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Puerto Seco, cocina solvente en un entorno familiarESCARAPUCHE
Jueves, 19 de diciembre 2024, 19:59
Hacía años que no acudía a ningún restaurante de los alrededores de la Plaza de las Américas, en Badajoz. Quizás tenía la idea preconcebida, errónea como todas las preconcepciones, de que estos eran locales de calidad justita, pensados para que los progenitores de los niños que van a desfogarse en los columpios de la plaza pudiesen comer algo mientras vigilaban que sus hijos no tuviesen un accidente. Es lógico que, si uno está pendiente de que su hijo no se abra la ceja tras tirarse de cabeza por un tobogán, el que una ración sea un poquito mejor o peor es secundario. Como mis hijos son ya mayores y mis preocupaciones son otras, entre las que no se encuentran los riesgos de los columpios, mi distanciamiento de esta zona ha sido inevitable. Sin embargo, no hace mucho, tras oír varias de las recetas que comparte por radio el mediático chef de uno de los restaurantes que allí se encuentra, Puerto Seco, decidí acudir.
La carta de este agradable local, que dispone de enormes vidrieras y una cómoda terraza, está dividida en los clásicos apartados: entrantes, ensaladas, pescados… Aunque hay suficiente variedad para elegir, no es excesivamente larga, lo cual es un punto a su favor. Destaca el apartado de arroces, no muy habitual en los restaurantes pacenses, aunque es por encargo y siempre para dos personas.
En nuestra visita, empezamos con unas alcachofas confitadas con jamón. Buena ración de alcachofas naturales acompañadas de un muy correcto jamón, solo calentado por el propio calor de la verdura, lo cual es un acierto al no desnaturalizarse ni la textura ni el sabor del ibérico. Muy buen punto el de unos sabrosos chipirones a la plancha.
Entre la extensa oferta de platos de carne, comimos un cachopo ibérico, en el que se sustituye, si no nos informaron mal, la ternera típica de esta elaboración por secreto ibérico. La carne empanada, si es jugosa y está acompañada de un rico queso y jamón, es una combinación que nunca falla, como era el caso. Solo habría que indicar que sobraban unas escamas de sal que acompañaban a la carne y que no aportaban gran cosa a la elaboración, más allá de la cuestión puramente estética. También habría que controlar la técnica de fritura y de corte de la carne, para que los dos filetes que envuelven al jamón y al queso no se separen entre ellos por la presión que ejerce el vapor de agua al calentarse la carne, lo cual le resta jugosidad a la elaboración. Para finalizar, una pluma ibérica, el mejor corte fresco para mi gusto, con un buen punto de cocción y acompañada de unas patatas panaderas y unas verduras a la plancha.
En el apartado de postres, muy rico el tiramisú y melosa la tarta de queso, elaborada a la forma clásica, al horno, alejada de la estética de las tartas de queso semifundidas, imitación de las del restaurante La Viña, de San Sebastián.
En el apartado de los vinos, tienen un buen número de referencias, pero la inmensa mayoría de perfil comercial, lo cual no quiere decir que sean malos, pero no atraen a un tipo de cliente dispuesto a probar otras propuestas menos clásicas. Es llamativo que la innovación que se intenta ofrecer en la carta de platos, en casi todos los restaurantes, no se vea reflejada en la de vinos.
Dirección C/ Servando González Becerra con esquina plaza Américas
Localidad Badajoz
Horario Lunes cerrado. Martes a jueves de 13:00 a 00.00. Viernes y sábado de13:00 a 1:00. Domingo de 13:00 a 17:00 horas
Teléfono 661 36 62 17
Terraza Sí
Tras mi visita, he de decir que reniego de aquel prejuicio del que hablaba al inicio de esta crónica. La carta está bien elegida para su público potencial, y la cocina es solvente, con platos bien resueltos a un precio más que ajustado. Además, el equipo de sala, joven y amable, hace que todo discurra con fluidez y corrección. En resumen, un local que, aunque puede seguir siendo lugar de encuentro de padres y madres al cuidado de su prole, puede ser también disfrutado por personas, como yo, a las que sus hijos no les permiten que vayan a «vigilarlos». En ambos casos disfrutarán de la comida.
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