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Álvaro Rubio, Juan Soriano y Evaristo Fdez. de Vega
Cáceres | Badajoz
Viernes, 15 de diciembre 2023, 07:52
Persona que trabaja en un quiosco, especialmente de periódicos. Esa es la simple definición que la Real Academia Española (RAE) hace de la palabra quiosquero. Sin embargo, esta figura es y ha sido mucho más que eso a lo largo de los 90 años de HOY. Es quien entrega las noticias con ese olor característico a tinta negra a los lectores; es el primero en comentarlas con ellos y también es testigo diario de la actualidad de su calle, barrio, municipio y de su región.
Levantan la persiana bien temprano para que los lectores de siempre sigan yendo, antes de desayunar, a por su periódico diario. Ellos buscan una lectura pausada o con historias que, en ocasiones, les afectan directamente y otras tantas simplemente les invitan a reflexionar sobre lo que sucede en su ciudad.
Van a su quiosco de toda la vida. Y es que, aunque no son muchos ya, aún siguen existiendo esos pequeños establecimientos. Sucede por ejemplo en Cáceres, donde Antonio José Casallo no cambiaría su oficio por ningún otro. O en Badajoz, donde Carlos García regenta un establecimiento con casi medio siglo de vida. O en Mérida, donde Leonardo Naharro, después de 30 años al frente de un quiosco, dará el relevo a su hijo.
Pero también hay negocios que ya no son quioscos como se han conocido siempre. Es el caso del que regenta Ángel Luis Valiente Barco en Plasencia. En su establecimiento se puede comprar prensa, revistas y también echar la lotería. Su empresa, además de vender el Diario HOY, también ha llevado este periódico todos los días a las casas de los placentinos.
Antonio José Casallo Quiosquero en Cáceres
Antonio José Casallo Partido reconoce perfectamente el característico olor a papel de la prensa escrita. Tiene 63 años y lleva 42 al frente de un quiosco en Cáceres en el que, como él dice, el Diario HOY es el periódico regional de referencia. «Es el que más se vende», comenta este enamorado de su profesión. A él la jornada laboral, aunque es larga, se le pasa rápido. Abre a las ocho de la mañana y cierra en torno a las nueve y media de noche. «Es un trabajo muy llevadero, yo no me canso. No te da tiempo de aburrirte. Hablas con muchísima gente, así que el día se te pasa rápido», dice Antonio José.
En ese tiempo, este quiosco ubicado en la calle Viena y que antes estaba situado en Virgen de Guadalupe es también punto de reunión para quienes no se pierden su cita con la actualidad. Él, después de tantos años, sabe a la perfección lo que interesa a los cacereños. «El cliente muchas veces comenta conmigo la portada al comprar el HOY. Si es de política nado entre dos aguas y si es del tiempo siempre queda eso de San Miguel se está haciendo largo», comenta entre risas.
Dice con cierta nostalgia que ha visto pasar la vida y son muchos los acontecimientos de los que ha sido testigo a través de la prensa. Él también es consciente de que los tiempos han cambiado y se considera un superviviente. «Ahora mismo, en Cáceres, quedamos cinco quiosqueros», comenta mientras pone un poco de orden en su quisoco. No pierde las buenas costumbres. «Cada mañana le echo un vistazo a las portadas porque los lectores nos preguntan si viene determinado contenido en un periódico», afirma.
Cuando se le pregunta por el día de mayores ventas, lo tiene claro. «Con la lotería era una auténtica locura. De hecho, en la misma tarde ya había ediciones de la Lotería de Navidad. Se veía bastante. Después de las elecciones la prensa también se disparaba, al igual que en grandes momentos de Cáceres, como el ascenso del equipo de baloncesto a la ACB. Cuando ganaba el Madrid también pasaba, pero ahora ya no porque tiran de Internet», cuenta.
Reconoce que al sector le ha afectado la crisis de 2009, la pandemia e Internet, pero pese a ello y las largas jornadas de trabajo, no cambiaría esta profesión por otra.
El trato con sus clientes a diario también es insustituible para él. Ahora una gran mayoría de ellos son jubilados y fieles a sus costumbres. «Hay lectores del HOY que no dejan de comprarlo ni un solo día», añade Antonio José Casallo, que felicita desde su quiosco a HOY por 90 años de «buen periodismo».
Carlos García Márquez Quiosquero en Badajoz
Carlos García Márquez tiene 48 años, justo la misma edad que el quiosco de prensa del que se hizo cargo su padre en Badajoz, ya fallecido, hace casi medio siglo. Él era un niño cuando comenzó a familiarizarse con un trabajo heredado del que presume a pesar de las dificultades. «Recuerdo la época en la que se vendían cien periódicos en una hora, eran otros tiempos».
Explica Carlos que la ubicación de su quiosco, justo en la esquina de la Ronda del Pilar con la avenida de Europa, es un enclave privilegiado para un negocio de este tipo. Frente a él tiene el edificio de la Subdelegación del Gobierno y al lado está la Seguridad Social. «Antiguamente era una costumbre comprar el periódico antes de entrar a trabajar, aquí paraban muchos funcionarios».
Con el paso de las años y la llegada de las ediciones digitales la venta del papel se ha reducido, pero junto con las revistas sigue siendo el punto fuerte de su quiosco. «Aquí ofrecemos otros muchos servicios, pero solo son parches que ayudan a sobrevivir. Lo principal sigue siendo la prensa», asegura.
El quiosco de Carlos tiene fotocopiadora y también permite mandar correos electrónicos o realizar pequeñas gestiones telemáticas. «Incluso vendo algunos artículos por Internet, especialmente colecciones de miniaturas a personas que no tienen quiosco en los lugares en los que viven».
Confirma Carlos que el periódico HOY sigue siendo el líder, muy por delante de El País y el ABC, los dos rotativos nacionales más solicitados. «Yo creo que la portada más impactante que he tenido en mi quiosco es la de la covid, pero ese día se vendieron pocos periódicos. La gente se quedó en casa».
Leonardo Naharro Quiosquero en Mérida
Leonardo Naharro lleva 30 años al frente de un quiosco en la Puerta de la Villa de Mérida, uno de los puntos neurálgicos de la capital autonómica, situado en la cabecera de la céntrica calle Santa Eulalia. En este tiempo se ha convertido en un testigo directo de la evolución de la prensa, desde el auge de finales el pasado siglo a la caída de las ventas por la pujanza de las ediciones digitales. «Ha bajado bastante, y menos mal que el HOY no ha bajado mucho», afirma.
Naharro no llegó a este negocio por casualidad. Se inició en El paraíso del disco, un establecimiento del centro de la ciudad donde se puso en marcha uno de los primeros videoclubes de Mérida, lo que le reportó un cierto éxito. Pero el sector fue perdiendo fuerza, al igual que sucedió con la venta de música.
En esa tienda también contaba con una sección de venta de periódicos, lo que le permitió conocer ese sector. De modo que cuando el Ayuntamiento de Mérida sacó a subasta el establecimiento de la Puerta de la Villa, pujó más que nadie y se llevó la concesión tras presentar la mejor oferta. Después llegó el traslado a un quiosco de mayores dimensiones, lo que permitió ampliar el negocio y convertirse en un referente en un lugar privilegiado.
«El HOY es lo que más se vende», afirma, ya que los lectores quieren noticias de su ciudad y región. La prensa nacional sube en las épocas de más turismo, pero lo que predomina es la fidelidad a una cabecera.
En cuanto al perfil de sus clientes, señala que «personas mayores son las que más compran», pero afirma que también hay jóvenes que siguen comprando periódicos. Se mantiene el aumento de las ventas en fin de semana, que es cuando hay más tiempo para una lectura reposada. Y destaca la importancia de las primeras páginas. «La portada es muy importante, pero el lector se fija más en su periódico de siempre», afirma.
La caída en las ventas de periódicos de los últimos años se compensa con otros productos, como revistas, chucherías, colecciones… «El futuro es tener cosas complementarias, porque si no es imposible», apunta, aunque augura que la prensa se seguirá vendiendo.
Ángel Luis Valiente Negocio de lotería y prensa en Plasencia
Ángel Luis Valiente Barco está al frente de un establecimiento en el que venden prensa, revistas y lotería. Es uno de esos negocios marcado por la tradición familiar. Primero lo dirigió su abuelo, luego su madre y ahora él. En total, medio siglo de vida y siempre en el centro de Plasencia, en concreto en la calle Talavera.
Por allí pasan cada día los placentinos para comprar el Diario HOY. «Cuando mi abuelo llevaba el negocio, primero fue una mercería y luego una tienda de juguetes. Fue al cogerlo mi madre y mi tía cuando empezaron con los periódicos. Llevamos 30 años vendiendo prensa y el HOY es el que más se despacha. A nosotros se nos agota la mayoría de los días. Somo el quiosco que más vendemos. Raro es el día que sobra el HOY», comenta Ángel.
Él trabaja junto a su cuñado Javier en este establecimiento que, de algún modo, se convierte cada día en un punto en el que la actualidad del municipio también gira en torno a él.
«Algunos clientes comentan noticias conmigo, pero procuro evitarlo en la medida de lo posible, ya que la mayoría habla de política y prefiero no entrar en ello. Cuando no tiene que ver con ese asunto, ahí sí suelo hablar un poco mas», dice entre risas Ángel Luis.
Él tomó las riendas del negocio hace siete años y también han llevado el Diario HOY a los domicilios de los placentinos; ha llevado las noticias a las casas de toda una ciudad.
Además, han distribuido el periódico en los centros de salud, locales, centros de mayores, instituciones de la Junta, etcétera. «Son tres horas y media repartiendo. Estamos en la era de lo digital, pero sigue habiendo también muchas personas que prefieren el papel. Nos lo dicen a diario lo lectores», concluye Ángel.
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