El mejor regalo de una abuela
De Zalamea. Juan Pedro Galán Bueno, de 13 años, recibió un riñón de su abuela Consuelo, de 69
IRENE RODRÍGUEZ
Sábado, 13 de agosto 2022
Juan Pedro Galán Bueno fue portada del HOY en el verano del 86 junto con su abuela Consuelo Rincón Tamayo y bajo este titular: «El niño de Zalamea se recupera en su pueblo». Por entonces, el joven tenía tan solo 13 años y padecía una enfermedad que le dañaba los riñones, hasta el punto de que su propia abuela tuvo que donarle uno suyo.
El trasplante se realizó en el Hospital Clínico de Barcelona, donde tomaron la decisión de utilizar a su abuela como donante por su excelente estado de salud y porque ya había solicitado con anterioridad donar el órgano a su nieto. A sus 69 años, Consuelo resultó ser la mejor donante para su nieto.
Juan Pedro llegó a un punto en el que su organismo estaba tan enfermo y débil que se hizo necesaria la intervención cuanto antes.
El trasplante se hizo en Barcelona y se pudo llevar a cabo por el excelente estado de salud de la abuela
INUSUAL
Cuando se hizo la foto de portada habían pasado ya cuatro meses desde el trasplante y abuela y nieto se encontraban cada vez mejor.
Consuelo y Juan Pedro, su nieto, eran naturales de Zalamea de la Serena, donde se encontraban reposando tras la intervención quirúrgica, a pesar de que la abuela residía normalmente en Barcelona.
La familia de Juan Pedro siempre estuvo preocupada por él, ya que desde niño había mostrado síntomas de una enfermedad que a los 11 años secó sus riñones. Bernarda Bueno, la madre del niño, explicaba así la situación: «Hace dos años, después de que el niño llevará casi desde pequeño enfermo, sin querer comer ni jugar por el cansancio que le sobrevenía, consiguieron dar con su enfermedad, a pesar de que cuando tenía 11 años cayó muy enfermo y nadie sabía de qué. Nos desplazamos a Don Benito y no le encontraban la enfermedad; ya en coma, y con muy pocas esperanzas de vida. Llegó a Badajoz, donde los doctores dijeron que si aguantaba la primera diálisis se podría hacer algo con él. Menos mal que respondió».
Su padre, Melchor Galán, añadía que eran días «de desesperación y amargura, que sólo puede comprender el que lo ha pasado y sufrido». Para su suerte y tal y como confirmó su madre, Juan Pedro consiguió sobrevivir ante esta situación que le llevaría ante otro contratiempo: un trasplante.
Esta historia, a pesar de pasar tras muchos momentos de angustia para toda la familia, en especial para los padres de Juan Pedro, acaba de una manera entrañable. Ambos padres se esforzaron por conseguir que la vida de su hijo siguiera adelante. Melchor se dedicaba a trabajar de sol a sol en el campo, era un agricultor de 42 años, y cayó enfermo durante los viajes que los tres realizaban para encontrar a un médico que le dijese qué era lo que padecía Juan Pedro. Bernarda, a sus 41 años, se encargó de cuidar a su marido mientras seguía viajando entre Badajoz y Barcelona en búsqueda de solucionar la enfermedad de su hijo.
Bernarda se encontraba especialmente contenta con el trato y el trabajo de los doctores que lo atendieron en la capital pacense. Además los viajes a Barcelona tenían su motivo en que allí se encontraba el único médico que realizaba trasplantes del país. Finalmente, después de una incesante incertidumbre, los médicos averiguaron el problema del joven y después de muchos estudios confirmaron que era apto para recibir el riñón de su abuela.
Tanto el joven como su abuela tenían que hacerse revisiones cada 15 días en el hospital de Barcelona, después de algunos meses, por su comodidad, continuaron sus revisiones en Badajoz.
Juan Pedro pudo recuperarse y hacer por fin la vida normal de un niño. Su padre reía mientras comentaba que desde el transplante «lo único que tenía de bueno era el apellido» a lo que también añadía: «Es normal que ahora se haya vuelto un poco revoltoso, después de haber estado 13 años casi sin poder jugar ni comer y, además, con el cansancio siempre encima de un médico a otro en busca de la enfermedad que le acosaba».
El niño por fin llegó a los 35 kilos tras la operación, antes ni siquiera podía llegar a los 30. La familia recordaba ya entre risas una anécdota protagonizada por sus vecinas del pueblo que siempre le decían al joven que él nunca padecería de riñón por todo el agua que bebía y lo mucho que orinaba.
Fue noticia
No fue ETA
Cinco encapuchados atracaron la fábrica de cervezas 'El Aguila Negra' en Oviedo para conseguir un botín de dos millones de pesetas. Dijeron pertenecer a ETA, pero la policía no dio ninguna credibilidad a esa versión porque al parecer los atracadores conocían perfectamente las instalaciones. La noticia no detalla si se llevaron alguna botella de cerveza.
Unos telediarios muy femeninos
En 1986, cuando se decía telediario todo el mundo sabía que eran los tres informativos de TVE, todavía no se llamaba La Primera. Pero a lo que no estaban acostumbrados era a que sus presentadores fueran solo mujeres. En este caso, María Ascario, Concha García Campoy y Elena Sánchez.
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