Un año más para preparar la oposición
Resignación. Los opositores comprenden y comparten la decisión, pese a que a muchos les perjudique que se aplacen los exámenes de Educación
Opiniones para todos los gustos y tantos casos como opositores. La decisión de la Consejería de Educación extremeña de aplazar las oposiciones docentes previstas para este año a 2021 ha cambiado los planes de futuro de miles de personas.
Ahora, muchas dudas. La principal: continuar con la preparación o abandonar la carrera de fondo que supone obtener una plaza en la enseñanza pública de nuestro país. Una vez resuelta empezará a importar el cómo. «Este mes corto con la academia, ya volveré el curso que viene». La frase es de Ana Pérez, aunque esta misma afirmación se repite entre muchos otros opositores.
Ella tiene claro que seguirá estudiando, pese a que la crisis sanitaria del coronavirus ya había trastocado su vida diaria antes de que se cancelasen los exámenes. Tiene 36 años y es madre de dos hijos que desde que el lunes 16 de marzo no pueden ir al colegio ni a la guardería. «Me ha venido bien el aplazamiento de las oposiciones, porque no iba a poder continuar con la preparación en estos meses; por las mañanas con los niños es imposible estudiar y por las tardes doy clases de Matemáticas a alumnos de la ESO en una academia», reconoce esta arquitecta de formación, que sigue impartiendo sus sesiones a través de internet.
Menos claro tiene su futuro Guillermo Martín. «No sé qué voy a hacer», asegura. Este filólogo pacense de 39 años, y también con dos hijos, dejó su trabajo para dedicarse a preparar la oposición a tiempo completo.
«Con los niños en casa y trabajando por las tardes no iba a poder continuar con el estudio»
Ana Pérez | Arquitecta
Que no haya convocatoria de exámenes en 2020 supone para él un importante perjuicio económico. «He invertido un dineral», dice, antes de citar el Máster Universitario de Formación del Profesorado –lo que era el CAP– y la academia. Sin embargo, es consciente de que entrar en una sala con cientos de personas para hacer las pruebas puede suponer un riesgo evidente. «Lo llevo bien y estoy preparado, pero veo una locura entrar en una sala atestada de gente durante el tiempo que duren los exámenes», reconoce.
Comprensión
Esa misma percepción nota en los grupos de redes sociales que comparte con otros opositores. «Hay mucha rabia por lo que supone perder un año, pero a la vez conozco gente que dice que no se presentaría en las circunstancias actuales», declara Martín.
La suspensión no ha pillado por sorpresa a María del Carmen Hernández, para quien es la decisión más acertada. No tiene muy claro cómo le va a afectar el nuevo calendario. Ella, a sus 26 años, se iba a presentar por primera vez. Lleva dos años preparándose para ello. «Por un lado, habrá ampliación de méritos y la gente que está trabajando conseguirá más puntos, pero los que no estamos en las listas de interinos también tendremos más tiempo para hacer cursos y mejorar nuestra puntuación», señala esta licenciada en Estudios Ingleses, lo que antes del plan Bolonia era la carrera de Filología Inglesa.
«Por ver la parte positiva; con más tiempo por delante podré rematar mejor algunas cosas»
Mamen Hernández | Filóloga inglesa
Además, Hernández tiene dudas sobre la posibilidad de que se abran las listas extraordinarias y le terminen llamando para trabajar durante el próximo curso. «En ese caso, egoístamente, me vendría bien que no hubiera oposición este año», admite.
Sindicatos, como UGT y CC OO, ya han solicitado que se convoquen esas listas extraordinarias «para dar solución a los problemas de cobertura docente actuales y prevea las futuras posibles carencias de todas las especialidades que puedan acontecer».
Hernández, que es natural de Zahínos, aunque se trasladó a Cáceres cuando empezó a estudiar, trata de ver el lado positivo a la nueva situación. «Con un año más por delante podré rematar mejor algunas cosas», indica.
Diferente se plantea el aplazamiento de los exámenes Jesús González, que es profesor de Tecnología en un centro educativo de Tiétar, aunque desde mediados de marzo lo hace desde su casa. Es interino y sus perspectivas son buenas. «Se supone que el curso que viene también me llamarán, con lo que podré acumular méritos», apunta.
No pierde de vista que su objetivo es conseguir la plaza, por lo que quiere examinarse, pero, al estar en las listas, no le corre tanta prisa como a otros de sus compañeros. «He dejado la academia, volveré de cara a la convocatoria del año que viene», comenta.
Calendario
Sea cual sea su caso, los opositores extremeños coinciden al esperar que todas las comunidades establezcan el mismo calendario. Es una forma de evitar el 'efecto llamada', que se produce si hay regiones que convocan por su cuenta y que lleva a un importante número de personas a presentarse en todos aquellos lugares que las fechas les permiten. Esto aumenta la ratio de aspirantes por plaza y, por tanto, dificulta la obtención de las mismas.
De momento, la Comunidad de Madrid mantiene la opción de convocar los exámenes en 2020. «Si se confirma, no descarto ir a Madrid», asegura Pérez, que nunca se ha presentado y, pese a que no tiene intención de trabajar fuera de Extremadura, eso le serviría para saber cómo son las pruebas.
«Estoy trabajando y supongo que el curso próximo me llamarán, de momento he dejado la academia»
Jesús González | Profesor interino
Cataluña y País Vasco también son partidarias de convocar este año. En esos territorios, la barrera del idioma restringe el acceso de muchos opositores. Por el contrario, no impide a aspirantes que tenían pensado concurrir únicamente en esas regiones presentarse en el resto si no hay un calendario unificado.
Aplazar las oposiciones previstas para este año a 2021 –las de Secundaria, Formación Profesional, conservatorios y escuelas oficiales de idiomas–, podría llevar las del cuerpo de maestros a 2022.
Estos opositores, que ya veían lejos el horizonte de sus exámenes, no se muestran conformes con retrasar sus pruebas. «Las de este año se podrían hacer en condiciones de seguridad, que se habiliten más aulas o salas para que se guarde la distancia entre las personas», dice un opositor que ya se presentó en 2019. «En caso de que lo mejor sea suspenderlas, que el año que viene se hagan todas», remarca.