El sagrario del Yacente de Badajoz se abre un siglo después
El Santo Entierro muestra hoy y mañana el pecho abierto del Cristo, una de las cinco imágenes-sagrario que se conservan en España
miriam f. rua
Badajoz
Jueves, 1 de abril 2021, 07:38
Hubo un tiempo, hace casi siglo y medio, que en San Agustín, los Jueves y Viernes Santos el sagrario donde se exponía la Custodia era el que tiene escondido en su pecho el Cristo Yacente. Es el secreto mejor guardado del titular del Santo Entierro, que le otorga un enorme valor a esta talla, al ser una de las cinco yacentes-sagrarios que se conservan en España.
Su hermandad ha decidido recuperar esta tradición y mostrar hoy y mañana al Cristo Yacente con el pecho abierto para que los fieles puedan contemplar el sagrario. La ausencia de procesiones por la pandemia y la decisión de la hermandad de mostrar al Cristo Yacente fuera de la urna en el altar efímero que ha preparado esta Semana Santa, ha puesto en bandeja la oportunidad de enseñar el sagrario, para que se pueda contemplar por primera vez esta joya tan singular, única en la imaginería pacense.
La cerradura escondida en la yaga
El sagrario consiste en un enorme hueco que ocupa todo el pecho del Yacente. Se abre a través de una cerradura que está escondida en la yaga del costado de la imagen. «Es imperceptible porque está muy bien disimulada en la hendidura de la yaga», explica Almudena Villar, la restauradora que se encargó anoche de abrir el sagrario.
El interior del sagrario es hueco, pero lo que destaca es que está recubierto con pan de oro, un dorado que se mantiene intacto desde el siglo XVII. «Conserva un brillo precioso que es completamente diferente al oro de ahora», destaca Villar, quien confirma que la talla original del Cristo Yacente se hizo con el sagrario en el pecho y no fruto de una intervención posterior ya que –explica– «no hay ninguna separación de la madera».
La restauradora subraya la singularidad de esta imagen-sagrario, ya que lo normal –explica– «es que las imágenes tengan un hueco en la espalda para que el movimiento de la madera no la deforme».
La hermana mayor de la Hermandad del Santo Entierro, Mamen Gutiérrez, cuenta que «durante la Edad Media, los Jueves y Viernes Santos en el Cristo se ponía la Eucaristía y, en vez de adorarla en un retablo, se le rezaba ahí». Esa tradición se perdió tras el Concilio Vaticano I porque la Iglesia consideró que, en lugar de adorar al Santísimo, parecía que se estaba velando a una imagen.
Desde entonces, hace casi 150 años, el sagrario del pecho del Yacente ha permanecido cerrado salvo en una ocasión, cuando se trasladó en 2004 al claustro de la Catedral con motivo de la exposición dedicada a los cristos que procesionan en la Semana Santa pacense. No obstante, lo emotivo de esta ocasión es que se va mostrar los mismos días que antiguamente: hoy, Jueves Santo, de 11 a 13.30 horas, y mañana, Viernes Santo, de 11 a 13 horas y de 18.30 a 20.30 horas. «De esta manera –explica la hermana mayor– se cumple con el sentido litúrgico».
El descubrimiento del sagrario es un motivo más para acercarse hasta San Agustín a ver el sobresaliente altar que ha preparado la hermandad, que ha logrado reproducir una imagen inédita en la Semana Santa pacense, la de la unción del cuerpo muerto de Cristo. Velándolo está la Virgen de las Lágrimas, vestida como salía en procesión hace un siglo: rostrillo a la caja, rosario en el cuello y los símbolos de la pasión en el pecho.