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Planta embotelladora de Nestlé Waters en Herrera del Duque, de donde salen lasbotellas de la marca Aquarel, delmanantial Las Jaras. HOY

La otra oportunidad minera: el agua

En Extremadura aún hay yacimientos por explotar. La Junta otorga la declaración de Agua Mineral Natural a dos manantiales y eleva a 18 los que ya hay en la región, donde funcionan cuatro plantas embotelladoras

Domingo, 25 de abril 2021

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Con una diferencia de 72 horas, el Boletín Oficial del Estado ha publicado este mes (los días 10 y 13) dos anuncios casi idénticos, ambos referidos a Extremadura y su subsuelo. En concreto, informaban de la futura declaración de Agua Mineral Natural para un manantial en Zarza la Mayor y otro en Alía. Con ellos, ya son 16 (ocho en cada provincia) las captaciones con este título que hay en la comunidad, donde funcionan cuatro plantas embotelladoras: Sierra Fría, Fondetal, Los Riscos y Las Jaras. Ellas son el escaparate en este sector y la demostración de que además de litio, estaño o wolframio, en la región hay también mucha agua de calidad.

«Las aguas minerales de Extremadura han sido utilizadas desde tiempos inmemoriales, bien de forma tópica, en balnearios, o bien, embotelladas», sitúa Carlos Alcalde en su informe 'Las aguas minerales de Extremadura', donde menciona «la importancia de los sectores del termalismo y de las aguas de bebida envasadas».

El ex director general de Ordenación Industrial, Energía y Minas, ahora es jefe de sección de Recursos Minerales y Energéticos. Un departamento adscrito a la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, que en la última década ha recibido «tres solicitudes de aguas minerales en la provincia de Badajoz y una en la de Cáceres», detalla. «Periódicamente –añade– se reciben preguntas y peticiones de información, y ocasionalmente y vinculado al ciclo económico y la evolución del mercado de estos productos, se presenta alguna solicitud de declaración».

En Alía y Zarza la Mayor

Y de estas últimas están tramitándose dos, una en cada extremo de la provincia de Cáceres (Alía está junto al límite con Toledo y Zarza La Mayor al lado de la frontera con Portugal). ¿Hay detrás de estas declaraciones intención de embotellar ese agua y venderla? «Preferimos ser prudentes e informar cuando esté todo más avanzado», contesta Cristina Ramírez, alcaldesa popular de Alía, que asegura que su pueblo ya tiene otra declaración que reconoce el valor de su agua.

«Se concedió a un depósito muy grande que hay en el municipio, le llaman Los pozos de Potoco», detalla la regidora. «Nos lo dieron en el año 2014 –añade–, después de un año de gestiones, trámites, análisis y contraanálisis del agua. No tiene el caudal suficiente para dar lugar a una industria embotelladora, pero sí las condiciones para lograr lo que conseguimos, que fue la declaración de Agua mineromedicinal. El problema es que no tenemos dinero para construir un balneario. Pedimos subvenciones a varias administraciones, pero no nos han dado nada».

La solicitud de declaración de Agua Mineral Natural para el manantial Loma de Posada Vieja en Alía está a nombre de Patrimonios de Occidente, una sociedad limitada con domicilio en Mérida. Y la que afecta a la captación Moreras de Arriba de Zarza la Mayor la presenta un particular con residencia en Moraleja. Al margen de estos dos, hay en la región otras fuentes naturales que podrían recibir la misma distinción. Que se concedan o no «depende de la iniciativa del propietario del terreno o de la empresa promotora de su aprovechamiento», explica la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad.

«Recursos naturales para que haya más plantas claro que existen, de hecho hay más manantiales con la declaración de Agua Mineral Natural que no están explotados», refrenda Jesús Sorino, autor de varios estudios sobre esta materia, entre ellos 'Recursos minerales de Extremadura: las aguas minerales'. «Nuestra región –amplía el especialista– es rica en aguas minerales naturales de calidad, debido a la presencia de materiales cuarcíticos y graníticos y a la existencia de zonas no contaminadas superficialmente». «Son áreas particularmente propicias –detalla Rosino– las sierras del norte de Cáceres, el occidente de las dos provincias o el sinclinal de Herrera del Duque».

Las cuatro envasadoras

En este último lugar abrió la compañía Nestlé hace 17 años su planta, de la que salen las botellas de la marca Aquarel, a partir del manantial Las Jaras. Y la captación Los Riscos de la Higüela (Alburquerque) surte desde 1987 a la marca Los Riscos, de la empresa Aguas del Suroeste, con sede en Badajoz. En concreto, en la avenida de Santa Marina, donde también tiene sus oficinas Aguas Fondetal, que bajo esa misma denominación vende el agua mineral natural procedente del manantial Huerta de los Ríos, en Talarrubias. La cuarta planta embotelladora en la comunidad autónoma es la de Sierra Fría, en Valencia de Alcántara, de la empresa Chumacero S.A.

Además, hay en Extremadura otros diez manantiales que tienen la declaración de Agua Mineral Natural. Los de la provincia de Badajoz están en Montemolín (El Albercón), Quintana de la Serena (El Tomillar), Herrera del Duque (Encinas), Hornachos (Fuente Solana) y Alburquerque (Agua de las abejeras). Y los cacereños están en Almoharín (Aguas de Sopetrán), Losar de La Vera (Fuente de los hermanos), Acebo (Fuente de la tendera), Cañaveral (Sierra del Brezal) y por último, Valencia de Alcántara (Aquasolum).

Pero el potencial del subsuelo extremeño para el aprovechamiento del agua no termina aquí y en sus siete balnearios (el de Alange, el Valle del Jerte en Valdastillas, El Raposo en Puebla de Sancho Pérez, El Trampal en Montánchez, El Salugral en Hervás, el de Baños de Montemayor y el de San Gregorio en Brozas, este último cerrado desde hace tres años). El 'Proyecto de investigación e inventario de las manifestaciones geotérmicas de Extremadura' identificó 106 manifestaciones mineromedicinales (55 de la provincia de Cáceres y 51 en la de Badajoz). Y una investigación de Salvadora Haba y Victoria Rodrigo, publicada en el número 37 de 'Cuadernos Populares' (Editora Regional) ya detallaba hace tres décadas 94 lugares de la región con aguas mineromedicinales.

Que el líquido elemento es una oportunidad de negocio lo avalan también las cifras que la Junta recoge en su portal Sigeo (Sistema de Información Geológico Minero de Extremadura). En él se detalla que el valor de la producción vendible de aguas minerales embotelladas en la región superó en el año 2017 los 45 millones de euros, sobre un total de 91,3 que generó la minería en la comunidad. Esto significa que el agua envasada acaparó el 49% del total (la producción de áridos vendió por valor de 15 millones, y por 24 el sector de las rocas ornamentales). En cuanto al empleo, las plantas de agua mineral daban trabajo ese año a 144 personas, y los balnearios a 120 (los áridos a 559 y las rocas ornamentales a 441). Cifras que certifican que el agua embotellada, un sector en auge en la última década en España, es otra oportunidad minera para Extremadura.

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