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Origen: Un restaurante que necesita mejorar
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Origen: Un restaurante que necesita mejorarDON POLEO
Jueves, 29 de mayo 2025, 19:12
Origen es un restaurante enclavado en el barrio de Cabezarrubia de Cáceres, donde en dos avenidas se puede comer en locales ya visitados y recomendados por En Salsa como Avalon, La Fabiola o Santisteban. Origen forma parte de un proyecto hostelero con varios restaurantes en la ciudad. El local no es grande y están juntos el comedor y el bar. Cuenta con una estupenda y animada terraza, donde se puede comer sentados en alegres butaquitas al estilo de las que se ven en las terrazas parisinas.
La decoración interior es moderna y agradable: maderas, espejos, lámparas llamativas de colores azul y naranja… Las mesas son de madera, cómodas para dos comensales, francamente apretadas para tres y lo suficientemente cerca unas de otras para que se mezclen las conversaciones. Grandes cristaleras llenan el local de luz natural. Las sillas son las habituales en estos gastrobares modernos: cómodas y tapizadas en ocre, naranja, verde... También hay una especie de sofá corrido, pegado a la pared y cómodo siempre que no te toque la división entre dos cojines.
Si hay clientes en el bar, el ruido es bastante intenso y se suma a la música estilo pop clásico. El baño de caballeros no tenía jabón, un detalle muy español, aunque la pila era bonita y no faltaba una decorativa flor. Sirvieron un pincho de cortesía prescindible: salchicha sabrosa con patatas que fueron fritas hace rato. El pan es el clásico de la hostelería cacereña tradicional: un convencional bollito recién horneado. El servicio cumple sin más; la vajilla, algo ajada, es inglesa de la casa Steelite; no hay mantel; las servilletas son de papel, con el anagrama del local estampado; la cubertería es buena y hay moscas, una pequeña molestia que evitan en otros locales.
No tienen carta de vinos, ofrecen de viva voz. Por copas, se mantiene la ya pasada y pobre oferta extremeña de verdejo y semidulce y es más amplia en tintos. Cantan platos fuera de carta, pero no facilitan los precios, otra fea costumbre que empieza a desterrarse, muy poco a poco, en los restaurantes de la región. En la carta de platos, entrantes como la alcachofa confitada, croquetas, gyozas, ensaladilla de langostinos, zamburiñas, huevos rotos o crujiente de brandada de bacalao. En los principales, bacalao, entrecot, secreto, cachopo, etcétera.
Empezamos con un plato llamado magnum de foie. Efectivamente, tiene la forma de un helado Magnum, pero en lugar de chocolate, está hecho no de foie, sino de paté. Se presenta glaseado con frambuesa y en compañía de frutos rojos. Llega a la mesa en compañía de rebanaditas de pan. Es un plato bien presentado, pero después descubrimos que podría ser de quinta gama, es decir, se lo venden a los restaurantes ya preparado. Esto no es ningún desdoro, pero no es lo mismo. En Francia, de hecho, es obligatorio que en la carta se especifiquen los platos elaborados con productos que son de quinta gama. En fin, con la sospecha de la quinta gama seguimos intentando disfrutar de la comida.
Vino después un carpaccio de carabinero con cremoso de aguacate y jalapeño, mayonesa de sus cabezas y ralladura de lima. Era un plato que podría sugerir muchos matices, pero la parte intensa y picante mataba la sutileza del marisco. Comes con gusto, pero no sabes muy bien qué estás comiendo.
El siguiente plato fue un risotto tartufato con crema de trufa negra, huevo frito y jamón ibérico. Lamentablemente, no nos habían cambiado los platos y comimos el arroz entre trazas de paté y restos de la salsa del carpaccio. Quizás fuera un pequeño error del servicio porque en otras mesas sí los cambiaron. El risotto estaba demasiado aromatizado, un plato intenso y sabroso en el que el huevo ligaba bien con el arroz y el jamón no aportaba mucho.
En la carta de postres, torrija, tarta de queso, tarta de zanahoria o tarta de chocolate. Optamos por la torrija de pan brioche con helado de Baileys. La presentación de la torrija era extraña, un tanto triste, sin el atractivo tono dorado de las torrijas clásicas, le faltaba jugosidad… Y así acabamos la comida en Origen, que triunfa como bar, pero necesita mejorar para triunfar como restaurante.
Dirección Avenida de París, 24
Localidad Cáceres
Horario Martes: Cierra. Domingo: comidas. Resto semana: comidas y cenas
Teléfono 608 957 970
Terraza Sí
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