Borrar
La periodista Carmela Ríos, experta en redes sociales, logró en 2012 el premio Ortega y Gasset de Periodismo por su cobertura digital del 11-M.
La periodista Carmela Ríos, experta en redes sociales, logró en 2012 el premio Ortega y Gasset de Periodismo por su cobertura digital del 11-M. HOY
90 aniversario de HOY

«Los ciudadanos necesitan a los periodistas más que nunca para informarse y no solo para que les den la razón»

Carmela Ríos. Periodista experta en redes sociales y profesora universitaria

Cristina Núñez

Cáceres

Viernes, 15 de diciembre 2023, 07:50

Comenta

Una cuenta de Twitter abierta en 2009 puso patas arriba mi concepción del periodismo». Así se presenta en la red Linkedin Carmela Ríos (Ceuta, 1967). Licenciada en en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo ha dedicado lal mayor parte de su carrera al periodismo televisivo en cadenas como Antena 3, CNN+ y Cuatro.

Actualmente se dedica a la docencia en distintas universidades y también escribe una columna semanal sobre redes en el diario El País. ¿Pero qué pasó en 2009? Lo cuenta ella misma en una entrevista que concede a HOY para este suplemento. «Yo trabajaba en CNN+ en esa época y al conocer la noticia del cierre de CNN+, que a mí me llegó por dos vías diferentes, mi impulso fue contarla en mi cuenta de Twitter, que era una cosa muy incipiente, con 45 seguidores. Al poner ese tuit yo vi que había una reacción muy grande de gente que había allí y que yo no sabía exactamente quiénes eran; suscitó mucho interés, vi que había mucho periodismo posible: para narrar, como una herramienta para obtener información, conversar con el público, hacer nuevas fuentes...había mucho potencial», explica en conversación telefónica. Ríos siguió trabajando en televisión pero dos años después la abandonó y se dedicó a trabajar en redes sociales y periodismo ocupando diferentes puestos: el primero, como profesora de periodismo móvil y en redes, y después como jefa de redes sociales en Unidad Editorial, para El Mundo. En el año 2011 se encontró con un filón informativo para contar en redes: una Puerta del Sol de Madrid que bullía con el 11-M, que cubrió íntegramente con su teléfono, una blackberry de la época. El trabajo le valió a Ríos el premio Ortega y Gasset en 2012.

Esta especialista defiende la presencia de periodistas en redes, y también su formación. «Creo que los periodistas hemos entendido la importancia que para nuestro trabajo tienen las redes sociales, pero nos ha pasado que nos hemos incorporado de una forma muy espontánea, sin darle muchas vueltas a la cabeza y sin formarnos para ello. Lo que diferencia a un usuario normal de un periodista es su necesidad de escucha, de exploración de las herramientas y de una cierta educación para poder trasladar todos los códigos del trabajo periodístico a una red social, no solo a la hora de narrar sino también a la hora de obtener información, de verificarla o de dialogar con el usuario», indica mientras remarca la importancia de perder el miedo a este entorno. «Una gran parte de la profesión ha considerado que las redes sociales eran el enemigo, porque ofrecían información gratis, por lo cual no había ningún espacio de monetización o de rentabilidad a la hora de ofrecer un producto periodístico».

«Partimos de la base de que vamos a vivir a partir de ahora y ya lo estamos haciendo en un ecosistema en el que la información y la desinformación se mezclan de forma natural, esa dinámica que se ha instaurado en nuestras vidas tiene que desaparecer, ese conformismo es el caldo de cultivo para que la desinformación se instale con toda la comodidad en todos los estamentos de la sociedad».

«Los periodistas tienen que dejar de ver las redes sociales como enemigas»

La situación, además de un reto, plantea una oportunidad para reforzar la credibilidad del periodista. «Los ciudadanos nos necesitan más que nunca, a condición de que los propios ciudadanos quieran ser informados correctamente y no simplemente expuestos a los contenidos que le van a dar la razón».

La estrategia, a juicio de esta experta, es ir más allá de enlazar las noticias para generar visualizaciones y 'clics' que permitan engrosar la audiencia, sino ser parte activa. «Los periodistas tenemos que adaptar nuestra forma de trabajar mejor a las redes para observarlas, porque si no la desinformación nos pasa por encima». Hay también un reto con las nuevas generaciones, jóvenes y adolescentes que llegarán a ser adultos. «Lo que debemos ver es la forma en que podemos estar nosotros informando desde las redes para que ese chaval de 12, 13 o 14 años empiece a identificar nuestra marca de información como su marca de información, no la de su padre ni la de su abuelo». Medios como New York Times o Financial Times lo están haciendo, explica Ríos. «Le Monde, por ejemplo, creó un canal de snapchat que añadía cada día contenidos en video que consiguió un millón de seguidores. Incluyeron publicidad, ganaron un poco de dinero pero sobre todo acostumbraron a una gran cantidad de jóvenes franceses a ver contenidos de Le Monde como su marca de información. Esos chavales que en 2016 tenían 16 años ya tienen 22 y ya están trabajando, muchos son suscriptores digitales. Ese es el círculo virtuoso, acompañar a los ciudadanos cuando empiezan a tener interés por informarse», indica esta docente y experta.

«Hay muchos jóvenes extremeños que están encantados de informarse a través del HOY allá donde estén porque es el periódico que les ha acompañado desde que eran pequeños, hay que abandonar la idea de que las redes son algo pernicioso».

La utilización de las redes sociales tiene que ver también con la puesta en marcha de las nuevas narrativas muy presentes en los medios de calidad.  «Los entornos digitales permiten hacer mil alternativas diferentes: puedes narrar con foto, fotogalería, video, video en directo, infografías...las redes sociales son un maravilloso campo para entrenar esas narrativas que después pasan a la parte digital, hacer que los periodistas se sumerjan en esa dinámica, tener que elegir las narrativas y aprender a hacerlas es la forma de entender elperiodismo del siglo XXI».

Lo que sí hay que tener en cuenta estima Ríos, es que son «entornos muy incómodos, que se transforman continuamente y que obligan permanentemente a estar actualizando y adaptando la forma de hacer periodismo a los cambios que las redes experimentan».

«Hay muchos jóvenes que están encantados de informarse a través de HOY»

El entorno digital es, a juicio de Ríos «muy trabajoso» y ha cambiado las reglas del juego a los periodistas. «El periodismo del siglo XXI es apasionante pero es muy incómodo, es un periodismo muy trabajoso en el sentido que no siemplemente implica trabajar la información, que también, sino también el proceso de elegir cómo contar las cosas y en qué plataforma se va a hacer y ejecutarlo con lenguaje diferente».

Abunda también Ríos en cómo las redes han ido mutando. Ella misma, al inicio, llegó a participar en quedadas de tuiteros cuando eran «cuatro gatos» y se reunían físicamente para compartir vivencias. «Se ha perdido la edad de la inocencia. El mal, el odio y la desinformación ha llegado para quedarse y cualquier red social medianamente decente tiene que establecer medidas de moderacion que puedan operar los propios usuarios y de los que se encarguen las propias redes, estamos yendo a un modelo más cerrado, compartimentado y privado, no va a haber otra forma de hacerlo, porque hemos pasado de un entorno amistoso a un entorno hostil donde siempre hay personas que están dispuestas a responderte de una forma hosca, descortés o incluso violenta a cosas con las que tú no estás de acuerdo y hay una gran cantidad de actores que lo que quieren hacer creer a una opinión pública cosas que no son ciertas para alterar la percepción que tienen de las instituciones, los partidos políticos o la prensa, que son las cabezas de turco en este proceso», indica Ríos.

Toca, pues, que las redes sean mucho más cuidadosas con cuestiones como la protección de datos, la salud mental de los adolescentes y la desinformación. «Se me viene a la cabeza la demanda múltiple que han presentado en 40 estados de EEUU contra Meta por atentar contra la salud mental de los jóvenes, y en España la iniciativa de la ley de servicios digitales para poner un marco legal a la desinformación, hemos pasado la era de la inocencia pero hay una oportunidad para llegar a la era de la sensatez tanto por parte de las plataformas como de los usuarios».

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Los ciudadanos necesitan a los periodistas más que nunca para informarse y no solo para que les den la razón»