Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 16 de abril, en Extremadura?
El profesor Juan Pablo Cacereño, a la derecha, junto a varios de sus alumnos del ciclo superior de eficiencia energética:: PAKOPÍ

Sobresaliente en ahorro energético para el IES San Roque

Este instituto ha instalado 36 paneles fotovoltaicos en su cubierta para autoconsumo, con el objetivo de ahorrar costes y de aumentar la calidad formativa de sus ciclos de FP

jaime panadero

Viernes, 27 de diciembre 2019, 08:51

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Instituto de Educación Secundaria San Roque quiere ser un modelo de energía limpia para el resto de centros educativos de Extremadura. Con ese objetivo, han instalado en su cubierta 36 paneles fotovoltaicos para autoconsumo, que permitirá ahorrar al centro en torno a una quinta parte de la factura eléctrica.

Lo han hecho también por otro motivo de peso: el Ciclo Formativo de Grado Superior en Eficiencia Energética que ofrece el instituto. Juan Pablo Cacereño, profesor del ciclo, es uno de los principales promotores del proyecto puesto en marcha en Badajoz. «Queríamos predicar nosotros también con el ejemplo y ser eficientes. Y al mismo tiempo desarrollarlo junto a los alumnos, para que les sirva de aprendizaje», explica.

Llevan alrededor de dos años trabajando en este proyecto, que está prácticamente ya en su última fase. El primer paso fue estudiar el perfil de consumo del centro: cuánta electricidad se utiliza y en qué momentos, para intentar cubrir esa demanda produciendo energía en ese mismo rango horario.

Luego, hicieron los planos de la instalación. Ahora ya están a punto de finalizar la tercera fase, la del montaje e instalación de los paneles solares, a falta de «rematar pequeñas incidencias». La última parte del proceso consiste en analizar y optimizar la productividad. «Llevan funcionando desde septiembre, por lo que ya podemos ir obteniendo algunos datos. Pero lo interesante será analizarlos en 2020, con un año completo de producción», asegura Cacereño.

Aunque insiste en que es muy pronto aún para sacar conclusiones, los resultados están siendo positivos. Calcularon que se ahorrarían alrededor del 20% de la electricidad consumida, y en estos meses han ahorrado un 16%. «Es una buena cifra teniendo en cuenta que la instalación ha estado algunos días parada por temas de mantenimiento, y eso baja la media. Además, ahora hay menos horas de sol, más días nublados... Por eso habrá que verlo cuando llevemos más tiempo a pleno rendimiento y llegue la primavera», aclara.

En términos económicos, estos paneles le han supuesto ya al centro un ahorro de 400 euros en la factura de la luz, y estiman que ahorrarán entre 1.600 y 1.700 euros cada año.

Para llevar a cabo la instalación, ha sido imprescindible la colaboración de la Junta de Extremadura. A través de la Consejería de Educación y Empleo, pusieron en contacto al IES San Roque con el proyecto Idercexa, que lleva la Dirección General de Arquitectura y Calidad de la Edificación.

Pablo Cacereño es uno de los profesores del ciclo de FP de Eficiencia Energética.: PAKOPÍ
Pablo Cacereño es uno de los profesores del ciclo de FP de Eficiencia Energética.: PAKOPÍ

Uno de los objetivos de Idercexa, que también está presente en Cáceres y pronto lo estará en Mérida, es fomentar el autoconsumo eléctrico en los edificios públicos mediante un sistema experimental de paneles fotovoltaicos que se inclinan y se adaptan en función de la altura solar. «Pensaron que este centro era el lugar ideal para que probáramos también sus paneles en cubierta, ya que ellos los tienen solo en fachada», manifiesta Cacereño.

La integración en Idercexa cambió los planes iniciales, que consistían en instalar únicamente paneles fijos. El resultado final es mucho más enriquecedor. En total, se han instalado 36 paneles: 18 de ellos fijos, 13 inclinables según la altura solar y también se han añadido 5 que hacen un seguimiento este-oeste, el sistema más común en las plantas fotovoltaicas.

«Ahora podremos comparar la producción de cada sistema, para ver cuál nos resulta más rentable. Ya estamos viendo, como cabía esperar, que los paneles móviles producen más que los fijos, pero también requieren de una inversión mayor. Habrá que compararlo a lo largo de todo el año, luego decidiremos cuál compensa más», señala el docente.

Este proyecto, además, sirve como herramienta pedagógica para los alumnos. «Ellos van a pasar por todas las fases del proceso. Nosotros estamos dándole mucha importancia a la parte práctica, porque si el alumno, cuando salga al mercado, va a tener que montar una instalación o resolver una avería, quiero que lo haya hecho aquí antes. La única forma de aprender es trabajar con la máquina», indica. «Esto también les supone más motivación para ellos, porque están trabajando con una instalación real y unos consumos reales, no con supuestos teóricos», añade.

Además, han colocado una pantalla informativa en la entrada del centro para que todos puedan ver los datos de producción y consumo de electricidad a tiempo real.

El proyecto no acaba aquí. Hasta hace unos meses, la legislación no permitía verter los excedentes productivos a la red eléctrica, por eso desde el centro decidieron instalar solo 10 kilovatios de potencia. Pero tras la aprobación en abril del Real Decreto del autoconsumo eso ha cambiado. «No tenía sentido montar más potencia, porque no íbamos a aprovechar esos excedentes productivos que tendríamos los fines de semana o la hora del mediodía que cierra el instituto. Pero ahora quizás sí sea interesante plantear un aumento de la potencia», razona el profesor.

Por esa razón, van a intentar, junto a otros centros educativos del país, conseguir unas ayudas que concede el Ministerio de Educación para sufragar esa inversión. Su objetivo es subir a 20 kw e incluso instalar baterías para almacenar la energía producida. «Con 10 kw no hacen falta, porque consumimos casi todo lo que producimos. Pero con 20 ya sí serían necesarias. El objetivo no es verter más a la red, sino autoconsumir más. Podríamos llegar hasta un 50% de nivel de autoconsumo», asegura ilusionado. En su cabeza incluso ronda la idea de complementarlo con dos puntos de carga para coches eléctricos, para fomentar el transporte sostenible en la ciudad.

Los alumnos del ciclo pueden aplicar sus conocimientos teóricos a la práctica.
Los alumnos del ciclo pueden aplicar sus conocimientos teóricos a la práctica. PAKOPÍ

Todo, garantiza, lo hacen con el propósito de mejorar la calidad formativa de los ciclos. «Si además nos permite utilizar energía renovable y ahorrar costes al centro, pues mejor», declara.

La última fase del proyecto, el análisis de los resultados obtenidos, acabaría el año que viene. Pero el profesor ya tiene una solución pensada para las próximas generaciones de estudiantes: «Estoy hablando con la Consejería de Educación para hacer lo mismo en más centros educativos. Nosotros estaríamos encantados de ayudarles, y se podría hacer también en otros edificios públicos. La replicabilidad del proyecto es otra de sus grandes bazas».

No parece tener dudas de la viabilidad del plan. «Vamos a demostrar que es rentable, estoy totalmente seguro», sentencia con una sonrisa. El IES San Roque ya se ha sumado al cambio, apostando por la eficiencia energética y la energía renovable. Todo ello en un proyecto que le permitirá al mismo tiempo ahorrar costes en su factura de la luz y que sus alumnos de ciclo formativo salgan mejor preparados al mercado de trabajo.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios