Grúas extremeñas tras las películas americanas
Los placentinos de Grúas Eugenio fueron en 2012 a Marruecos para sortear la crisis y hoy hacen cine | Compaginan la construcción con el alquiler de todo tipo de maquinaria a superproducciones de Hollywood y Bollywood
Grúas Eugenio es una empresa placentina que ha trabajado en los puentes de Hinojal o Aljucén, por citar un par de proyectos, pero ahora su maquinaria igual está detrás de un videoclip, que de una serie o de la última película de Misión Imposible.
En la superproducción cinematográfica La Biblia, Jesucristo muere de noche gracias a que las grúas de un placentino sujetaban unas telas negras para ocultar el sol. No es nuevo que el cine esconda trucos invisibles para los espectadores. Lo que sí es una novedad desde hace poco más de un lustro es que muchas de las tomas aéreas de las películas rodadas con un paisaje desértico de fondo han sido posibles gracias a la empresa Grúas Eugenio, radicada en la provincia de Cáceres y que luego se extendió a Huelva.
Su propia peripecia empresarial daría para una película. Cuenta Diego Arturo Hernández Pavón, uno de sus responsables, que con la crisis del sector del ladrillo empezaron a explorar nuevos mercados hasta que el proyecto de una planta termosolar llevó a Marruecos parte de su maquinaria. Allí, de manera inesperada, la industria del cine tocó a su puerta. «Al principio no queríamos. Era el año 2012, estábamos trabajando en una planta termosolar y vino un tipo a tratar de alquilarnos una plataforma elevadora. Le dijimos que no, pero volvía, así que decidimos subirle mucho el precio para que nos dejara en paz. Pero aceptó y además no la quería un día sino un mes entero. Eran de la Warner. Así empezó todo», rememora Diego Hernández, uno de los tres hermanos de la tercera generación de Grúas Eugenio, empresa que fundó hace 88 años su abuelo con una fragua, un yunque y un martillo.
Han abierto ya dos oficinas en Marruecos, donde están prohibidos los drones, de ahí que necesiten grúas
Hoy tienen, solo en Marruecos, dos oficinas (Ouarzazate y El Yadida) y están pensando abrir la tercera. En total, entre este país, España y Sudáfrica (allí están construyendo otra planta solar), la plantilla de esta empresa que en 2012 estuvo a punto de cerrar y vender toda su maquinaria supera de largo los 200 empleados. Hace siete años parecía que iba a ser una víctima más de la maltrecha economía española. Hoy han crecido y tiene un nuevo departamentos, el de eventos y cine.
Eastwood, Kidman, Hanks, ...
'El Francotirador' con Clint Eastwood, 'La reina del Desierto' con Nicole Kidman, 'Esperando al rey' con Tom Hanks o 'Spectre 007' con Daniel Craig y Mónica Belluci son algunas de las películas en las que los extremeños de Grúas Eugenio han sido parte indispensable del rodaje cuando ha tocado trabajar en Ouarzazate, un pueblecito del norte de Marruecos considerado la puerta del Sáhara y donde la industria del cine mueve cada año millones de dólares que proceden tanto de Hollywood como de Bollywood.
Una de las ventajas para esta empresa de elevación de carga y personas es que en el reino de Marruecos están prohibidos los drones. La otra es que nadie estaba dispuesto a hacer el esfuerzo que realizaron los placentinos de Grúas Eugenio para cubrir las carencias que detectaron en los set de rodaje que montan las productoras en pleno desierto. «No hay electricidad y les poníamos grupos electrógenos, hacían ruido, los insonorizamos, ventiladores, una vez les simulamos una luna con 32 focos a 32 metros de altura, también les ofrecemos depósitos de agua, baños portátiles, casetas de obras que hemos convertido en camerinos ... Al de Nicole Kidman le pusimos hasta un jacuzzi y luego nos lo compró una empresa para ponerlo en una casa de turismo rural con el reclamo de que aquí durmió Nicole Kidman», cuenta Hernández, de 48 años y que se emocionó cuando le encargaron transportar el reactor falso que aparece en una de sus películas favoritas de la infancia, La Joya del Nilo.
Según cuenta, a él y su equipo la industria del cine los trata de manera exquisita, nada que ver con el mundo de la construcción. «Nos tratan muy bien. Para el cine los operarios somos muy importantes porque un minuto de película cuesta hacerlo mucho dinero y por eso quieren que todos estemos bien. Nos ponen hasta asistentes para que no nos falte de nada. Eso sí, durante el rodaje de las escenas, el móvil te lo quitan».
«Por otro lado -prosigue este empresario- han visto que les damos soluciones a sus problemas, como un día en que no podían seguir rodando porque el sol se movía y la luz daba en otro lado y les propusimos ir moviendo el decorado entero buscando la luz para que aprovecharan las horas de luz (...). En pocos años hemos cogido experiencia y cuando vinieron a rodar Juego de Tronos a Los Barruecos nos felicitaron porque teníamos soluciones para un montón de cosas que necesitaban».
Inevitablemente, este placentino ya no ve las películas de la misma manera. El dragón de Juego de Tronos era una cámara que iba por un cable de una a otra de sus grúas, de las cuales ha colgado ya cientos de telas verdes que sirven para hacer los cromas que permiten añadir a la escena efectos especiales.
Por otro lado, este miembro de la saga de Grúas Eugenio sabe ahora lo enriquecedor que es la mezcla cultural y también lo importante que es saber idiomas hoy día. «Se lo digo a mis hijas, de 11 y 15 años, que deben aprender inglés. A mí me ha pasado -bromea- que he tenido al lado a Daniel Craig y no he podido decirle nada porque no hablaba su idioma», dice este extremeño, que el año pasado se fue solo un mes a Dublín (Irlanda) para poner remedio a esta carencia. «Hemos reinventado la empresas, pero también me he reinventado yo», reconoce este emprendedor que pasa una de semana al mes atendiendo su negocio en Marruecos ayudando a poner en pie ese mundo de fantasía que proyectan las estrellas de la música y el cine. «Se trabaja mucho, cierto, pero nada que ver con el ambiente de la construcción. Esto es mucho más divertido», afirma.