Las fuentes históricas de Cáceres se ahogan en el abandono
Olvido ·
Pese a que manantiales como Fuente Concejo, Hinche o Fuente Fría fueron incluidos en el contrato de Jardines por el Ayuntamiento en 2019 su estado es precario
Miguel Rodríguez ya pasa de los 70 y es uno de los rostros más conocidos de su barrio. De sus barrios, en realidad, porque vive por Fuente Rocha y trabaja en San Francisco. Pasa por Fuente Concejo y el negocio de hostelería que regenta queda cerca de Fuente Fría. Son tres de las fuentes históricas de Cáceres y ante su estado de deterioro el Consistorio decidió incluirlas en el contrato de mantenimiento de zonas verdes. Se firmó con Talher en 2019. En total, 3,2 millones de euros sobre una licitación inicial de tres millones y medio. La versión municipal entonces, poco antes de producirse el traspaso de poderes entre PP y PSOE, fue que se dotaría a esas instalaciones de una protección que no habían tenido hasta entonces y permitiría ponerlas a la altura de su auténtico valor. A la vista de su estado actual el éxito no ha sido mucho, sino más todo lo contrario.
«Ayudará a mantener en perfecto estado unas fuentes históricas de gran tradición y atractivo ornamental de nuestra ciudad», detalló el Consistorio hace casi cuatro años.
Además, se enumeraba el listado completo en la nota informativa que facilitó entonces: 57 fuentes ornamentales entre las que estaban las de Canovas, el Rodeo o Parque del Príncipe y las históricas: Fuente Fría, Fuente Concejo, Fuente Rocha, Aguas Vivas, Fuente Hinche, Fuente de la Madrila y Fuente Barba, en el Olivar Chico.
«Es una pena verlo así», resume Miguel Rodríguez, desde su experiencia de los tiempos en que se iba a Fuente Fría a por el agua, considerada por sus características ideal para remojar los garbanzos del cocido. En Fuente Concejo el grifo exterior lleva roto desde hace semanas. El manantial sigue cerrado, pese a que se anunció oficialmente que, junto al aljibe del Baluarte de los Pozos se abriría al turismo.
Su aspecto en cuanto sufre inundaciones por la lluvia también deja mucho que desear. «Se pierden cientos de litros al día. Como si la situación en la que se encuentra Cáceres aún sin solución al suministro del agua se lo pudiera permitir. Es un lujo ese desperdicio», analiza Pedro Moreno, presidente de la Asociación de Amigos de la Ribera del Marco. Según él, la responsabilidad es municipal por mucho que Talher tenga incluido en su contrato el mantenimiento. «Es el Ayuntamiento el que debe velar por su cumplimiento», opina.
Peor aún es el escenario apenas unos metros más hacia el sur, en San Francisco. La asociación vecinal, hoy sin junta directiva tras la renuncia del equipo que presidía Manuela Fernández. Se encuentra «lleno de maleza y algunos bancos que hay allí están astillados», había denunciado este colectivo, que lamentaba el estado del parque y de la propia fuente. Las pintadas prácticamente no permiten leer el cartel y el acceso a la zona del manantial, al que acuden a cargar sus bidones con agua sobre todo personas mayores, es una pista de patinaje improvisada en cuanto caen cuatro gotas. Algunos usuarios ya han acabado en el suelo con sus huesos y sus garrafas.
Lo llamativo es que se trata de un enclave que ofrece algunas de las postales más hermosas de Cáceres, con la propia Ribera del Marco o la ciudad monumental al fondo. Gratifis, graves problemas de accesibilidad y muros de madera deteriorados se unen a restos de basura mezclados entre el la vegetación que crece por el propio cauce del arroyo.
No es mucho mejor el escenario más hacia el oeste, en el parque del Príncipe. Justo a su salida y atravesando la parte aledaña al R-66 se encuentra Fuente Hinche. Puede que sea considerada una fuente histórica pero su estado invita a la depresión. Restos de botellones, paredes repletas de pintadas, colores que se mezclan y hasta algún mensaje relativo a la mina de litio completan el panorama. El cartel, como en Fuente Fría, también es ilegible y se ve un árbol seco y un colchón abandonado.
«El problema de las pintadas es que se limpian y vuelven a aparecer a los pocos días», admite el Consistorio
Podía ser, como Fuente Fría, un destino obligado para cualquier visitante de los miles que acuden a Cáceres. Sin embargo, en las actuales condiciones se parece más a un vertedero.
Limpieza en febrero
Aunque no da la impresión de que esos más de tres millones que invierte el Ayuntamiento en mantener sus zonas verdes y fuentes en perfecto estado de revista estén sirviendo para mucho en este apartado, desde el equipo de Gobierno se ofrecen algunas explicaciones. Sobre Fuente Hinche, por ejemplo. «Como fuente histórica, sin caños ni instalaciones hidráulica ni eléctrica, se limpia de sólidos flotantes (plásticos) periódicamente», asegura el Consistorio.
La última vez que se vació, limpió y desinfectó fue el 9 de febrero. Se eliminaron pintadas a presión y se repintó donde fue posible. «El problema de las pintadas es que vuelven a aparecer los pocos días y no podemos estar usando el mismo tratamiento agresivo en una fuente de valor patrimonial de piedra», se argumenta. Las imágenes hablan por sí mismas.
Sobre Fuente Fría, se indica desde el Ayuntamiento que se limpia cada semana. «Es normal que una fuente histórica tenga musgo en su entorno», subraya. «En la parte inferior tiene barro por todas las lluvias que están cayendo, que la han inundado a ratos, no solo por la lluvia, sino por la proximidad de la Ribera con las subidas de nivel producidas por las tormentas», remarca el Gobierno local. Con todo, el acceso es complicado y el cartel lleva meses tapado por pintadas.
«El estado de abandono es total. El alcalde nos prometió que se haría una limpieza y sigue igual. En Fuente Rocha lo mismo. Y en Fuente Concejo se desperdician litros de agua. Es triste que se tenga en ese estado el que fue el primer suministro de agua de la ciudad», reflexiona Pedro Moreno. Amigos de la Ribera se suma a las voces de vecinos y colectivos que piden salvar a las fuentes históricas antes de que se ahoguen en el olvido.
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