Un extremeño en la élite empresarial mundial

Lo consiguió, pero a Chano Fernández (Cáceres, 1969) le costó lo suyo convencer a su padre de que un crío de once años debía pasar un verano en Inglaterra aprendiendo inglés. «Yo vengo de una familia humilde, mi padre tuvo que hacer un esfuerzo económico enorme para que yo pudiera irme al extranjero», recuerda cuarenta años después por videoconferencia, desde su despacho en Londres. Aquel niño inquieto criado en Carcaboso (1.085 habitantes, a 15 minutos de Plasencia en coche) es hoy uno de los dos consejeros delegados de Workday, una multinacional que cotiza en el Nasdaq (el índice de la Bolsa donde están las 500 empresas tecnológicas más importantes de EE UU) y que está valorada en más de 40.000 millones de euros. Su cartera de clientes engloba 170 países e incluye a algunas de las compañías más grandes del mundo. Que todas ellas estén contentas tiene como último responsable a este extremeño que pandemia mediante, hará este año lo que lleva haciendo media vida: regresar a su pueblo cacereño cada Navidad, cada verano y cada Semana Santa.

«En lo personal estoy muy vinculado a Extremadura, me gusta mucho volver», resume Fernández, que vivió hasta los diez años en Carcaboso y de ahí se fue a Salamanca, donde se licenció en Física. «Mi padre –cuenta el ejecutivo– fue siempre muy trabajador, y de mentalidad abierta. Se dedicó toda la vida a la construcción. Montó Tenex, una empresa de fabricación de vigas, entre Valdeobispo y Carcaboso, donde mi hermano José Luis sigue con su empresa, Tejafer. Mi madre tuvo una mercería, pero lo dejó y ejerció como ama de casa».

Durante un tiempo, él vivió en Salamanca con su madre, su hermano y su hermana, mientras el padre se quedaba en el pueblo, al frente de su empresa. A ese ámbito, el de los negocios, tuvo claro Chano que quería dedicarse profesionalmente. «La Física te da una capacidad analítica importante, muy útil para enfrentarte a problemas complejos y solucionarlos, pero yo tenía claro que no quería acabar en un laboratorio o como profesor», apunta el directivo extremeño, que estudió el BUP en los Maristas de Salamanca y el COU en Estados Unidos.

Regresó a la ciudad castellano-leonesa para hacer la carrera, y al terminarla, trabajó durante un año en el negocio familiar. «Cogí sacos de cemento de 50 kilos, cargué camiones y arrastré carretillas», recuerda ahora el ejecutivo, que tras esa primera experiencia con su padre, hizo un máster en Administración de Empresas en el Instituto de Empresa. A partir de ahí, comenzó una carrera profesional en el sector de la consultoría y el 'software' para empresas en la que ha ido subiendo peldaños a buen ritmo.

Trabajó en McKinsey & Company, después en Blue C, más tarde en Infor, donde fue vicepresidente de ventas para la región EMEA (siglas en inglés de Europa, Oriente Próximo y África), y de ahí pasó a SAP, donde ocupó durante siete años el puesto de vicepresidente sénior y director de ventas de innovación también para la región EMEA. En el año 2014 fichó por Workday, proveedor de aplicaciones empresariales en la nube para finanzas y recursos humanos. Sus herramientas son usadas por cientos de empresas para gestionar sus cuentas y sus plantillas.

Entre sus clientes están el 60% de las compañías de la lista Fortune 50, que reúne a las más grandes de Estados Unidos. Y en el mercado español, al que llegó hace cinco años, ya ha captado al 20% de las empresas del Ibex-35, el índice que agrupa a las 35 que son la referencia bursátil en nuestro país. La cartera de Workday incluye a Aon, Netflix Accenture, Airbus, Bank of America, Deutsche Bank, BP, Shell, Airbnb, General Electric, Primark, Procter & Gamble, Rolls-Royce, Sanofi, Siemens, Thyssen Krupp Steel... Yentre las españolas, BBVA, Santander, Enagás, Amadeux, Acciona y Hotelbeds.

Desde su llegada a Workday, Fernández ha ocupado varios cargos de responsabilidad, entre ellos el de presidente para EMEA y Asia Pacífico, y la copresidencia, encargado de las operaciones de campo globales y las alianzas estratégicas.

En septiembre del año pasado fue designado CEO (consejero delegado) de la empresa, que en la cúspide de su organigrama sigue un esquema inusual en España pero no en el sector de las tecnológicas, con amplia mayoría de ejecutivos norteamericanos. Se trata una bicefalia, con dos consejeros delegados en vez de uno.

Chano Fernández se ocupa de las relaciones con los clientes en las áreas de adquisición, servicios, satisfacción y asistencia. «Digamos que me encargo de todo el ciclo de vida del cliente, mientras que el otro CEO, mi compañero Aneel Bhusri, se ocupa de todo lo relacionado con el proyecto», aclara el ejecutivo cacereño, que vive en Londres desde hace ocho años.

Antes residió en Madrid durante una década y media. Y casi desde los inicios de su carrera, ha pasado muchas horas de su jornada laboral en aviones, hoteles y oficinas, yendo de un país a otro. «He estado en 70 países, aunque casi siempre sin apenas tiempo para conocerlos», apunta Chano Fernández, que puesto en la tesitura de elegir, destaca «a Estados Unidos por su agilidad para los negocios y su capacidad de emprendimiento; a Alemania por su orden, y a Japón, un sitio muy atractivo». También, claro, a España, «un país fantástico para vivir». Y cómo no, a Extremadura. «Me gusta muchísimo –confía–. La cultura, la comida, el campo, la gente abierta...».