«En los próximos años se transformarán 500 millones de puestos de trabajo en el mundo»

En constante proceso de transformación digital se encuentra CL Grupo Industrial. «Hace más de una década que iniciamos nuestra digitalización», puntualiza Luis Villafaina Moreno, director de Tecnología e Innovación de un conglomerado empresarial que está muy diversificado.

Es su carácter industrial el que aporta una línea común a unas divisiones que parecen muy dispares entre sí: la de papel –con cuatro empresas que producen papel y cartón–, la del PET (tereftalato de polietileno) –la materia prima con la que se elaboran envases y botellas de plástico–, la relacionada con la cosmética y la higiene, la división de acero –creada al adquirir el Grupo Balboa– y la producción de óxido de etileno. No se puede olvidar que el origen de CL es Cristian Lay, de donde el grupo toma las iniciales de su denominación. A esa primera compañía, fundada por Ricardo Leal y dedicada a la venta por catálogo, se sumó en su momento la fabricación de joyería.

Además, algo más ajena al ámbito industrial, las empresas Gas Extremadura –que transporta y distribuye gas natural– y la constructora GES, también forman parte de CL Grupo Industrial, así como Alter Enersun, promotora de parques eólicos y fotovoltaicos. En total, una veintena de empresas que suman en torno a 3.000 empleados y que facturan unos 2.000 millones de euros al año. «Unas cifras que son bastante estables», asegura Villafaina.

—Varias empresas y diferentes sectores económicos. ¿Hay alguno de esos ámbitos que sea ajeno a los procesos de digitalización?

—Ninguno está exento de este proceso. En el grupo, la digitalización es transversal, afectando a todas las compañías a través de sus necesidades, políticas y proyectos estratégicos. 

—¿Cómo pueden ser transversales con ese volumen de diversificación?

—Nos enfocamos en nuestra esencia industrial: adquirir materia prima de forma rentable, transformarla eficientemente y comercializar con el mejor margen. Así hemos conceptualizado todos los negocios y cuando decidimos digitalizar un área, lo hacemos con un enfoque global y adaptado a las particularidades de cada negocio.

—¿Cómo les ayuda la digitalización en estos tres procesos generales?

—La evolución que llevamos en CL Grupo Industrial y el mundo industrial en general está siendo rápida y ágil, porque si no lo haces te quedas fuera de mercado. La digitalización te ayuda a automatizar procesos y permite tener mayor cantidad de datos, por lo tanto, transformar estos datos en información, te da una mayor capacidad de actuación. Automatizamos procesos, aumentando la capacidad de decisión al transformar datos en información útil. La digitalización permite mejores decisiones y mayor eficiencia.

—¿Cuáles son para las empresas, entonces, las principales ventajas de la digitalización y de asumir o implementar los avances tecnológicos?

—Lo esencial no es solo tener datos, sino saber analizarlos y actuar en consecuencia. Competir mejor requiere convertir esa información en acciones. En el grupo CL, actuamos rápido y eficazmente, siguiendo una cultura empresarial muy orientada a la acción. Es algo que el presidente de la compañía, Ricardo Leal, que es una persona de acción, ha culturizado a todo el grupo.

—¿Cómo han tenido que transformar procesos y métodos de trabajo para afrontar la digitalización?

—La clave está en cualificar equipos y gestionar el cambio cultural que estos proyectos implican. Acompañamos a nuestros compañeros para adaptarse a nuevas formas de trabajo y tecnologías.

—¿Encuentran dificultades a la hora de acometer esos cambios?

—Los cambios funcionan cuando explicamos el propósito y utilizamos la filosofía de producto mínimo viable, de 'Lean Startup'. Así introducimos las herramientas progresivamente, mejorando la adaptación al cambio y pivotando hacia la mejora con las experiencias de nuestro cliente interno.

—¿Eso no alarga mucho los proyectos?

—Al contrario.Esto acelera los proyectos. Implementar herramientas complejas de golpe suelen generar, frustración, retrabajos y un posible fracaso del proyecto. Nuestro enfoque por etapas reduce el impacto cultural y facilita un uso eficiente desde el principio.

—¿Este sistema tiene otras ventajas?

—Sí, permite evaluar y ajustar continuamente. Además, acompaña la gestión del cambio y asegura que cada etapa aporte beneficios reales antes de avanzar. Hasta que no está implementada una fase, y adoptada por nuestro cliente interno, no liberamos las siguientes versiones del producto.

—¿En qué proyectos concretos de digitalización está el grupo embarcado actualmente?

—Estamos transformando toda la cadena de suministro, desde la relación con proveedores hasta la logística y atención al cliente. Este proceso lleva una década en marcha y seguimos avanzando.

Ciberseguridad

—¿Cómo se conjuga esa digitalización con la ciberseguridad?

—Ciberseguridad comienza con buenas infraestructuras, herramientas de prevención, detección y sobre todo cultura de toda la organización. Realizamos formaciones y pruebas prácticas, como simulaciones de 'phishing' para reforzar la preparación de nuestros equipos. En estas simulaciones, si el empleado es víctima de 'phishing' pasa por un período de formación obligatorio. Este proceso, está estructurado para cualquier nivel de la compañía.

—¿Pueden las empresas competir en el contexto actual sin esa transformación tecnológica?

—No, la digitalización no es opcional. Empresas que no adopten este camino quedarán fuera de mercado. Además, la inteligencia artificial está revolucionando todos los sectores y redefiniendo la competitividad. En los próximos años, 500 millones de puestos de trabajo se transformarán y es nuestra responsabilidad estar preparados para adelantarnos.

—¿También se han vuelto a repartir esas cartas en todos los territorios?

—Definitivamente. La digitalización elimina barreras geográficas, convirtiéndose en una oportunidad única para regiones como Extremadura. El dato viaja rápido y a bajo coste, el concepto de empresa tecnológica no tiene límites físicos.

—¿Se están haciendo las cosas bien en Extremadura para aprovechar las oportunidades que ofrece este cambio de paradigma?

—Sí, hay ejemplos de empresas que conozco muy bien como Vegenat y Tany Nature que destacan. Esto una muestra de que la región está en el camino correcto.

—¿Y las administraciones públicas? ¿Es positivo, por ejemplo, que la Junta de Extremadura se implique en tratar de digitalizar el tejido empresarial?

—Sin duda, es muy positivo. La digitalización y la tecnología son pilares fundamentales para el desarrollo regional, y la implicación de la Junta de Extremadura puede ser un catalizador clave. La eliminación de barreras geográficas gracias a la tecnología abre un abanico de oportunidades para que la región compita en igualdad de condiciones con otros territorios. Además, este tipo de iniciativas no solo impulsa el crecimiento empresarial, sino que también fomenta la innovación, la creación de empleo cualificado y el fortalecimiento del tejido productivo local.

Mejoras

—¿Qué actuaciones echa de menos para tratar de potenciar el sector tecnológico en Extremadura?

—Es esencial diseñar estrategias efectivas para atraer y retener talento cualificado, además de fomentar una conexión más sólida entre el sector tecnológico y las instituciones educativas para generar un flujo constante de profesionales formados. También son importantes las iniciativas que impulsen el desarrollo de ecosistemas de innovación, así como incentivos que hagan más atractivo para las empresas y los trabajadores establecerse en la región. Aunque la operación remota es una ventaja, crear un entorno que combine calidad de vida y oportunidades profesionales es clave para superar este desafío.

—La Junta de Extremadura insiste en la necesidad de que las empresas extremeñas ganen tamaño. ¿Es realmente una prioridad desde el punto de vista económico para la región?

—Es esencial contar con empresas de mayor tamaño, pero también resulta clave incrementar el número de empresas tecnológicas en la región. El tamaño importa, pero la cantidad y, sobre todo, la sostenibilidad de las empresas es igualmente crucial. Escalar compañías y contar con grandes actores económicos fortalece el tejido productivo, pero esto debe ir acompañado de medidas que faciliten la creación de nuevas empresas y promuevan la atracción y retención de talento cualificado.

—¿Es un objetivo real para Extremadura convertirse en un polo de atracción de inversiones relacionadas con el mundo tecnológico?

—Conociendo el ámbito digital y tecnológico, no veo barreras que impidan que Extremadura se convierta en un referente en este sector. El mundo digital y la inteligencia artificial dependen principalmente del talento para desarrollarse, y ese es el factor clave. Sin embargo, para lograrlo, es imprescindible trabajar en la atracción, retención y fidelización de profesionales altamente cualificados. Con el talento adecuado, las oportunidades son ilimitadas.