Inmunizada por sorpresa
El SES puede llamar desde un número oculto para que acudas de inmediato a vacunarte y no desperdiciar dosis, pero la gente se asusta
Ana Garza tiene 25 años y se iba a duchar el miércoles pasado cerca de las diez de la noche cuando recibió una llamada con número oculto. «No suelo coger llamadas que no conozco, pero por alguna razón descolgué. Una mujer me dijo que acudiera cuanto antes al edificio auxiliar de la universidad (en Badajoz). Me explicó que les habían sobrado vacunas y que tenían un listado de números de teléfono. Pensaba que me estaban tomando el pelo. Le pregunté que por qué salía número oculto y me dijo que llamaba desde su móvil personal».
Era ya casi de noche y sonaba todo muy raro. Lo siguiente fue telefonear a su madre para que la acompañara.
Al final esta joven se acostó ese día con la primera dosis de Moderna inoculada y cita para la segunda, pero con la duda de por qué la llamaron a ella. «Le dije a la enfermera si podría ceder mi dosis a mi madre o a alguien que lo necesitara más, pero me dijeron que no».
La explicación tiene que ver con que no se pueden despediciar dosis de las vacunas de Moderna y Pfizer porque ninguna de las dos pueden volver a la nevera una vez descongeladas. Por ello, hay una lista de suplentes a los que se llama cuando sobran dosis durante la jornada de vacunación.
En el caso de Moderna, tras descongelar el vial, si no se ha perforado puede aguantar 30 días en una nevera que esté a entre 2 y 8 grados, pero a temperatura ambiente solo puede permanecer doce horas. Después de la extracción de la primera dosis hay que desechar el vial a las seis horas. La de Pfizer, tras la descongelación, la vacuna sin diluir puede conservarse hasta cinco días a entre 2 y 8 grados o dos horas a temperatura ambiente. Tras la dilución, se debe usar en un plazo de seis horas.
El propio consejero de Sanidad, José María Vergeles, ya explicó a finales de enero que existen listas de suplentes para aprovechar estas dosis. Lo que no se termina de aclarar es cómo se elaboran esas listas de suplentes.
El SES respondió ayer, de manera genérica, que «los suplentes pertenecen a los grupos a vacunar en ese momento».
Por su cuenta, Ana Garza indagó para saber por qué la habían llamado. «Cuando te vacunan hay que esperar veinte minutos por si sufres reacción y en la sala de espera había más jóvenes. Hablé con una chica de 19 años recién vacunada a la que habían llamado por sorpresa y me dijo que ella tenía problemas en un pulmón. En mi caso soy estudiante, no tengo trabajo esencial, pero fui ingresada hace cuatro años y medio con una neumonía y quizás esa pueda ser la explicación, pero nadie me la dio».
Según explicó ayer el SES, si un suplente no coge el teléfono a la primera se llama al siguiente.
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