El pueblo que ha digitalizado todo su ciclo de gestión del agua
Ambling ha instalado en Casas de Don Antonio (190 habitantes) contadores inteligentes en todos los puntos de suministro que emiten datos de consumo tres veces al día y ayudan a un uso más sostenible y al ahorro de los ciudadanos
Martes, 17 de diciembre 2024
Tres actualizaciones al día frente a una lectura cada tres meses. Más de un millar de registros al año en lugar de cuatro. Esa es la enorme diferencia que permiten los contadores inteligentes de consumo de agua respecto a los tradicionales. Los primeros envían los datos y los segundos dependen del desplazamiento de un trabajadores para comprobar la cifra que marcan.
Mucha más información, por tanto, que tiene ventajas directas sobre la factura que pagan los ciudadanos –pero que también abre un infinito abanico de posibilidades a la hora de mejorar la eficiencia del servicio– de las que ya se benefician los habitantes del municipio de Casas de Don Antonio (Cáceres).
Esta localidad con apenas 200 habitantes censados es la única de Extremadura –«no conocemos ninguna otra tampoco a nivel nacional», declaran desde Ambling– que tiene todos sus puntos de consumo de agua dotados con contadores inteligentes.
Con ellos, los ciudadanos pueden consultar sus datos de consumo prácticamente en tiempo real a través de la Oficina Virtual, una plataforma web desarrollada por Ambling, a la que pueden acceder desde sus ordenadores y dispositivos móviles.
Así los vecinos de Casas de DonAntonio pueden detectar cualquier consumo anormal en el momento en el que se produzca, sin tener que esperar a la lectura trimestral del contador. «Tienen la posibilidad de enterarse de cualquier avería o fuga», señala Teresa Sánchez, responsable del departamento de Administración de Ambling, que incide en los beneficios medioambientales que también tiene la reducción de pérdidas de agua en el sistema.
Y es que el proyecto de digitalización del ciclo completo del sistema de agua en esta población nació como una herramienta interna para que la propia compañía, que es la que explota el servicio y factura a los abonados en esta localidad, pudiera mejorar la gestión. «Lo hemos hecho con fondos propios», detalla Sergio Miguel, responsable del departamento de I+D de esta empresa.
Ambling, con sede en Plasencia y sede también en Cáceres, suma más de una treintena de trabajadores. Nació en 2010 y ha crecido hasta facturar cerca de siete millones de euros anuales. Ya trabaja en todo el territorio extremeño, pero también en Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla y León. Su negocio principal es la explotación de servicios del ciclo del agua, tanto de abastecimiento y como de saneamiento. «Cubrimos el 100% del espectro: proyecto, asistencia técnica ejecución, explotación y mantenimiento de las instalaciones», detallan.
A la iniciativa desarrollada en Casas de Don Antonio la denominaron 'Cauces'. Con la instalación de los contadores inteligentes en todos los domicilios, pero también en los edificios públicos, en el bar, en las tomas de riego, en la fuentes o en las piscinas, lograron alcanzar un control sobre el 100% del ciclo: desde que el agua sale del embalse hasta que se vuelve a verter al medio natural tras pasar por la estación depuradora.
de acierto tienen los modelos predictivos de consumo que está preparando la empresa
Ambling es la concesionaria de la gestión del agua en el conjunto de la mancomunidad Río Ayuela, formada por seis municipios, entre ellos Casas de Don Antonio. «Ya teníamos digitalizado parte del servicio en cuanto a la infraestructura general, como los depósitos o la planta potabilizadora, pero nos faltaba la parte de controlar de manera más precisa el consumo de los abonados», explica Miguel.
La ubicación de los contadores inteligentes también en los edificios y espacios públicos busca reducir el consumo global. Como son los ayuntamientos –aunque algunos tienen cedida esa competencia a las diputaciones– los responsables del servicio del agua, los que ponen las tarifas y contratan a empresas como Ambling para su gestión, los consumos municipales no pagan. «Nosotros concienciamos a los ayuntamientos sobre el agua que gastan, porque puede que en algunos casos no lo supieran y estuvieran gastando sin saber», concreta el responsable de I+D de la compañía.
A partir del año que viene, en Ambling van a estudiar la posibilidad de utilizar drones autónomos para recoger los datos de consumo
La apuesta de Ambling por una localidad pequeña como Casas de Don Antonio para iniciar este proyecto tuvo que ver con la capacidad para asumir los costes de la iniciativa. Poca población y un reducido número de puntos de consumo aislados del pueblo fueron determinantes en la decisión del pueblo para ser pionero. «Esto tiene una envergadura bastante importante; le hemos dedicado tres años y engloba muchas más cosas que los contadores: hemos desplegado las redes de tecnología que sirven para captar el dato, equipos, antenas que tuvimos que instalar y configuramos todo lo relativo a la seguridad de los datos y a la encriptación de los mismos», indica el responsable de I+D de la compañía.
A continuación hay que analizar la información recabada, por lo que la empresa desarrolló una plataforma web para visualizar los datos, que es la que también sirve a los ciudadanos para consultar el consumo. «Lo que nos interesa es explotar el dato», reconoce Miguel.
Lo están haciendo. La gran cantidad de información que reciben de Casas de Don Antonio ya está sirviendo para sacar conclusiones. El proyecto piloto que está activo en esta localidad cacereña favorecerá la digitalización eficiente de otras poblaciones. «Es pronto pero nos sirve para confirmar que la estructura de datos que planteamos era correcta y para comprobar que toda la infraestructura tecnológica que hemos montado funciona en el tiempo», remarca el responsable de I+D de la compañía. Al instalar los contadores inteligentes optaron por programarlos para que enviaran la lectura cada ocho horas; tienen capacidad para hacerlo cada quince minutos, pero eso acortaría la vida útil de las baterías. «Creo que acertamos, no vemos la necesidad de tener más datos y así nos durarán entre diez y doce años», puntualiza.
También están constatando posibles dificultades. Por ejemplo, para que los contadores inteligentes puedan realizar sus envíos necesitan tener cobertura. Eso ha supuesto que en puntos de consumo que están más alejados de la población haya que instalar una antena, algo que encarece el sistema, sobre todo si hacen falta varias. Por eso, la empresa estudia la posibilidad de usar drones para recoger datos en zonas dispersas. «Tenemos proyectos abiertos con la UEx», informa Miguel, que avanza que «a partir de 2025 vamos a evaluar la viabilidad técnica y económica de apoyarnos en drones que tengan vuelo autónomo».
Por el momento, el resultado del proyecto sí contribuye a un mejor mantenimiento de las instalaciones. «Aprovechamos el conocimiento adquirido en el desarrollo de Cauces para ampliar la estructura y digitalizar las órdenes de trabajo o los avisos por averías, entre otras cuestiones; así conseguimos que todo esté estandarizado y respondemos de manera más eficiente», señalan desde Ambling.
Aplicaciones sociales
La idea es que en un futuro cercano, este proyecto de digitalización completa del ciclo del agua también pueda extrapolarse a otras poblaciones y tener aplicaciones sociales. Entre las intenciones de la empresa está incluir en el servicio un sistema de alertas en base a los datos que aporta el contador inteligente. «Vale para situaciones en las que no haya consumo en todo el día o para excesos de consumo que indican averías y, en consecuencia, facturas desorbitadas», comenta Sánchez, que apostilla que esta funcionalidad puede ser muy útil, principalmente, para las personas mayores que vivan solas, ya que sus familiares podrían recibir un aviso en la Oficina Virtual si durante una jornada no se ha consumido nada de agua en el domicilio.
De cara al futuro, y siempre con la idea de explotar los datos obtenidos, la compañía se plantea la opción de desarrollar modelos predictivos que les ayuden a realizar una gestión más eficaz de sus infraestructuras e instalaciones. «El objetivo es ajustar las predicciones en base a los consumos, a aspectos meteorológicos y a otras variables», detalla Miguel. Esos modelos los utilizarán para amoldar el funcionamiento de sus instalaciones de producción (las potabilizadoras) al agua que prevén necesitar con una antelación de varios días.
Los modelos que están ajustando con inteligencia artificial (IA) alcanzan casi el 95% de acierto. «Vamos a saber cada día qué cantidad de agua tendremos que tratar en las plantad con un error del 3%», expone.
Las puertas que se abren son numerosísimas. «El siguiente paso podría ser adecuar la previsión a la instalación fotovoltaica de la planta de tratamiento para decidir a qué hora ponerla en marcha y que haya tiempo de producir el agua que vamos a necesitar», miran al futuro desde el departamento de I+D de esta empresa extremeña.
Visión artificial para detectar vertidos
Unas cámaras de videovigilancia enfocadas a los pozos de entrada las estaciones depuradoras sirven para detectar la presencia de aceites o de residuos industriales en las aguas residuales. Se trata de un proyecto en el que Ambling comenzó a trabajar en 2022. «Se basa en la detección automática de vertidos mediante visión artificial», explica Sergio Miguel, responsable de I+D de la empresa, que añade que tienen la capacidad de descargar en los ordenadores de la empresa imágenes de esas cámaras cada 30 segundos. «Las almacenamos y con ellas alimentamos los modelos de detección que estamos desarrollando», concluye Miguel.