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¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?
Alumnos. En el centro de la imagen, Pedro Almodóvar con tres compañeros y, a la derecha, una clase del curso 1951-52.

100 años del San Antonio, el colegio 'de los frailes'

Referente. Una de las principales instituciones educativas de Cáceres cumple un siglo. En ella se han formado generaciones de cacereños, muy identificados con los valores que recibieron en este centro

Domingo, 6 de diciembre 2020

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Es todo un referente en la ciudad. Quienes se han formado en sus aulas tienen un sentimiento de pertenencia y arraigo tan fuerte, del que hacen gala abiertamente, que llega a sorprender en la actualidad tratándose de una institución educativa que en sus tiempos fue un internado para chicos dirigido por curas. Pero el San Antonio marca. Sus alumnos, 'tonys', como ellos mismos se denominan, se sienten 'tonys' para siempre.

La comunidad del San Antonio de Padua en la capital cacereña se dispone a vivir a lo largo de 2021 un año de celebraciones por el centenario de la fundación del colegio franciscano. Hoy es un moderno complejo en La Sierrilla, pero sus inicios fueron más modestos. Comenzó con unas clases particulares a seis alumnos, hasta que en 1921 arrancó el primer curso en dos edificios de la calle Margallo, donde se levantó el Gran Hotel Don Manuel cuando en 2003 se produjo el traslado a las nuevas instalaciones.

El mítico quiosco Pumuki, reconvertido hoy en multitienda de barrio, quedó en ese momento huérfano de niños y adolescentes que compraban en los recreos bocadillos y se endulzaban con sus chucherías.

El cineasta Pedro Almodóvar, ganador de dos Oscar, cursó en los sesenta tres cursos en el colegio 'de los frailes', como fue conocido durante mucho tiempo. Involucrado en el teatro, con Paco Martín llegó a formar un grupo musical, Los Santos, al que el cantante cacereño resta importancia. «Dimos un par de actuaciones en las fiestas colegiales».

El centro en aquella época ya contaba con cinematógrafo. Quizás aquí esté el germen de la prolífica carrera del internacional director, que acaba de arrancar la preproducción del que será su nuevo largometraje. En este trabajo, que le ocupará los próximos meses, según han confirmado a HOY desde su productora, El Deseo, se encuentra centrado ahora en exclusiva el manchego.

Con su compañero de pupitre, Almódovar versionó temas de Los Brincos y The Beatles. Para Paco Martín todos los recuerdos del colegio, en el que estudió desde Infantil hasta sexto de Bachillerato, son «agradables». «No tengo ningún sinsabor», dice el cantautor de voz y estilo serratianos.

Arriba, grupo de alumnos del curso 1963-64 en la clase de gimnasia que se daba en las pistas deportivas anteriores a la construcción del pabellón deportivo, situadas donde hoy está el Hotel Don Manue; aajo a la izquierda, clase de 4º de Primaria del curso 95-96 con los primeros uniformes escolares; y a la derecha,e n el centro de la imagen, Pedro Almodóvar con tres compañeros.
Imagen principal - Arriba, grupo de alumnos del curso 1963-64 en la clase de gimnasia que se daba en las pistas deportivas anteriores a la construcción del pabellón deportivo, situadas donde hoy está el Hotel Don Manue; aajo a la izquierda, clase de 4º de Primaria del curso 95-96 con los primeros uniformes escolares; y a la derecha,e n el centro de la imagen, Pedro Almodóvar con tres compañeros.
Imagen secundaria 1 - Arriba, grupo de alumnos del curso 1963-64 en la clase de gimnasia que se daba en las pistas deportivas anteriores a la construcción del pabellón deportivo, situadas donde hoy está el Hotel Don Manue; aajo a la izquierda, clase de 4º de Primaria del curso 95-96 con los primeros uniformes escolares; y a la derecha,e n el centro de la imagen, Pedro Almodóvar con tres compañeros.
Imagen secundaria 2 - Arriba, grupo de alumnos del curso 1963-64 en la clase de gimnasia que se daba en las pistas deportivas anteriores a la construcción del pabellón deportivo, situadas donde hoy está el Hotel Don Manue; aajo a la izquierda, clase de 4º de Primaria del curso 95-96 con los primeros uniformes escolares; y a la derecha,e n el centro de la imagen, Pedro Almodóvar con tres compañeros.

Pero más allá del laureado cineasta, a quien, por cierto, los frailes denegaron el permiso para rodar en su edificio escenas de 'La mala educación', la cantera del San Antonio ha parido otros nombres destacados.

Algunos de ellos son Esperanza Mendoza, árbitra de baloncesto en la liga Endesa; el jefe de la UCI del complejo hospitalario de Cáceres, Basilio Sánchez; Piti Hurtado, entrenador profesional de baloncesto y comentarista televisivo; Jaime Velázquez Vioque, abogado y socio director de Clifford Chance España, o los jugadores de la ACB Enríquez Fernández y Miguel Ángel Reyes.

El deporte y los campamentos del padre Pacífico en Descargamaría fueron dos de las señas de identidad de un colegio en el que muchos de los que aquí estudiaron han matriculado después a sus vástagos. Esta tradición mantiene viva la familia de la institución educativa, formada hoy por 700 alumnos y 55 profesores.

«No lo dudé. Confío en la formación académica, tanto presente como válida para el futuro, y en el cultivo de valores cristianos que se riegan desde la etapa infantil», declara Roberto Sánchez, padre de dos niños. «Creo que gracias a esa conjunción mis hijos van a crecer como personas con sólidos valores morales y culturales», señala este exalumno, ingeniero informático de profesión.

Clase del curso 1951-52.

Piti Hurtado es uno de los que habla del franciscano Pacífico, referente espiritual del centro, como un «líder», por su conexión especial con adolescentes y jóvenes. Hurtado reconoce que tuvo buenos profesores –«Joaquín Municio, Antonio Serradilla»–, pero el antiguo alumno tiene grabadas las horas de convivencia. «Veíamos al padre Pacífico y a nuestros entrenadores más que a nuestros propios padres», confiesa el también entrenador, para quien los años 80 en el San Antonio fueron la «modernidad».

«El fútbol era de horteras en ese momento, y el baloncesto, aunque se había jugado las décadas anteriores, era lo nuevo. Grandes jugadores venían a visitarnos y los mayores eran muy buenos. Agusti Valiente era alguien muy reconocido entre los más pequeños», rememora el antiguo alumno, hoy comentarista en la cadena DAZN.

Si el Paideuterion despuntó en balonmano, el Diocesano en fútbol y el Licenciados en voleibol, San Antonio es sinónimo de baloncesto en la ciudad. El colegio cuenta en sus instalaciones con una residencia deportiva para los alumnos del club. Fue a partir de los setenta cuando se gestó esta especialización, porque en décadas anteriores se jugaba también a la pelota vasca y al fútbol, según apunta José Antonio García Recuero, profesor de Matemáticas durante 43 años y director de la exitosa escuela de baloncesto.

«Estudié desde pequeño y todo son recuerdo agradables. No tengo ningún sinsabor»

Paco Martín, Cantante

«Don Roberto trataba a los niños con respeto y cariño, como alumnos mayores, no pude agradecérselo en la UCI»

Basilio Sánchez, Médico y escritor

«Para mí los 80 en el San Antonio fueron la modernidad; el fútbol era de horteras, y el baloncesto lo nuevo

Piti Hurtado, Baloncesto

«Recuerdo que éramos solamente cinco o seis chicas en clase, pero nunca hubo ningún problema»

Esperanza Mendoza, Baloncesto

García Recuero ha recopilado en un libro, que verá la luz próximamente, la historia de los 100 años del colegio. En 20 capítulos ilustrados con 1.000 fotografías repasa la transformación de este colegio masculino, al que a mediados de los 80 llegaron las primeras mujeres, una de ellas, la propia Esperanza Mendoza.

«Recuerdo que éramos solamente cinco o seis chicas en clase, pero nunca hubo ningún problema», comenta por teléfono la árbitra de 36 años, que está en Hungría en una 'burbuja' de la Euroliga femenina. «Entré con cuatro años y salí con 17, en COU. Allí me enamoré del baloncesto y a nivel académico ha sido muy importante para mí. El padre Felipe me metió el gusanillo del baloncesto y Damián Niso fue mi primer profesor».

El doctor Basilio Sánchez guarda en su memoria un emotivo episodio que vivió cuando ya ejercía la medicina. En la UCI ingresó con un infarto de miocardio en estado grave don Roberto, el profesor de Ciencias Naturales, quien le inculcó su pasión por la Ciencia. «Me puse a tratarle con todo mi interés». El reconocido médico necesitaba contarle que había sido su mejor maestro, agradecerle el «respeto y cariño» con los que trató a los niños, «como alumnos mayores», resalta, en una época de disciplina y maneras severas. Don Roberto no superó aquella noche. «Me emocionó mucho porque le recordé como el mejor profesor y no pude decírselo».

Pese a su premiada carrera literaria, el escritor y poeta admite que no fue brillante en Lengua. Su timidez personal, confiesa, le llevó a refugiarse en las Ciencias Naturales y le encaminó a la Medicina. Sería años después de salir colegio cuando empezó a abrirse y expresarse a través de la poesía y la escritura.

«Somos como una familia, cuidamos mucho a los niños, y todos los que se van fuera vuelven a visitarnos»

Sonia Martín, Directora

«Voy a publicar un libro con 1.000 fotografías de todas las épocas, en el que repaso la historia del colegio»

José A. García, Profesor jubilado

Valores

Al frente de la dirección del San Antonio está desde hace tres años Sonia Martín, primera mujer titular en dirigir un colegio franciscano, en realidad, dos, porque se ocupa también de La Inmaculada en La Puebla de Montalbán (Toledo). La profesora destaca los valores «modernos» y el sentido «fraternal» de la enseñanza franciscana. «Somos como una familia, cuidamos mucho a los niños, todos los que se van fuera, vuelven a visitarnos», subraya Martín, que imparte clases de Matemáticas desde hace 17 años.

Del traslado de Margallo a La Sierrilla –«una odisea»–, se encargó el padre Francisco Arias, guardián del convento de San Antonio y director del colegio durante una década. Fuera ya de sus aulas, el fraile vela desde el equipo directivo porque se mantenga el espíritu franciscano. «Prestamos especial atención a la adolescencia y la juventud, y a niños con dificultades de aprendizaje», apunta, sin obviar lo que han significado Pacífico y el baloncesto.

La comunidad educativa está promoviendo la candidatura para la concesión de la Medalla de Extremadura al colegio. Todo un regalo de cumpleaños centenario si la recibiera en 2021.

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100 años del San Antonio, el colegio 'de los frailes'