La extremeña que más sabe del sol
María Cruz Gallego Catedrática de Física de la Tierra de la UEx ·
Es la primera mujer en convertirse en catedrática de Física de la Tierra en la UEx
Que las niñas se sientan en igualdad de condiciones a la hora de estudiar Ciencias, es cierto que hay como un freno. Pero quiero animar a todas a las niñas, no hay barrera que pueda frenar el ímpetu por aprender».
Es la invitación que hace María Cruz Gallego (46 años, Valencia de las Torres), que este septiembre ha tomado posesión de su plaza como catedrática del departamento de Física de la Tierra en la Universidad de Extremadura. Es la primera mujer en lograrlo. Asegura que siempre ha recibido un trato igualitario, pero también sabe por propia experiencia que la conciliación familiar y laboral en una carrera investigadora de largo recorrido es muy complicado. «Es un trabajo sin horarios».
Madre de tres hijos, esta física licenciada en la propia Universidad de Extremadura ha realizado estancias en el extranjero. Las de mayor duración en el GKSS, un prestigioso centro de investigación junto a Hamburgo; el Instituto Don Luis de Lisboa y el Observatorio de Bruselas. En Ciencias, explica, es muy importante mantener relaciones fluidas con la comunidad internacional, lo que exige reuniones y viajes cuando la pandemia lo vuelva a permitir.
Profesora en Física, Ciencias Ambientales, Matemáticas y Estadística, tiene dos líneas de investigación abiertas con las que mira mucho al cielo.
En la tesina, dirigida por María Luisa Concillo, analizó datos de la velocidad del viento. Escribió la tesis en precipitaciones diarias en la Península Ibérica y, además de convertirse en doctora, logró hacerse un hueco porque las lluvias son unas variables difíciles de estudiar por su discontinuidad. «En Badajoz, por ejemplo, el 70% de los días es cero».
Pero en el estudio de la meteorología y el clima es importante echar la vista atrás, así que continuó recopilando datos e indagando en las observaciones que han realizado otras instituciones. Las series de precipitaciones diarias en Badajoz comenzaron en 1860.
Algunos datos
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Biografía. Nacida en diciembre 1974 en Valencia de las Torres (Badajoz). Hija de un maestro y una funcionaria de la Junta de Extremadura.
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Estudios. Cursó la EGB en el colegio de su pueblo, el Fernando Alvarado. Para continuar con BUP tuvo que marcharse a Villafranca de los Barros, donde estudió en Las Carmelitas antes de pasarse al colegio San José de la misma localidad para estudiar COU. En 1997 se licenció en Física.
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UEx. Comenzó a colaborar con el departamento de Física de la Tierra una vez licenciada y se convirtió en profesora en 2001. En abril de 2011 logró su plaza de profesora titular y en 2021 se ha convertido en la primera catedrática de Física de la Tierra en la Universidad de Extremadura.
Entre una cosa y otra empezó a mirar el sol. Dirigió sus investigaciones a la actividad solar en el contexto entre el sol y tierra. El edificio de Físicas, en el campus de Badajoz, tiene una cúpula y dentro una serie de telescopios con los que investiga las manchas solares.
Ella y su equipo realizan observaciones diarias que terminan plasmadas en unos discos solares para continuar investigando. Comparten los datos diarios con el observatorio de Bruselas, que compila información de todo el planeta para hacer modelos climatológicos.
Día a día, hasta cumplir ciclos de once años, estudia la actividad solar. Sabe que si es menor en unas épocas, después vuelve a subir.
Dice que la Física es vocacional y muy interesante porque da las explicaciones a nuestro mundo y al universo
Dice que mirar el sol engancha, aunque lo hace de forma indirecta por los riesgos que entraña para la visión, y habla de otras mujeres extremeñas que lo observan cada día, como Gema Araújo. En la Universidad tienen un programa de observación solar que tiene éxito entre los alumnos y la Astronomía es una de las ramas que atrae a las nuevas vocaciones. Y como en ciencias «nada está del todo cerrado», pues aplican nuevas técnicas, estudios e investigaciones. Ella se ha convertido en la extremeña que más sabe del sol.
Dice que la Física es, sobre todo, vocacional. Porque estudiándola se dan explicaciones a «nuestro mundo y el universo... Pone leyes a los comportamientos para entenderlos. Por qué cae un cuerpo o se mueve un coche, si te lo explican bien es muy interesante».
En la búsqueda de nuevas vocaciones, el departamento se vuelca en las campañas que hace la Universidad en los institutos para captar estudiantes.
María Cruz Gallego anima a las niñas. Dice que en las clases que imparte en la Facultad de Ciencias, no ve una descompensación en el número de alumnos y alumnas. Es después, en la carrera investigadora, cuando se reduce el número de mujeres. Ella sabe que es difícil lograrlo, pero también que es posible.
Por eso Física de la Tierra se vuelca en la Noche de los Investigadores y con las actividades del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En esas sesiones cuentan con el apoyo de alumnos para explicar las reglas de la Física de una forma lúdica y divertida. María Cruz Gallego asegura sin dudas que es mundo apasionante en el que una mujer puede lograr el mayor rango académico, como es convertirse en catedrática, con solo 46 años.
