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Cómo construir una fábrica en tiempos del virus
Almazara. Con unos 6 millones de inversión, puede transformar 700.000 kilos diarios en Lobón
Celestino J. Vinagre
Martes, 6 de octubre 2020, 20:48
«Hace siete meses aquí solo había campo. La primera piedra se puso en abril, en plena pandemia y una persona se apostó 150 euros a que no llegábamos a tiempo para la cosecha. Hoy tenemos aquí el proyecto hecho realidad, el que va a ser que seamos un referente en el sector del aceite». El pacense Gonzalo Murillo Arias, un profesional de largo recorrido en el olivar superintensivo, estaba este martes nervioso. No lo disimulaba.
En Lobón, a medio camino entre Mérida y Badajoz, al pie de la antigua N-V, se abrieron este 6 de octubre las puertas de una nueva almazara, que nace con una inversión que se aproxima a los 6 millones de euros (de los que 836.000 euros son ayuda pública con cargo a Incentivos Agroindustriales de la Junta) dentro de un proyecto al que se ha bautizado 'Olivamente'. En quince días empezarán a llegar las primeras aceitunas.
Un grupo agroalimentario con sede en Valladolid, Bomar, es el impulsor de 'Olivamente', en el que el extremeño Murillo es uno de sus socios. «No es solo una nueva almazara con la última tecnología en la elaboración de aceite de oliva. Queremos abrir las puertas a agricultores que quieran unirse a un proyecto de integración en el que socios y clientes encuentren un asesoramiento de sus explotaciones, la posibilidad de entregar sus aceitunas y la elaboración del aceite de oliva en un mismo centro de referencia y con un precio justo», sentenció.
El molino de Lobón podrá absorber parte de la aceituna que ahora se moltura en Andalucía y el Alentejo portugués y facilitará la gestión de las nuevas explotaciones de olivar intensivo y superintensivo que proliferan.
La instalación, que fue inaugurada por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, tiene una capacidad de molturación de 700.000 kilos diarios de aceituna. Es capaz de recepcionar 180.000 aceitunas cada hora. Y cada año puede sacar al mercado unas 6.300 toneladas de aceite. Números relevantes para una almazara que se empezó a poner en pie en plena pandemia y que ha logrado ser concluida al inicio de esta campaña oleícola.
Crecimiento posible
La capacidad nominal de trabajo de la instalación oleícola es de 40 millones de kilos por campaña, que «normalmente se reducirán a 30 para lograr el equilibrio perfecto entre rentabilidad y calidad del aceite producido», dice la empresa. En todo caso, se puede ampliar la almazara hasta alcanzar los 75 millones de kilos por campaña.
Para esta campaña se esperan transformar entre 10 y 12 millones de kilos de aceitunas pero para 2021 la previsión de los promotores es que la almazara funcione ya a pleno rendimiento.
Vara valoró que se pongan en marcha proyectos agroalimentarios como el de Lobón. Una gran almazara que vuelve a poner en el centro del mapa agrario español a Extremadura. El presidente extremeño especificó que el papel de la Junta ante este tipo de proyectos –como el del macromatadero de ibérico de Zafra– es ayudar, «acompañar. Papeles a tiempo y ayudas, pero siempre el grueso de la inversión y del proyecto lo soporta la parte privada».
Subrayó que el sector del olivar tiene un amplio recorrido en la región y que son compatibles el tradicional de secano con el superintensivo en nuestra comunidad, con 263.000 hectáreas.
«Tiene posibilidad de crecer en producciones integradas y ecológicas», debido a que el aceite de oliva virgen ocupa una cuota que no supera el 5% en el mundo. «Diversificando y creciendo, tiene mucho desarrollo por delante en la región y también con otros países, que están descubriendo como es el manjar del virgen extra», finalizó Fernández Vara.