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El imperio que pierde Alfonso Gallardo
KKR controlará ocho negocios del grupo que creó el empresario jerezano mientras este mantiene la propiedad de tres sociedades
Diluviaba ayer en Jerez sobre las tres de la tarde cuando llegaba a su casa Alfonso Gallardo Díaz, el gran empresario de Extremadura que montó un emporio a base de recoger chatarra por las calles del municipio de la Sierra Suroeste. Venía de Madrid, la ciudad en la que el miércoles pasado representantes de la firma de capital riesgo KKR le comunicaron que después de meses de contactos no habría más negociación para refinanciar la deuda del grupo o inyectar más liquidez. Sin muchos preámbulos, a Gallardo le dijeron que se quedaban con todas las acciones, que eran los nuevos dueños de su grupo empresarial, el más importante de la región.
A sus 87 años, el jerezano pierde ocho de las sociedades del grupo, entre ellas la emblemática Siderúrgica Balboa y la no menos importante Alfonso Gallardo SA, en las que el industrial de Jerez de los Caballeros comenzó a forjar su imperio.
El Grupo Gallardo –al que se le añadió el apellido Balboa en 2014– ha llegado a agrupar a 17 empresas de diversos sectores, no solo el metalúrgico, repartidas entre España y Alemania, llegó a facturar 2.000 millones de euros y a contar con 2.500 trabajadores.
KKR (Kohlberg Kravis Roberts) ha puesto ya en el grupo extremeño más de 200 millones desde 2014 aunque nominalmente este seguía siendo de su fundador. Ya no. Ahora el fondo es el propietario, ha recuperado como hombre fuerte al que fuera consejero delegado Francisco Javier Sánchez (fichado como asesor del nuevo consejo de administración) y tiene vía libre para gestionar ocho empresas, aunque una de ellas, Corrugados Azpeitia, está cerrada desde hace seis años.
Sánchez y dos consejeros, Luis Martín y Esther Alfonso, estuvieron ayer en Jerez mientras que se espera sea oficial en próximos días el nombramiento de otros dos miembros del consejo de administración, Javier Díaz-Gálvez y Antonio Arenas.
KKR asume el control de Siderúrgica Balboa, Alfonso Gallardo SA, Ferromallas y Galvacolor, todas en Jerez, más Corrugados Getafe, en la ciudad madrileña, Corrugados Lasao y Azpeitia (en el País Vasco) y Marceliano Martín, almacenes repartidos por varios puntos del país.
Son las empresas que ahora forman Grupo Gallardo Balboa, sociedades que el año pasado facturaron alrededor de 700 millones de euros y tienen actualmente 1.200 trabajadores contratados. Indirectamente generan otros 3.000 empleos. El 70% de la producción del grupo va a exportación.
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La acería
La más relevante es la siderurgia, que supera los 500 empleados, mientras que Alfonso Gallardo SA genera cerca de 80 empleos. En tercer lugar aparece Corrugados Getafe, emblema del acero corrugado en el que Gallardo Balboa es el principal productor nacional.
Tras más de 55 años de trabajo y gestión, Alfonso Gallardo Díaz mantiene todavía el dominio de tres empresas. Una, de renovables, con la que promovió y desarrolla una planta fotovoltaica de 25,2 megavatios en la finca jerezana de El Corchito. Otra, del sector del acero. Se trata de Ferralca, focalizada en la transformación y a la comercialización de todo tipo de productos siderúrgicos, en especial el corte de productos planos y largos. Tiene dos fábricas, una en Fuenlabrada (Madrid) y otra en Cancienes (Asturias). Entre ambas rondan el medio centenar de trabajadores. La tercera empresa de la que es dueño es una inmobiliaria.
Visto el esplendor de la década pasada, que sea dueño de tres sociedades es un modesto equipaje empresarial para un emprendedor que adquirió por 591 millones de euros a finales de 2006 la acería Thüringen en Alemania, aunque posteriormente tuvo que venderla, y que diversificó negocio de forma evidente antes de la gran crisis económica.
Sustentado su poderío en el acero y en lo relacionado básicamente con el sector de la construcción (también llegó a contar con Gallardo Gea Constructora, volcada en la obra pública), Alfonso Gallardo se lanzó a la puesta en marcha de una cementera en el municipio pacense de Alconera.
Nuevo Consejo de Administración
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Esther Alfonso, economista y auditora: Socio Cofundador del despacho de economistas Expheria Soluciones Empresariales. Administradora concursal en Madrid.
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Javier Díaz-Gálvez, abogado Licenciado en Derecho. Socio de Abencys, un despacho profesional especializado en reestructuraciones empresariales.
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Luis Martín, economista y abogado Socio de Abencys, especializado en las áreas de restructuración y viabilidad de empresas industriales y de servicios.
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Antonio Arenas, abogado Administrador concursal, ha sido consejero de la multinacional de telecomunicaciones Amper.
Otras ventas
Con capacidad para producir 1,6 millones de toneladas de cemento al año y 1.100.000 toneladas de clínker (un componente de este producto), Cementos Balboa empezó a funcionar en 2005 pero el desplome del sector del ladrillo le empezó a asfixiar poco después. Gallardo decidió entonces vender la cementera a KKR, quien la gestiona desde 2014 a falta de un comprador que le haga una oferta irrechazable. El fondo, además, tampoco tiene excesiva prisa por desprenderse de ella debido al repunte de la actividad de la construcción en los dos últimos años.
El empresario jerezano también miró hacia el mundo de la comunicación y el del papel, vinculado con él. Adquirió tres periódicos andaluces al grupo Prisa. Fueron el Odiel, de Huelva; el Diario Jaén y el Correo de Andalucía, este último el decano de la prensa andaluza. Al mismo tiempo firmó un preacuerdo con el Grupo Zeta (El Periódico de Cataluña es su cabecera) para su adquisición que finalmente no fructificó.
Su primer acercamiento a los medios de comunicación fue con la Productora Extremeña de Televisión (Petsa), en la que el Grupo Gallardo tuvo una participación del 20%, con la que se puso en marcha el desaparecido Canal Sur Extremadura.
Vinculado con su desembarco en los diarios escritos, el extremeño se fijó en una papelera vasca, Papresa. Igualmente se quedó con ella KKR. La firma estadounidense ha transformado parte de las líneas de producción para fabricar papeles especializados y de embalaje con los que aprovechar la explosión del comercio electrónico.
La deuda del grupo, que llegó a rondar los 1.500 millones de euros a principios de esta década, empujó a Gallardo a desprenderse de algunos proyectos pero nunca renunció a seguir siendo el dueño del conjunto empresarial que fue moldeando desde 1964.
El principal empresario de Extremadura es medalla Vasco Núñez de Balboa (que entrega el Ayuntamiento de Jerez), premio Lidera de la Cámara de Comercio de Badajoz y premio Extremeños de HOY que otorga este periódico, pero a Alfonso Gallardo Díaz le falta el reconocimiento de la Medalla de Extremadura. No se sabe si algún día recibirá la máxima distinción regional pero lo que sí es seguro es que recibe el cariño de los trabajadores de las que hasta el miércoles eran sus empresas.
Por otro lado, mañana, a las siete de la tarde, junto al su domicilio en Jerez, han organizado una concentración con la que expresarle su agradecimiento.