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En Salsa | La crítica

Restaurante Gladys, la renovación de un clásico

Este restaurante, abierto hace más de 30 años, sufrió una importante renovación, tanto del local como de la carta, lo que lo ha convertido en referencia en la barriada de Valdepasillas

ESCARAPUCHE

Jueves, 27 de abril 2023, 20:47

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En el Niño del Mañana, un conmovedor relato del escritor de ciencia ficción Ray Bradbury, se cuenta como, tras un parto asistido por una máquina, nace un bebé azul y con forma de pirámide. Lo que ha ocurrido es que, debido al mal funcionamiento de esta máquina, el niño ha nacido en una dimensión distinta a la del resto de humanos, lo que impide la comunicación con ellos y produce el normal desasosiego en sus padres. Sin querer destripar el final, el cuento termina con un acto de amor de esos padres que, ante la realidad que están viviendo, toman una seria decisión que les permite convivir con su hijo. Supongo que se estarán preguntando a qué viene esta introducción en una crítica de un restaurante. El motivo es que, salvadas las distancias, en el restaurante del que hablamos hoy, puede que ocurra un poco lo mismo: quizás las máquinas han sustituido en parte a los humanos y las percepciones, si el comensal y lo servido no se encuentran en la misma dimensión, pueden ser un poco contradictorias.

Gladys es un restaurante de la barriada de Valdepasillas con una importante historia que empieza hace más de 30 años. Actualmente lo dirige la segunda generación y tiene un notable éxito de público, lo cual da idea de la profesionalidad con la que se gestiona. El recinto es cómodo, amplio y con decoración actual, lo que ha dado lugar a la desaparición de la maravillosa barra que tenía el local original. Disponen de una buena terraza, así como de una sala adicional, que no está aneja al restaurante.

La carta del restaurante se encuentra encabezada por la frase «Somos cocina de mercado». Este tipo de cocina es muy arriesgada y, a la vez, muy atractiva. Los restaurantes que la llevan a la práctica reelaboran los platos casi todos los días, en función de los productos que cada mañana se encuentran en el mercado. Como es lógico, esto es más difícil en ciudades como la de Badajoz en la que, desgraciadamente, no existe un mercado de abastos, por lo que podría considerase una buena aproximación a esta máxima el que el restaurante fuese de cocina de temporada. No estoy realmente seguro de que esto sea así, ya que, las veces que he ido, en distintos meses, a Gladys tenían, esencialmente, la misma carta. Aun así, sería injusto no indicar que, además de los platos habituales, también suelen tener varios fueras de carta, que es donde supongo que marcan esa temporalidad.

Croquetas ESCARAPUCHE

Empezamos comiendo unas croquetas caseras de jamón. Tengo alguna duda de que las que yo comí fuesen caseras, aun cuando el camarero me confirmó que sí lo eran y me aclaró que ellos no usaban ni cuarta ni quinta gama, hecho que me tranquilizó, por lo de poderme encontrar en la misma dimensión de la que hablaba al inicio. Fuesen como fuesen, sosas y sin gracia.

Pulpo a la plancha. ESCARAPUCHE

A continuación, probamos un pulpo a la plancha, un poco duro, acompañado de un muy ligero puré de patatas. Continuamos con un tartar de atún, bien aliñado, aunque de textura extraña, ya que parecía cortado con un cuchillo sin filo que hubiese aplastado ligeramente la carne del atún.

Tartar de atún. ESCARAPUCHE

Por último, cochifrito de un rico cochinillo que, supongo estaba preelaborado al vacío y posteriormente frito. Algo más de potencia a la fritura hubiese mejorado mucho el plato, ya que la piel no estaba suficientemente crujiente. De postre tomamos un tiramisú, que tenía exceso de crema y falta de bizcocho con café.

Cochifrito. ESCARAPUCHE
Tiramisú. ESCARAPUCHE

Muy bien la carta de vinos, con referencias más que interesantes, tanto en botellas como por copas, que son difíciles de encontrar en otros restaurantes y con una gama de precios para todos los gustos.

Gladys

  • Dirección Avenida de Sinforiano Madroñero, 31

  • Localidad Badajoz

  • Horario Lunes, jueves, viernes, sábado y domingo de 13.30 a 00.00 horas. Martes de 13.00 a 17.00 horas. Miércoles cerrado

  • Teléfono 924 22 02 69

  • Terraza

En resumen, en Gladys se come correctamente y los platos están elaborados sin grandes desajustes. Quizás yo no tuviese suerte en la elección de los platos, pero la prueba evidente de que las cosas se deben estar haciendo bien, como decía anteriormente, es la gran cantidad de público que siempre hay cuando he acudido.

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