Cuando el cartero es el cajero automático
Servicio rural. Los vecinos de los pueblos pueden ingresar dinero en sus cuentas bancarias a través de Correos o solicitar efectivo que se les entrega en mano al día siguiente
Lleva la oficina a cuestas. No pesa mucho. Uno de los beneficios de los avances tecnológicos. Marco Antonio González es cartero rural y últimamente ha ampliado el abanico de servicios que presta a los vecinos de Cheles y de San Benito de la Contienda y Villareal, dos pequeñas pedanías de Olivenza.
Con la PDA que lleva colgada al cinturón puede gestionar la retirada de efectivo y el ingreso de dinero en sus cuentas bancarios de las personas que lo soliciten. «Nos ayuda mucho con todo y nos explica las cosas», afirma cuando ve pasar a su cartero una mujer que a la puerta de su casa en la calle Morón de Cheles habla con otras dos vecinas. Marco Antonio sonríe: «Hacía tiempo que no había un cartero fijo en esta ruta y la gente lo agradece, porque eso genera confianza», admite.
Este servicio de Correos Cash está especialmente pensado para la población de más edad, pero todo el mundo puede utilizarlo. «La gente joven se puede mover con mayor facilidad o hacer uso de la banca electrónica, pero para las personas mayores es una posibilidad que les viene muy bien», explica González mientras empuja el carro por las calles empedradas.
El programa pretende facilitar el acceso a los servicios bancarios en las zonas rurales de todo el país
Más aún si se tiene en cuenta que el acceso a las oficinas bancarias cada vez es más complicado en las zonas rurales –más de 400 sucursales han cerrado en la región durante la última década– y que todavía hay cerca de 400.000 extremeños, aunque es una cifra que se mueve a la baja, que residen en poblaciones de menos de 5.000 habitantes.
Además, el envejecimiento de la población se nota más en la Extremadura rural, la más afectada por la paulatina pérdida de habitantes. Ya no solo es que el sector de la ciudadanía de más edad tenga difícil acceder a las sucursales bancarias, es que también tienen problemas para operar con los cajeros automáticos. «Yo no lo uso nunca; no me entero», dice una vecina, con edad para estar jubilada, a la puerta de su casa mientras huye de la cámara: «No estamos arregladas para salir», bromea con sus vecinas.
Eso hace que, en un buen número de casos, las personas mayores dependan de familiares más jóvenes o de conocidos para tener acceso a su dinero.
Menos oficinas
De los pueblos en los que este cartero rural reparte el correo, únicamente en Cheles (1.162 habitantes) hay cajero automático. Solo uno. Y una oficina que abre un determinado número de horas a la semana. Todo de Banca Pueyo. «Hay gente que tiene sus cuentas en otras oficinas bancarias y, al final, yo vengo todos los días», detalla este cartero rural sobre este nuevo servicio.
En Extremadura son 82 puntos de atención y 250 servicios rurales los que tienen activo 'Correos Cash', según la propia entidad postal. Poco a poco va creciendo el número de vecinos que lo solicitan. «Yo todavía no he recurrido a ello, pero me parece una gran idea sobre todo pensando en los mayores; la mayoría no tienen ni tarjeta de crédito», comenta María del Mar Corredera a la puerta del Ayuntamiento de Cheles, donde trabaja como técnica.
Desde Correos también detallan que actualmente tiene acuerdos activos con los grandes operadores del sector bancario, en los que un elevado porcentaje de los habitantes tienen sus ahorros y cuentas: «Banco Santander, BBVA, Ibercaja, Banco Mediolanum, Triodos Bank, Bancofar, Evo Banco y CaixaBank», confirman en la entidad postal.
Es un proyecto que se encuentra en crecimiento y que Marco Antonio, como otros carteros, se encarga de dar a conocer. «Yo me enteré de que se podía solicitar dinero a través del correo porque él me lo contó», señala al cartero Amparo González, otra vecina de Cheles que tampoco ha utilizado el servicio.
Los procesos tanto de retirada como de ingreso de efectivo son sencillos. «Y más con nuestro cartero, porque te informa y facilita todo», apostilla María del Mar.
Hay algunas entidades que posibilitan hacer la solicitud a través de una llamada de teléfono o de la aplicación del banco. En esos casos, los carteros rurales, como Marco Antonio, pero también los urbanos, tienen entre sus entregas del día siguiente ese dinero que llevan a los domicilios.
Para las personas que no están familiarizadas con la banca electrónica o que prefieren el trato personal, Correos ofrece la opción de reclamar la retirada de dinero en persona, a través de las oficinas o de los carteros rurales. «Únicamente presentando su documento de identidad e indicando los datos de su tarjeta bancaria o IBAN (el número de cuenta)», especifican desde Correos.
«Me lo piden y rellenan la documentación y al día siguiente tienen aquí su dinero; y para los ingresos es igual, me dan el dinero y al día siguiente se ingresa en su cuenta», aporta Marco Antonio, que en las entregas debe esperar a que el cliente del banco cuente su dinero y compruebe que todo el proceso es correcto. Al firmar que ha recibido el dinero, se completa el proceso.
Cada operación tiene un determinado límite en función del sistema de solicitud y de la entidad bancaria. Aun así, no se suelen alcanzar esos máximos. «La gente mayor suele pedir dinero para sus gastos del día a día, ir a la panadería o al bar a tomar algo, no solicitan cantidades mayores a los cien euros», reconoce.
No ocupan esas tareas de entrega o recogida de dinero un porcentaje elevado de la jornada laboral de Marco Antonio. «Ni cada día ni todas las semanas, de momento», reconoce el cartero, que no tiene miedo a realizar este servicio. «Al final es similar a los giros postales que hemos hecho toda la vida; no creo que esto vaya a suponer ningún problema», añade.
De hecho, él está encantado de poder prestar un nuevo servicio a los vecinos. «Creo que es necesario», reconoce. Para hacerlo, Marco Antonio se ha tenido que formar. «Con cada novedad recibimos cursos, como para trabajar con la PDA», indica.
De esta forma, no solo puede realizar su trabajo con mayor facilidad, si no que está capacitado para dar a conocer la cartera de servicios que los ciudadanos tienen a su disposición.
Paquetería al alza
Entre sus entregas del día a día, las cartas siguen siendo mayoría. «Facturas de agua, de luz o notificaciones», puntualiza Marco Antonio. Aunque en los tres años que este cartero lleva trabajando en la Circular 3 de Olivenza, su ruta, sí ha notado un importante incremento de las entregas de paquetería.
Él también favorece que eso sea así, porque, como reconocían las vecinas de la calle Morón, se encarga de explicar a los residentes en los pueblos de su ruta todas las posibilidades que les ofrece Correos a la hora de enviar o recibir envíos. «Estos pueblos tienen mucha gente, sobre todo joven, que vive fuera y sus padres les envían paquetes con productos desde aquí, como chacinas», comenta Marco Antonio.
Sus paseos diarios le han ido convirtiendo en una persona muy conocida. También las facilidades y soluciones que pone a disposición de la población. «Para algunos trámites con personas mayores que no tienen correo electrónico o forma de imprimir documentos, lo hago a través de mi cuenta de correo o de la de algún trabajador del ayuntamiento», ejemplifica. Son detalles que ayudan a que los vecinos confíen en los movimientos de dinero en efectivo a través de Correos Cash, ya que su cartero es la cara visible de ese servicio.
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