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¿Qué ha pasado este sábado, 12 de julio, en Extremadura?
l detenido en 1994. HOY
Crónica Negra en Extremadura

Lo estranguló con una sola mano

En Mohedas de Granadilla en 1994 una discusión por la linde de una finca acabó con una pelea entre vecinos y un suceso trágico que dejó marcada la localidad de los implicados

Sábado, 21 de junio 2025, 08:23

Una vez más un trozo de tierra fue el origen de un drama en el medio rural. Esta vez ocurrió en Mohedas de Granadilla, donde un agricultor estranguló con sus propias manos a un convecino después de una discusión originada por las lindes de sus fincas».

Con esta certera descripción el periodista de HOY Sergio Lorenzo contó en 1994 un episodio de la Crónica Negra de Extremadura. Finalmente el informe forense destacó que el homicida había logrado asfixiar a su víctima con una sola mano a pesar de que el fallecido era más grande y más joven.

El 4 de abril de 1994 la mañana arrancó con normalidad en Mohedas de Granadilla. M. B., de 53 años, salió de su casa y cogió un carro tirado por un caballo. Se dirigía a podar sus olivos en una finca a tres kilómetros de la localidad. Por el camino recogió a un conocido que esa jornada iba a acompañarlo en la tarea para quedarse con las ramas sobrantes.

Una vez en la parcela, el amigo del dueño comenzó a podar, mientras que M. B. se alejó a solo unos 80 metros a revisar un plantón. La planta que quería vigilar estaba en la linde de su finca, que daba a los terrenos de su vecino, D. G. Una vez allí M. B. vio que su convecino estaba también esa mañana, quemando unos restos.

Entre los dos se inició una discusión. Nada nuevo en realidad, llevaban varios años enfrentados por los límites de sus parcelas. Se había producido un movimiento y uno de ellos había conseguido unos metros más debido al cambio.

Ese 4 de abril, sin embargo, la discusión verbal se tornó en una pelea a golpes y ambos acabaron revolcándose por el suelo. El agricultor que había acompañado a M. B. se dio cuenta del enfrentamiento, así como otros siete trabajadores que estaban a 200 metros. Todos fueron al lugar de la reyerta para pararla.

Fue tarde. Cuando llegaron, vieron a M. B. a horcajadas sobre D. G. y sujetándole el cuello con la mano derecha. Lograron que se apartase de la víctima pero el otro agricultor, de 45 años, ya estaba muerto.

A la zona se desplazaron guardias civiles de Coria y Casar de Palomero, que procedieron a la detención de M. B.

Los vecinos se quedaron muy sorprendidos con el crimen y también con el resultado de la pelea. Muchos destacaban que el detenido por homicidio era de constitución mucho más débil que su víctima y se especulaba con que el fallecido tuvo que llevarse un golpe para que lo estrangulase sin resistencia. Los testigos indicaron que el muerto tenía un hematoma en la frente que pudo provocar que perdiese el sentido.

En la crónica del suceso, HOY destacó que en la tragedia estaban implicados dos vecinos de Mohedas de Granadilla con vidas «prácticamente idénticas». Además de ser vecinos de Mohedas y compartir una linde, ambos eran solteros y vivían en sus casos solos con sus madres, ambas de más de 80 años.

El juicio

El juicio se celebró unos meses después, en enero de 1996. La Fiscalía pidió trece años de cárcel para el homicida. En su escrito de acusación, el Ministerio Público destacó que la disputa verbal por las lindes fue seguida de «una virulenta pelea, en la que los dos contendientes se intercambiaron golpes, agarrándose y cayendo al suelo». El Fiscal argumentaba que M. B. logró subirse a horcajadas encima de su vecino y, mientras le agarró el cuello con la mano derecha, le golpeaba en la frente con la izquierda de forma repetida. La pelea pudo parar entonces pero el procesado continuó hasta asfixiarlo, por lo que lo consideró un homicidio.

En el juicio destacó el informe forense. Este estudio indicó que la presión sobre el cuello de la víctima fue tan fuerte que quedaron impresas las marcas de una cadena que llevaba colgada la víctima.

Finalmente M. B. fue condenado a doce años de cárcel por homicidio. En la sentencia, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Cáceres consideró probado que había intención de matar porque las personas que llegaron a la escena tuvieron que «quitarle a viva fuerza de encima cuando ya lo había matado» y, después, no examinó el estado en el que estaba el difunto.

El tribunal rechazó además que el procesado hubiese actuado por un arrebato, ya que al ser interrumpido no estaba fuera de sí, sino que mantuvo un diálogo sobre lo ocurrido.

Además de la pena de prisión, M. B. tuvo que indemnizar a la madre del fallecido con trece millones de pesetas. De hecho, un año después del juicio, HOY informó que la Audiencia Provincial de Cáceres iba a celebrar una sesión para subastar los bienes del condenado. En concreto sacaron nueve fincas, incluida en la que ocurrió el crimen, y una casa.

Mohedas de Granadilla, un pueblo por lo general muy tranquilo, volvió tristemente a la crónica negra el año pasado por un incidente con cierto parecido al de hace 30 años. En este caso una disputa económica por un coto de caza derivó en un crimen. Un vecino vigiló a los directivos de la sociedad a la salida de un puesto de aceitunas, consideraba que le debían dinero por una piezas cobradas.

Finalmente entró en el puesto de aceitunas buscando a uno de los directivos, pero disparó a otro, que falleció. Quien era su objetivo pudo huir del lugar con su mujer y su hijo. Ocurrió en noviembre de 2024 y aún está pendiente de juicio.

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