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El Guadiana recuperará una de sus antiguas barcas
La Asociación Cívica y la de Recreadores han localizado una embarcación romboédrica; además de exponerla, quieren que vuelva a navegar en el río
Unos enormes rombos de madera formaban parte del paisaje habitual en Badajoz hasta los años 80. Eran las barcas del Guadiana, un medio de transporte para cruzar el río, ir a las playas o salir de paseo. Dentro de poco una de esas embarcaciones volverá navegar bajo en puente de Palmas.
En 1983 desaparecieron las llamadas barcas romboédricas de Badajoz. Los pacenses dejaron de hacer vida en el río y ese medio de transporte cayó en desuso. Ahora un proyecto de la Asociación Cívica de Badajoz en colaboración con la Asociación de Recreadores Baluarte quiere recuperar la historia de estas barcas. Por el momento han logrado encontrar una en buen estado y su intención es exponerla para que los pacenses puedan verla. En el futuro pretenden que vuelva a navegar y organizar una exposición en torno a estas embarcaciones.
Detrás de la iniciativa está Juan Carlos Arce. Además de ser dirigente en las dos asociaciones implicadas, tiene una empresa de piragüismo en el Guadiana y es un apasionado del río. Hace cinco años se marcó como objetivo encontrar una barca antigua. No ha sido sencillo, pero finalmente un particular, José Manuel Lavado, le ha cedido la que usaba su familia hasta hace 25 años. Estará expuesta en la Ermita de los Pajaritos. «Mucha gente, especialmente los mayores, me dicen que están deseando verla y que les hace ilusión».
Arce ha estudiado la historia de estas barcas. Según este pacense no hay una explicación oficial a su peculiar forma de rombo, pero eran las idóneas para navegar por el Guadiana, especialmente entre Talavera y Portugal. «En el Tajo, por ejemplo, las barcas eran completamente distintas».
«No se sabe muy bien porqué eran así, pero curiosamente las de Badajoz son casi idénticas a las que había en el Volga, en Rusia. Eran útiles, por ejemplo, para los pescadores porque dan mucha estabilidad, incluso en los picos se mantiene una persona de pie sin caer al agua».
Lo que sí tiene una explicación clara es el bajo calado de la barca. Es poco profunda porque el Guadiana era poca profundidad. De hecho era habitual que cuando se sentaban los pasajeros entrase agua por la borda. Ellos colocaban los pies sobre una tabla elevada para no mojarse y, durante el trayecto de orilla a orilla, el barquero iba achicando agua con un recipiente.
«El río entonces no era como lo vemos ahora», explica Juan Carlos Arce refiriéndose a las dos presas que cortan la corriente aguas arriba y abajo. «Era un río con poca profundidad y necesitabas una barca con poco calado para poder navegar».
Arce explica que, aunque todas eran romboédricas, había tres tipos de usos y medidas. Algunas estaban destinadas a pescadores, otras a pasajeros con diez plazas y otras a pasajeros, pero con el doble de espacio. Parte eran privadas, pero muchas estaban en los embarcaderos y se podía pagar al barquero para pasar a la otra orilla.
La búsqueda
La búsqueda de esta embarcación no ha sido fácil. «Hay muchas por ahí, más de las que parecen, pero muchas en mal estado», relata Arce. Dentro de su investigación decidió buscar a los constructores de estas barcas, por ejemplo, en Orellana. Finalmente dio con el rastro de un artesano en Puebla de la Calzada. En esta localidad le dieron otra pista, le hablaron de una familia de Montijo que había comprado la última barca que se fabricó en ese taller.
Con un apellido en la mano Juan Carlos Arce siguió su búsqueda y finalmente localizó a José Manuel Lavado en las redes sociales. Cuando le contó su objetivo de recuperar una barca por su valor histórico, este vecino decidió regalársela. «Ha sido un gran logro porque es, de todas las que he visto, la que está en mejor estado, incluso con el ancla original».
La embarcación fue trasladada ayer a la Ermita de los Pajaritos que es la sede de la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz. Allí pretenden exponerla con documentación e imágenes del uso de estas barcas en el Guadiana.
Pero el proyecto no se quedará lejos del río. Arce va a hacer pruebas de flotación las próximas semanas y espera poder usarla e incluso invitar a los que lo deseen a cruzar el Guadiana como antiguamente.
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