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El pol dance engancha a las pacenses a la barra cromada
La campeona de España y finalista del Mundial Blanca Blonx ofreció una clase magistral en Badajoz para reivindicar esta práctica que aspira a ser Olímpica
Muchos aún tienen en mente que moverse en torno a una barra cromada es un tipo de striptease, pero la realidad es que el pol dance se ha convertido en un deporte que aspira a ser olímpico y sus aficionados son gimnastas enganchados a esta disciplina. La fiebre que ha calado por gran parte del mundo y se contagia con fuerza en España también tiene seguidores en Badajoz.
«Venga, vamos a hacer un flat scorpio o un Spiderman ¿Qué os parece?». Esta fue una de las propuesta de Blanca Blonx. Esta campeona de España de pol dance y finalista en el Mundial ofreció una clase magistral en la capital pacense y sorprendió con su capacidad de hacer fácil lo que parece imposible. Blanca agarra la barra con sus manos y levanta su cuerpo para formar figuras como si no pesase. Su capacidad atlética no recuerda a una bailarina exótica, sino a una atleta de elite.
Blanca Blonx (Madrid, 35 años) comenzó en el pol dance hace once y de casualidad. Hacía hip- hop desde los ocho años y su profesor la animó a probar una clase de pol dance. Así lo hizo. En su primera sesión fue capaz de invertirse, es decir, agarrarse con las piernas a la barra y bajar la cabeza. Un hito muy importante para las aficionadas y que muchos tardan tiempo en conquistar.
«La barra cromada viene de donde viene, del striptease. Sin embargo en estos años la técnica ha evolucionado tanto que ya no se puede relacionar»
Blanca Blonx
Figura internacional del pol dance
Le cambió la vida. Se enganchó a esta disciplina y acabó pidiendo una excedencia de un año en su trabajo como enfermera que finalmente se convirtió en una ausencia mucho más larga de ese puesto. Ahora compite y da clases. Está preparando su próxima competición, la Pol Cap de Cataluña, y defiende, con ilusión, que el pol dance ya se acerca a los Juegos Olímpicos. «Estuvo cerca, pero hay dos federaciones a nivel mundial y solo puede haber una. Cumple con el resto de criterios y algún día estará», explica.
España podría ser referente en el medallero si finalmente esta disciplina conquista al COI (Comité Olímpico Internacional). Uno de los pioneros del deporte es español, Denis Terrones, y también uno de los mejores del mundo en la actualidad, Albert Amores. Blonx explica que España podría competir al nivel de China o Rusia . Para llegar preparado a un Mundial, añade, hay que prepararse una rutina, igual que en el caso de la gimnasia deportiva, y defender unas figuras y ejercicios. Para ellos puede entrenar dos horas diarias durante al menos cinco meses.
Más allá de la competición, para los aficionados es «un deporte que te hace olvidarte de todo, es un escape», defendía ayer una de las asistentes a la clase de Blanca. Sirve para desarrollar la fuerza y la flexibilidad, aunque Blonx defiende que es accesible a cualquiera que desee intentarlo. «Hay gente que llega el primer día y logra invertirse (colgarse al revés) y otros pasan un año bailando con la barra, pero disfrutan. Es una disciplina variada y merece la pena probarla», defiende.
Alejandra Olea fue una de las alumnas que disfrutó de la clase magistral de Blonx. Empezó en el pol dance hace menos de un año, pero tiene claro que ha encontrado algo que le encanta. De hecho, decidió dar alguna clase para probar y le encanto, tanto que abandonó el boxeo para centrarse en este deporte. «Había visto vídeo y pensé que quería probar, hacer algo creativo porque yo venía de las artes marciales y me encanta. Además es un deporte muy completo».
Blanca Blonx asegura que hay que quitarse complejos a la hora de acercarse al pol dance. Ella tiene alumnas de muchas edades y distintas características. «El cuerpo que necesitas es el que traigas», concluye. «Es una disciplina muy variada
La anfitriona de la clase de ayer fue Beatriz Zamora, la responsable de la escuela Be a Rainbow. Esta pacense comenzó a enseñar pol dance en 2010 cuando apenas un puñado de mujeres se atrevían a aprender esta disciplina que cargaba con un gran estigma, ya que se relacionaba directamente con el striptease. En 2015 abrió su escuela, una de las que sigue ofreciendo estas clases en la capital pacense, y ya cuenta con medio centenar de alumnas. «Desde 8 años la más pequeña a 60, vale para todos», explica Zamora que reconoce que cuesta sumar chicos a este deporte aunque a nivel nacional e internacional ya hay grandes figuras masculinas.
Sin estigma
En cuanto al estigma, esta pacense indica que cada vez es menos porque el deporte se conoce más y no hay complejos. «La barra cromada viene de donde viene. Hay deportes, por ejemplo en la India, con barra vertical que se practican desde el medievo, pero el pol dance que conocemos viene del striptease. Sin embargo en estos años la técnica ha evolucionado tanto, hay tantas figuras, que ya no se puede relacionar. Es otra cosa y cada vez se acepta más así y hay más».
«Yo siempre digo que es la calistenia de las mujeres», añade Beatriz Zamora que defiende que, además de un buen ejercicio, se crea un excelente ambiente en clase. «En otras disciplinas quizá hay más competitividad, pero aquí enseguida las alumnas se ayudan unas a otras. Se aprenden trucos ayudando y se crea un ambiente especial».
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