Por todas las que lucharon, luchan y lucharán

La Marcha Rosa de 2024 en Plasencia no ha sido una marcha más. Este año, el mayor evento solidario de la ciudad decidió poner nombre y apellidos a una comunidad cuyas caras y sufrimiento suelen pasar desapercibidos. No fue anónima ayer Isabel María Ventura Fuentes, joven que falleció hace unos meses a causa de un cáncer de mama y que vino a representar a todas aquellas que «lucharon, siguen luchando y lucharán», en palabras de Milagros Ovejero, delegada de la Aoex en Plasencia.

La Marcha Rosa no perdió ayer su carácter festivo –y de concienciación y reivindicación-, pero la emoción estuvo más a flor de piel que nunca. Sobre todo, cuando sobre la pasarela del río Jerte, una vez iniciada la marcha, se rindió homenaje a Isabel. Fue a ella como pudo haber sido a cualquier otra que quedó en el camino. «Se la dedicamos a todas, aunque este año la marcha tuviera el nombre de una persona que nos dejó», explicaba Milagros Ovejero.

Desde el agua, las tripulantes del barco-dragón de la Escuela Placentina de Piragüismo –casi todas pacientes oncológicas-, leyeron un manifiesto en recuerdo de Isabel y otras muchas. Desde el puente, familiares, amigos y participantes lanzaron flores y pétalos rosas al agua mientras la piragua surcaba el río por debajo del arco.

Las actividades comenzaron un poco antes de la marcha, a las 11.00 de la mañana, con castillos hinchables, una sesión de zumba a cargo del gimnasio Losan, y la animación de Paco Santos y la Banda de Música. Al finalizar la marcha, se realizó un sorteo de regalos donados por empresas colaboradoras.

También huno momento para leer un par de cartas en público. Milagros Ovejero agradeció la solidaridad de todos los participantes y animó a que «el cáncer no venza nuestra voluntad». José Luis Ventura, padre de Isabel, leyó unas letras de su hija para expresar su gratitud hacia todos los que luchan para superar la enfermedad.

En total, Aoex vendió casi 5.000 dorsales, acercándose a las cifras de antes de la pandemia. Además, se vendieron casi 6.000 camisetas con un nuevo diseño. Con el objetivo cumplido, la delegación local se centrará en dar ahora soporte y asesoramiento a las marchas que se celebrarán en los pueblos del norte de la región.

«Tengo el corazón rebosante», reconocía Milagros Ovejero después de levantar el campamento base en El Cachón y dar las gracias a todos los colaboradores.

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