Una formación de utilidad pública en Plasencia
Escuela Profesional. Sus alumnos realizan obras de mejora en la ciudad
La recuperación del tendido porticado de la plaza de toros, la creación de un parque en Rubén Darío, la rehabilitación de la fachada y los revestimientos interiores de la fábrica de harinas, la fabricación de muebles para diferentes espacios del Ayuntamiento, la instalación de revestimientos horizontales y verticales en la Casa de la Juventud, el mantenimiento de diversos jardines como el de la Barbacana, desbroce e instalación de riegos en la Ciudad Deportiva... Son solo algunas de las muchas mejoras realizadas o que se está realizando en la ciudad de la mano de la escuela profesional 'La Canchalera'.
En concreto, por parte de los 45 alumnos, todos mayores de 18 años, que se están formando en grupos de 15 en las tres especialidades que se imparten: jardinería, albañilería y carpintería. Porque la formación que se imparte en la escuela profesional es de utilidad pública, ya que las prácticas que realizan los alumnos para adquirir las destrezas conllevan en cada edición nuevas mejoras para la ciudad.
«La escuela profesional es un proyecto de formación en alternancia con el empleo, porque combina el aprendizaje y la cualificación con el trabajo efectivo en actividades de utilidad pública, que desde luego suponen importantes mejoras para la ciudad, que son por eso de interés social», destaca el concejal de Recursos Humanos, Álvaro Astasio.
«Estoy encantado, la formación que recibimos supone una oportunidad real para trabajar»
Pero, además de favorecer a la ciudad, la formación teórica práctica que caracteriza a la escuela profesional supone una oportunidad para que personas desempleadas puedan acceder al mercado laboral, a la vez que les garantiza el cobro de un sueldo durante su formación, que consta de dos fases.
La primera tiene una duración de doce meses, y en la misma los alumnos tienen un contrato de formación y aprendizaje y cobran el 75% del salario mínimo interprofesional. Y durante la segunda etapa, de dos meses, pueden realizar prácticas profesionales no laborales en empresas aquellos que voluntariamente las soliciten y hayan obtenido una evaluación positiva.
«Tengo 50 años, siempre he trabajado de comercial, pero hace cuatro años me quedé en el paro; por eso, cuando salió la convocatoria de la escuela me apunté y hoy estoy encantado», afirma Juan Emilio Torres, que cursa la especialidad de carpintería. «Creo que esta formación es una oportunidad muy buena, una oportunidad real para trabajar porque te preparan para ello».
María Belén Mani, de 49 años, comparte la opinión. Ella cursa la especialidad de jardinería. «Me gusta mucho, me apunté porque no tenía trabajo y tengo que mantener a mis hijos, y estoy muy contenta». Como Juan Emilio valora «la formación útil que nos dan, porque es muy completa, va más allá de la que corresponde a cada especialidad».
Porque de la mano de un equipo directivo, técnico y docente, integrado por 10 personas, los 45 alumnos-trabajadores no solo adquieren una formación profesional para obtener los certificados de profesionalidad en la especialidad en la que se forman, con los que acceder al mercado laboral, sino que también reciben «formación de apoyo para la superación de pruebas de competencias clave», destaca el edil, así como formación complementaria en materias como riesgos laborales, igualdad de género, sensibilización medioambiental u orientación laboral.
La escuela profesional está subvencionada por la Junta de Extremadura, el Sexpe y el Ayuntamiento de Plasencia en aquellos gastos necesarios para el proyecto que no son subvencionables. En concreto, según la información facilitada por Álvaro Astasio, la escuela cuenta con una subvención global de 877.334,40 euros y la aportación municipal asciende a 18.000 euros.
