Supermercados de la Raya
'Bolos' y 'queixos'. Trece medianas superficies tientan a los viajeros extremeños cerca de la frontera
En el mercado de Nisa, es más caro un churro que un café y en el de Évora, echas cuentas y sale más caro comprar una merluza o un sargo que comértelo en un restaurante. Comprar y comer en Portugal. Para comer a la portuguesa, podemos hacer dos cosas. La más habitual es acudir a uno de los numerosos restaurantes de la Raya y disfrutar de una opípara comida a un precio razonable. La otra es comprar los productos en un supermercado y darse un homenaje en casa. Para quienes deseen optar de vez en cuando por esta segunda propuesta, les ofrecemos una guía de supermercados e hipermercados portugueses de la Raya cercanos a la frontera.
Si empezamos por el sur, en Elvas, destacamos un Pingo Doce, un Continente, un Pagapouco, un Lidl y el Cash Marvanejo, muy surtido y con ofertas interesantes y distintas. Si estamos en Campomayor, en la rotonda de acceso a la villa, un Intermarché y un Continente Bom Dia, ambos con aparcamiento, son dos opciones estupendas y entretenidas. Porque uno de los encantos de comprar en Portugal es que resulta muy divertido ocupar ese rato de la tarde en que no se sabe qué hacer tras la comida pantagruélica y el café. Siempre vamos a encontrar productos distintos, podremos comprar caprichos baratos de esos que reconfortan: esta cervecita, aquel quesito, estos pasteles de nata en oferta: seis por tres euros...
Si subimos hacia el norte, el gran emporio de supermercados fronterizos está en Portalegre, donde en el centro abre un Pingo Doce y alrededor de una rotonda, en la parte baja de la ciudad, a un paso del estadio de atletismo y de la explanada del mercadillo mensual, se han instalado grandes y medianas superficies como Minipreço, Continente, Leclerc e Intermarché. Es en estos cuatro híper y súper mercados donde se encuentra la mayor variedad y las ofertas más interesantes.
Para finalizar, más al norte, en Castelo de Vide, está el supermercado Pingo Doce. Este establecimiento se encuentra en la carretera de salida hacia España, tiene un aparcamiento que no es suficiente para la cantidad de coches portugueses y españoles que van por allí los fines de semana y es, desde luego, el más internacional de todos: por sus pasillos se escuchan no solo conversaciones en castellano y portugués, sino también en holandés, francés, inglés y alemán pues es un supermercado enclavado estratégicamente en una zona donde se han establecido muchos extranjeros desde que, en 2001, Valencia de Alcántara presentó su oferta de segundas residencias en una feria de La Haya.
Ya sea en los supermercados de Elvas, Campomayor o Castelo de Vide, ya sea en los hipermercados de Portalegre, las compras que solemos hacer los extremeños suelen ser las mismas. Así, mantenemos la costumbre de comprar café, aunque en Portugal no encontraremos torrefacto, que siguen haciendo en Delta solo para el mercado tradicional extremeño. No falta en la cesta de la compra la mantequilla con sal: últimamente se vende mucho la de las Azores, que también se distribuye en Extremadura.
En la sección de frutería, la abundancia de piñas y de frutos tropicales es más variada y a mejor precio que en España. Entre las cervezas, la Sagres sin, pero en realidad con un punto de alcohol, es muy solicitada: sabe a cerveza, pero no es un peligro ante el alcoholímetro. Además de los vinos y los licores tradiciones (ginginha, Beirão), hay dos secciones de visita inexcusable: una es el obrador, con esos bollos de pan esponjosos, ricos y baratos, las ofertas de pasteles de nata y los cruasanes macizos que aseguran meriendas deliciosas; la otra es la de lácteos, con quesos de Azeitao, Seia y Nisa que completan una cesta sustanciosa, deliciosa... portuguesa.