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Piscinas naturales de Extremadura
Aguas frías para aplacar días sofocantesExtremeños y turistas abarrotan las piscinas del norte cacereño en busca de un respiro ante una ola de calor que mantiene temperaturas que alcanzan los 40 grados
Ana B. Hernández
Domingo, 28 de julio 2024
«Nos queda a una hora de camino pero merece la pena sin ninguna duda. Cuando llegan estas temperaturas, es una necesidad, la manera de encontrar un respiro en una semana bochornosa». María ha viajado desde Cáceres a Segura de Toro para disfrutar de una de las piscinas naturales del norte extremeño más demandadas, con dos grandes balsas de agua fría, «la que llega directamente de la Sierra Cabrera», recuerda César Martín, alcalde de una localidad con 180 vecinos en invierno, que supera los 500 en verano.
Estos días en la piscina de Segura hay bastantes más. «La ola de calor se está notando y mucho, más sobre todo si se tiene en cuenta que es realmente la primera del verano», apunta César, al frente también del chiringuito El Puente, lleno como el resto de los que hay en la piscina en estas fechas desde la mañana hasta la noche, «sobre todo la de los viernes, que ofrecemos música en directo».
Como María y su familia, Gema, su marido, su hija y su perrita se escapan también desde Cáceres cada vez que pueden hasta esta localidad del norte cacereño. «Es una delicia pasar un día en este paraje, en el chiringuito de César, donde pueden entrar perros, lo que para nosotros es fundamental, y en una piscina con un agua fría y limpia que es una maravilla».
«Nuestra elección siempre son las piscinas naturales, por el agua fresquita y sin cloro, por el ambiente relajado, porque no hay horario, todo son ventajas», aseguran María, Pablo y Elena, tres amigos de Plasencia que también estos días han elegido Segura para sofocar el calor.
Con temperaturas que alcanzan los 40 grados y que siguen siendo asfixiantes, Álvaro y Dani han viajado desde Guijuelo (Salamanca) hasta Casas del Monte, lugar de peregrinación de extremeños y salmantinos durante el verano para disfrutar de su espectacular piscina natural. «Puedes traer la comida y la bebida, poner música, refrescarte de verdad en agua fría y estar hasta que quieras», dicen.
«Es que te puedes bañar sin estar pendiente del horario, porque la piscina está abierta de lunes a domingo las 24 horas cada día, hay que gente que viene también de madrugada», comenta Beatriz, empleada en uno de los tres chiringuitos de la piscina natural de Casas del Monte. «Solo en el mío somos ocho trabajadores, porque hay un movimiento continuo y un lleno casi diario de turistas sobre todo, de familias, parejas, grupos de amigos...».
Turistas que llegan desde diferentes puntos del país al norte cacereño en verano y recorren sus piscinas naturales. «Nos habían hablado de la zona y nos hemos animado a venir», reconoce Eva, que ha viajado desde Barcelona con sus padres, hermano, marido e hijos. «Estamos en el camping de Hervás, un lugar precioso, y nos han recomendado esta piscina de Casas del Monte, que está genial, estamos disfrutando mucho con este viaje».
Tomás y su familia siguen siendo fieles al canal de baños de la Isla, en Plasencia, una piscina natural a cinco minutos de la Plaza Mayor que cada día presenta un lleno absoluto. «Es el mejor lugar para estar relajado y fresquito, un tesoro en medio de la ciudad».
Como lo son la treintena de piscinas naturales con las que cuenta Extremadura de norte a sur, auténticos oasis para combatir las altas temperaturas que asolan la región y por las que la Aemet mantiene activos avisos de alerta. Zonas de baño entre las que están las nueve playas de interior con bandera azul que hacen que la región lidere el ranking nacional. Porque con 1.500 kilómetros de costa interior, Extremadura también es agua.
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