Luis Portero, caso reabierto 25 años después
La Audiencia Nacional sigue tras las pistas del caso del asesinato en Granada e investiga a los presuntos autores intelectuales del crimen
Pilar García-Trevijano e Inés Gallastegui
Domingo, 12 de octubre 2025, 07:21
Lo último que vio Luis Portero fueron las caras de sus asesinos antes de desplomarse en el portal de su casa, en el número 6 de la calle Rector Marín Ocete. Los etarras Harriet Iragi e Igor Solana Matarrán le arrebataron la vida con un disparo a bocajarro el 9 de octubre del año 2000. El atentado de ETA contra el primer fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia movió a 200.000 personas a las calles en el mayor grito de repulsa contra la banda terrorista en Andalucía. Los autores materiales fueron condenados por el crimen, al igual que uno de los 'cabecillas', Juan Antonio Olarra Guridi, 'Jhon'.
Veinticinco años después, la Audiencia Nacional ha reabierto el caso. La familia trata de cercar a los otros dos miembros de la cúpula que dirigieron durante aquellos años la organización, Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', y Ainhoa Múgica, conocida como 'Olga' a quienes consideran también responsables de la ejecución del fiscal.

Condenados
Investigados
Igor Solana
Autor material
del asesinato de
Luis Portero
‘Txapote’
Exdirigente
investigado hoy
por la Audiencia
Harriet Iragi
Autor material
del asesinato de
Luis Portero
‘Olga’
Exdirigente
investigada hoy
por la Audiencia
J. Antonio Olarra
Exdirigente de la
banda y autor intelectual

Condenados
Investigados
Igor Solana
Autor material
del asesinato de
Luis Portero
‘Txapote’
Exdirigente
investigado hoy
por la Audiencia
Harriet Iragi
Autor material
del asesinato de
Luis Portero
‘Olga’
Exdirigente
investigada hoy
por la Audiencia
J. Antonio Olarra
Exdirigente de la
banda y autor intelectual

Condenados
Igor Solana
Harriet Iragi
Autor material
del asesinato de
Luis Portero
Autor material
del asesinato de
Luis Portero
Investigados
J. Antonio Olarra
Exdirigente de la
banda y autor intelectual
‘Txapote’
‘Olga’
Exdirigente
investigado hoy
por la Audiencia
Exdirigente
investigada hoy
por la Audiencia

Condenados
Investigados
Igor Solana
Harriet Iragi
J. Antonio Olarra
‘Txapote’
‘Olga’
Autor material
del asesinato de
Luis Portero
Exdirigente de la
banda y autor intelectual
Exdirigente
investigado hoy
por la Audiencia
Exdirigente
investigada hoy
por la Audiencia
Autor material
del asesinato de
Luis Portero
Bases de datos incautadas en Francia, boletines internos de la banda terrorista, un nuevo informe de la Dirección General de la Guardia Civil, declaraciones de etarras arrepentidos o la carta manuscrita de uno de sus asesinos son algunas de las nuevas pistas que ayudarán a determinar si hubo más responsables en el crimen. Por primera vez, IDEAL analiza el sumario y la documentación para desgranar los indicios que señalan al aparato militar de ETA.
Primera prueba
La entrevista con 'Txapote'
Los primeros vestigios se remontan a las diligencias del sumario original. Durante los interrogatorios, Igor Solana confiesa que accedieron al portal con la excusa de repartir publicidad sobre la lucha contra el cáncer y se escondieron hasta la llegada de su víctima 20 minutos después. El tándem letal junto a Iragi, denominado por ETA Erraia, que significa Entraña en euskera, se constituyó para sustituir al primer comando Andalucía tras su desarticulación. Asesinaban y viajaban para volver a matar, así fue su letal rutina entre julio de 1999 y octubre del año 2000.
Hicieron tres campañas donde acabaron también con la vida del concejal del PP de Málaga, José María Martín Carpena y Antonio Emilio Muñoz Cariñanos, coronel del Ejército y médico de Sevilla. Tal y como declara el asesino de Portero, antes de pasar la frontera entre Francia y España, 'Txapote' les despidió en dos ocasiones, les deseó suerte y tuvieron entrevistas con él.
Tras el asesinato, ETA detonó un coche en la calle Santa Bárbara de Granada

Desperfectos en la calle Santa Bárbara de Granada tras la explosión de un coche bomba

Desperfectos en la calle Santa Bárbara de Granada tras la explosión de un coche bomba

Desperfectos en la calle Santa Bárbara de Granada tras la explosión de un coche bomba

Desperfectos en la calle Santa Bárbara de Granada tras la explosión de un coche bomba
Segunda prueba
Comando Erraia
Lo habitual era que la persona que despedía a los integrantes de los comandos armados que entraban en España fuese el principal o uno de los principales responsables del aparato militar. Olarra Guridi, jefe condenado, es quien aporta domicilio, horarios de trabajo, fotografías, modelo y matrícula del coche oficial que llevaba al fiscal a casa. Cuando el jefe militar iba a verles al piso donde se encontraban alojados en Francia acudía acompañado por Ainhoa Múgica, «con quien en alguna ocasión discutían las informaciones y acciones a realizar». Antes de sus viajes, la organización les entregó pistolas, juegos de documentación falsa, mochilas con soportes de placas de matrículas vírgenes, caracteres en plástico negro y un total de cuatro kilos de explosivos.
En sus declaraciones a la policía, el asesino de Portero confesó que la información empleada en su campaña de atentados venía directamente de la dirección y les fue facilitada de forma directa o través de dos enlaces con los que se encontraron en un centro comercial de Málaga y en la catedral de Sevilla. «Es mejor consultar con su responsable en ETA antes de decidir qué tipo de acción realizar», manifestaba Solana.
Estas declaraciones eran las referencias conocidas que el etarra había hecho sobre sus jefes. Pero no son las únicas. En el marco del procedimiento judicial francés contra ETA, las autoridades incautaron una carta de ocho hojas que Solana escribió e hizo llegar desde prisión a sus superiores.
Tercera prueba
La carta
En esa 'kantada', les advierte sobre la información desvelada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los terroristas estaban obligados a mandar a la jefatura de la banda lo que había contado en las detenciones. El asesino de Portero alega que por medio de supuestas torturas y «tiradas de testículos», dio los tres nombres de quienes por entonces encabezaban ETA. «Elegí a Txapote, ellos decían que era imposible que hubiera estado siempre en la casa y tanto insisten en los temas que al final digo que el responsable era Olarra», dice el escrito. «Ellos me preguntan si Ainhoa estaba con él y yo respondo siempre que no. Me preguntan por su aspecto y digo que como en la foto. Ellos saben que 'Txapote' tiene barba y pelo canoso», se excusa en la misiva.




«Ahora querían saber dónde estuve escondido en Hegoalde y en Iparralde. No les dije nada de los pisos de Hegoalde a pesar de que me apretaban los testículos, pero les dije que había estado en casa de una chica que se llamaba Idoia, les dije que todo el tiempo había estado en casa de Idoia, pero no lo creían... decían : 'Esto no me cuadra'. Pero no sacaban más. Después, al ver quién era el responsable, yo elegí a 'Txapote'. Ellos decían que era imposible, que hubiera estado siempre en la misma casa»
Igor Solana
Asesino de Portero
En un nuevo informe de la Dirección General de la Guardia Civil que ha sido fundamental para reabrir el caso, consideran que el etarra «quiere trasladar y poner en conocimiento de sus responsables en Francia que facilitó a las fuerzas de seguridad los nombres de los responsables de dirigir la actividad del comando». Este escrito se ha incorporado a la investigación.
Cuarta prueba
El Zutabe 87
A juicio de los expertos, otra de las pruebas «más evidentes» acerca de que la dirección de ETA, a través de su aparato militar, tenía señalado como objetivo preferente a Portero fueron los datos obrantes en un boletín interno de la banda de octubre de 2000, denominado Zutabe número 87, en el que se hacía referencia a las acciones materializadas por la organización terrorista. Calificaban de «acierto el reciente asesinato del Fiscal Jefe del TSJA» y se congratulaban por haberle escogido como objetivo «en vista de su trayectoria». El nombre de Portero sonaba fuerte como sucesor del fiscal general.
Las autoridades francesas encontraron también a Portero entre los objetivos de la judicatura elegidos por la dirección en el material que le incautaron en 2008 al etarra Javier Lopez Peña 'Thierry'. Además, una vez que Portero fue asesinado, los encargados de gestionar la base de datos de objetivos de ETA actualizaron su ficha con la palabra 'zendu', que significa muerto en euskera. En la ficha aparecían datos de la víctima que «pondrían de manifiesto que esa información, con anterioridad a su asesinato, se encontraba ya en poder de ETA y que podría haber sido facilitada por los responsables», insiste la Guardia Civil.
En fechas inmediatamente anteriores al asesinato del fiscal, miembros de la judicatura ya habían sido señalados por la dirección de ETA como objetivos preferenciales por ser «enemigos de proceso de construcción nacional». En 1997 se asesinó en Madrid al magistrado del Tribunal Supremo Rafael Martínez Emperador. Años antes ya acabaron con la vida de la fiscal Carmen Tagle. El etarra Francisco Múgica Garmendia confirmó en un juicio por el asesinato de la jurista la estrategia de atentar contra miembros de la judicatura. Amenazó en la vista oral a los magistrados que formaban parte del tribunal con sufrir el mismo destino. Exactamente lo mismo que hizo uno de los pistoleros de Portero, Harriet Iragi: «Usted puede ser el siguiente», le dijo al juez en la Audiencia Nacional. El magistrado, Guillermo Ruiz Polanco, contestó al atrevimiento con un «si yo no fuese juez y usted no estuviera esposado y con un brazo herido le pegaba dos hostias».
Quinta prueba
Arrepentidos de ETA
Los testimonios de dos exetarras, testigos protegidos en varias causas, también dejan evidencias de que los dirigentes de ETA eran los últimos responsables de las muertes de miembros de la judicatura. «Las órdenes para cometer acciones emanaba de la dirección. Ellos daban la autorización para atentar», dijo uno de los 'arrepentidos de la banda' a la Audiencia Nacional sobre los tres miembros de la cúpula. «Las acciones se ejecutaban con los armamentos y explosivos que nos enviaban previamente», añade. «En caso de jueces y fiscales hubiéramos tenido que consultar a la dirección. No teníamos autonomía. De todas formas cualquier atentado las órdenes emanaba de la dirección», remachó el testigo protegido.
Sexta prueba
ERR + BURH




En el material incautado por las autoridades francesas a otra etarra en octubre de 1999, figuraban anotaciones manuscritas que ponían «Err + Burh, finales de septiembre». La Guardia Civil creía que estas referencias hacían alusión a dos comandos, entre ellos Erraia, y a las citas orgánicas mantenidas. Tras cotejar la letra con un informe grafista, se ha determinado que pertenecían a Ainhoa.

La banda fijó
como objetivo «preferencial» a cargos judiciales de todo el país

La banda fijó
como objetivo «preferencial» a cargos judiciales de todo el país

La banda fijó
como objetivo «preferencial» a cargos judiciales de todo el país

La banda fijó
como objetivo «preferencial» a cargos judiciales de todo el país
Con estos indicios, la Guardia Civil cree que Javier García Gaztelu ('Txapote') y Ainhoa Múgica como integrantes del aparato militar «debieron de tener pleno conocimiento sobre los actos de decisión, planificación, autorización y materialización del asesinato del fiscal jefe del TSJA Luis Portero García». Aunque Olarra facilitara la información del fiscal, creen que ambos pudieron ordenar o facilitar la comisión del atentado porque «ostentaban dominio real y tenían capacidad de haberlo evitado, consensuado, decidido u ordenado su ejecución».
«Nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro ser humano»
Luis Portero
El fiscal fue objetivo de ETA mucho antes de que el comando Erraia le asesinara. Durante la desarticulación del primer comando Andalucía en el año 1998 se incautaron recortes de prensa, incluido uno de este periódico donde aparecía el jurista.
Luis Portero confesó en una entrevista a IDEAL que se sobreponía al miedo de sufrir un atentado con serenidad y amor por su trabajo. Creía que «nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro ser humano». Triunfó sobre la muerte y donó su corazón, riñones, hígado y córneas para salvar a otros.
Su recuerdo está en todas partes y su nombre pervive en los principales edificios de la Justicia granadina. Su familia no parará hasta que se procese a todos los implicados en el crimen, por eso han mantenido viva la investigación para que no prescriba. «Era un fiscal íntegro y con vergüenza. Profesionalmente intachable. Luis no era un político, era un servidor del Estado y como tal actuó en conciencia. Así queremos recordarlo», sentencian los suyos.
Créditos
-
Una investigación de Pilar García-Trevijano e Inés Gallastegui
-
Documentación Amanda Martínez
-
Diseño Carlos J. Valdemoros, Cristina R. Rey y Javier Morales
-
Coordinación M. V. Cobo