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HOY

Los planes de los extremeños que la pandemia truncó

Los imprevistos de 2020. Un viaje a Disneyland París, una boda, un trabajo, una temporada taurina en condiciones o un maratón han sido algunos de los planes de extremeños afectados por el coronavirus

COORDINA: J. López-Lago

Domingo, 27 de diciembre 2020

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Va a acabar un año para olvidar, pero todos sabemos que este 2020 lo vamos a recordar toda la vida. En general recordamos los años por las cosas excepcionales que hicimos, pero esta vez, por culpa de una pandemia mundial que ha limitado nuestros movimientos, lo vamos a recordar por lo que no hicimos, por aquellos planes que se truncaron o, en el mejor de los casos, solo se aplazaron.

José Luis, Álvaro, Pablo e Isabel no puduieron ir a Disneyland París. HOY

Isabel Martín, Badajoz

«En mayo ya supimos que no iríamos a Disneyland París»

Pablo iba a hacer la comunión el 16 de mayo. Pero la pandemia no solo aplazó aquella celebración –recibió el sacramento el 19 de septiembre– sino que frustró un viaje familiar que suele ser el más deseado a esas edades: Disneyland París. «El regalo iba a ser ir todos de viaje cuatro días –relata Isabel Martín– y lo cerramos justo antes de que empezara el confinamiento porque la fecha era el 8 de septiembre aprovechando el puente del Día de Extremadura. Pero en mayo ya supimos que no íbamos a ir. En principio se podía, pero iba a ser un riesgo tremendo, de hecho luego se cerró el parque».

Según cuenta, su hijo Pablo, de 10 años, se lo tomó mal, pero Álvaro, de 14 se tomó aun peor. Además, parte del aliciente era ir con otra familia, por lo que les acompañaban Eva y Alejandro, amigos del pequeño. «Pensábamos hacerlo en 2021, pero vemos que esto no termina. Además, para estar con la mascarilla, todo el rato con las distancias de seguridad y con atracciones cerradas pues preferimos esperar, así que hemos preferido que nos devuelvan el dinero y no ha habido problema. Pablo tiene su dinero guardado para ese viaje. A ver si para noviembre de 2022 se puede ir en mejores condiciones. Al menos pudimos celebrar la ceremonia de la comunión y con el viaje no perdemos la ilusión», relata optimista esta madre desde Badajoz.

Zacarías Fernández. HOY

Zacarías Fernández, Badajoz

«Quería vivir en Australia, pero el visado me cumplió»

A Zacarías Fernández (29 años, nacido en Badajoz) le gusta viajar. Trabajaba en la correduría de seguros con su padre cuando le salió la oportunidad de buscarse la vida en Cork (Irlanda) y se marchó sin pensárselo. Pero allí llueve mucho y a él le gusta el sol. Así que planeó mudarse a Australia el pasado verano. Para ello obtuvo el visado y realizó un test en el que demostró su nivel en la lengua de Shakespeare. Las dos cosas le costaron en total 500 euros.

El visado tiene validez de un año y le ha caducado porque cuando tenía previsto viajar cerraron las fronteras y se quedó con un pie en Irlanda y otro en España. Ahora está en Badajoz para pasar la Navidad, pero volverá a Cork en enero, donde trabaja en un restaurante. Realizará de nuevo los trámites para pisar Australia. Su idea es trabajar el primer año para lograr la prórroga de la visa otro año más y entonces mudarse a Sidney, donde sueña con hablar en inglés mientras brilla el sol.

Elisa Pérez. HOY

Elisa Pérez, Mérida

«Tenía una 'huchita' para viajar, pensé que era el momento»

Cuando arrancó 2020 la emeritense Elisa Pérez (32 años, arquitecta técnico) pensó que sería el 'año de los viajes pendientes'. Había estado ahorrando durante algún tiempo y tenía en mente planes que en otras ocasiones no había podido llevar a cabo. «Me había hecho una huchita y pensaba que era el momento», dice. Pero la pandemia lo ha paralizado todo y se ha llevado por delante los tres viajes que había organizado.

En abril, Nueva York y Budapest. En octubre, Malta. Pero Elisa no ha podido salir de Mérida.

A principios de marzo una amiga le contó que se iba una semana a Nueva York. «Vente», le dijo. Y Ella no se lo pensó. Cuando compró el billete, recuerda, se hablaba del coronavirus pero como un tema que lejano, pasajero y casi sin importancia.

Para abril también había comprado ya otro billete a Budapest. Tampoco salió adelante. Pasó el confinamiento, la desescalada y Elisa no quería terminar el año sin su viaje internacional. Por ese motivo cuando una compañera le dijo que se iba a Malta en octubre a visitar a otro amigo, se unió al viaje. «La propia compañía me canceló el vuelo alegando restricciones gubernamentales».

José Manuel González y Sandra Píriz han aplazado su boda. HOY

José Manuel González, Badajoz

«Mi novia y yo no queremos una boda a medias»

Para José Manuel González (27 años, nacido en Badajoz) el 14 de septiembre de 2019 quedará grabado en su memoria por un doble motivo. Ese día celebró el bautizo de su hijo Saúl y, aprovechando la ocasión, le pidió matrimonio a su novia Sandra Píriz, con la que comparte su vida desde hace ocho años.

Tenían todo organizado para celebrar su boda el 11 de octubre de 2020 pero José Manuel tuvo claro, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró el estado de alarma, que ésta no seguiría adelante. Y así fue.

Ahora esperan darse el 'sí quiero' el próximo 19 de junio aunque el joven ve luces y sombras. «Con el tema de la vacuna tengo alguna esperanza pero... no lo veo claro», reconoce.

Su futura mujer y él tienen tienen asumido que si no pueden garantizar la seguridad de sus 230 invitados y no pueden celebrar la boda que tienen planeada, volverán a aplazarla. «No queremos una celebración a medias. No tenemos ninguna prisa», admite la pareja.

Fernando González. HOY

Fernando González, Badajoz

«Esperaba torear en 40 festejos y han sido 10»

El torero de plata Fernando González, al igual que sus compañeros del mundo del toro, han pasado un año duro. «Y el invierno es lo más complicado porque hay gente sin ingresos desde octubre de 2019».

Tras varios años toreando por libre, este año iba a ser especial para el banderillero pacense porque formaba parte de la cuadrilla del matador Leonardo Hernández. «Calculamos que, por las temporadas anteriores, íbamos a tener unos 40 festejos. Al final han sido 6 en cuadrilla y 4 por libre, solo 10». La temporada ha sido muy distinta a lo que esperaba González y necesitan que 2021 sea muy distinto, entre otras razones porque denuncia que no han recibido ninguna ayuda pública, a pesar de ser uno de los sectores más afectados.

Eduardo Subirán. HOY

Eduardo Subirán, Badajoz

«Quiero correr mi 70 maratón con 70 amigos y al cumplir 70»

Los planes de Eduardo Subirán Alba aún no se han arruinado, pero están en el aire y será muy complicado que cumpla su objetivo. Este médico pacense, muy conocido por ser presidente del Club Maratón Badajoz durante años, tuvo que dejar de correr en 2014 por un problema en su rodilla. Había corrido 69 maratones. «Hay que aprender a escuchar a tu cuerpo. A mi me dijo:para, que revientas».

Al principio, según reconoce él mismo, se sintió desorientado tras 30 años como corredor, pero la bicicleta le ayudó a pasar «el mono de ejercicio». En 2019, poco a poco, volvió a correr y se sintió bien. Tenía un plan, el 23 de julio de 2020 cumplió 70 años, quería alcanzar la maratón 70 con esa edad, correr junto a 70 amigos y llevar el dorsal 70. «El reto 70, 70, 70 y 70». La maratón de Badajoz 2021, en la que debería cumplir el reto, está en el aire y lo más probable es que se retrase más allá de su 71 cumpleaños, por lo que perderá su oportunidad.

No se rinde. Con el espíritu propio de los corredores de larga distancia, ha acudido a una media maratón hace dos semanas y sigue entrenando. Si no es en Badajoz con 70 amigos, correrá su 70 maratón en Laredo (Cantabria) en junio de 2021. «No quiero dejar de hacerlo por la pandemia».

Jennifer López Gartzia HOY

Jennifer López Gartzia, Bilbao

«Quería despedirme de Extremadura con un concierto de Extremoduro»

Jennifer López Gartzia, vasca de 28 años, pasó el confinamiento en Badajoz, donde vivía desde hacía aproximadamente año y medio. Su intención era volver al País Vasco a finales de julio de este año y para despedirse de esta tierra –que confiesa adorar– qué mejor que un concierto de Extremoduro. Manos a la obra para hacerse con las entradas. Iban a ir seis amigos y uno se encargó de comprarlas por Internet. Estuvo casi dos horas en espera, pero al final las consiguió. El concierto era el día 20 de junio en Cáceres. Ninguno de los seis devolvió la entrada. A finales de ese mes Jennifer abandonó Extremadura. «Cuando sea el concierto iré, ahora desde mucho más lejos, pero allí estaré», asegura desde Bilbao, donde reside ahora.

Luis Cabezas rodeado de todos sus nietos. HOY

Luis Cabezas, Cáceres

«Desde las pasadas navidades no he podido estar con mis dos hijas y mis nietos»

Luis Cabezas, viudo y de 75 años, es padre de dos hijas y abuelo de tres niñas y un niño. Una de sus hijas vive muy cerca de él, en Cáceres, pero la otra reside desde hace 18 años en Estados Unidos, en la ciudad de Ijamsville, en el estado de Maryland.

Con el Atlántico de por medio, la distancia hace que cada encuentro sea único, programado con tiempo y muy especial. Esta vez la pandemia ha truncado tan esperado reencuentro. «Tenía el vuelo a Estados Unidos para el mes de julio pero no pude ir», explica este hombre, al que le pesa el tiempo sin ver a toda su familia reunida. La última vez que pudo estar con sus cuatro nietos fue en las navidades pasadas, hace justo un año en Cáceres. Confía en que que la foto que se hicieron el año pasado se pueda volver a repetir. Aunque es un tema secundario, también está a la espera de recibir el reembolso del billete de avión que, por ahora, tampoco va a utilizar», explica este hombre.

A Eva Pérez se le truncó el trabajo.

Eva Pérez Cáceres

«Ibamos a empezar a trabajar a partir de Semana Santa y todo se fastidió»

Eva Pérez hace balance de este fatídico 2020 y cree, sin duda, que en el ámbito en el que más le ha perjudicado es el laboral. Vive junto a su pareja y sus dos hijos en Cáceres, una ciudad en la que a partir del mes de abril el turismo repunta. «Ibamos a empezar a trabajar en hostelería en Semana Santa y luego nos esperaba el Womad, bodas... todo esto se suspendió», relata esta joven de 33 años que espera su tercera criatura para el año 2021 que está a punto de arrancar.

«El mes pasado mi pareja por fin había encontrado lo que creíamos que iba a ser un contrato estable, pero finalmente no lo firmó, ahora sigue como extra, pero hay semanas que tiene muy pocas horas de trabajo», relata con pesadumbre esta extremeña a la espera de que todo mejore.

Margarita Calvo con sus alumnos Esrasmus en el año 2019. HOY

Margarita Calvo, Cáceres

«Viajábamos de Erasmus el lunes y el sábado anterior nos confinaron»

Margarita Calvo es profesora en el colegio concertado La Asunción de Cáceres. El programa Erasmus + KA229, que desarrolla este centro, es una de las cosas que más se ha visto afectada por la pandemia. «Nos íbamos el lunes por la noche a Holanda y nos confinaron ese sábado», explica Calvo. Alumnos y profesores viajan a colegios de otros países en lo que se convierte para muchos de esos niños en su primera experiencia educativa en el extranjero.

Actualmente han pedido una ampliación del programa y una parte del mismo lo están llevando a cabo de forma telemática, a través de videoconferrencias. El hecho de no haber podido viajar a Holanda también les ha dejado flecos económicos. «El hotel de allí nos sigue reclamando el dinero y el avión nos ofreció un año para las mismas personas. Pero ya no están todos los alumnos ni podrían viajar las mismas personas».

Laura Rocha no ha podido recibir a su amiga. HOY

Laura Rocha, Cáceres

«Mi amiga iba a venir con su familia desde Estados Unidos a conocer Extremadura»

La cacereña Laura Rocha tenía todo preparado para recibir a una amiga estadounidense y mostrarle Extremadura durante el pasado mes de mayo.

No era un encuentro cualquiera sino algo muy deseado y especial. «Hace 20 años vino como estudiante a la ciudad y vivimos juntas», explica Laura, que llevaba meses preparando una completa visita a la región para empapar a sus visitantes de la cultura y patrimonio locales. Después de ocho años sin verse y tras muchos preparativos iban a pasar una semana juntas acompañadas de las familias que ambas han ido creando. Todo se fue al traste, tuvo que suspenderse 'sine die'. Su amiga perdió todo el dinero de las reservas. Ella pudo recuperarlo, pero no ha dejado de pensar en este plan truncado.

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