáticas como piragüismo, navegación a motor y vela.