Pedro Rocha, del fútbol sala a encabezar el deporte rey
Delfín de Rubiales desde la vicepresidencia de la RFEF, el extremeño dirigiría el fútbol español hasta las elecciones en caso de inhabilitación
En los últimos años la representatividad extremeña en los altos cargos decisorios del deporte rey en España, en buena parte de sus estamentos –árbitros, fútbol femenino, etc.– ha ido creciendo de manera exponencial, pero, de un plumazo, en lo que dura un beso, llega a su cima. La incorrecta actitud de Luis Rubiales durante las celebraciones del Mundial femenino le ha acorralado y parecía condenarle a la dimisión y con ella a un proceso en el que alguien tiene que ponerse al frente de nuestro balompié, aunque sea de una forma interina y vía junta gestora hasta unas próximas elecciones, en las que también podría ser candidato. Ese alguien es el cacereño Pedro Rocha, vicepresidente de la Federación Española de Fútbol y mano derecha del presidente. Finalmente Rubiales sorprendió a todos y no dimitió, pero el Gobierno sigue dando pasos hacia su inhabilitación. 'Rubi' destituyó este viernes a los otros cinco vicepresidentes para dejar a Rocha en la única vicepresidencia y garantizar así que sea su sustituto en el caso de que sea fulminado.
Pedro Rocha Junco (Cáceres, 16 de octubre de 1956) es un empresario con tres establecimientos en la capital cacereña que siempre estuvo ligado al deporte, especialmente en sus inicios al fútbol sala, donde fue incluso jugador de División de Honor, o en el fútbol, con el Cacereño Atlético o el Amanecer. Los lazos con el fútbol y el Cacereño le llevaron a convertirse en directivo del club verdiblanco antes de emprender una dilatada trayectoria en el mundo federativo, primero regional y posteriormente nacional. También fue vicepresidente del Cacereño Malpartida y miembro del cuerpo técnico del CP Amanecer.
En la Federación Extremeña de Fútbol comenzó como delegado provincial en Cáceres, presidente del Comité de Fútbol Sala y después saltó a la vicepresidencia, hasta que en las polémicas elecciones de 2013 fue proclamado presidente de nuestra territorial. Unos comicios impugnados que se transformaron en un maremagnum judicial de doble sentido por las supuestas falsificaciones documentales en los votos, nunca demostradas, que duró incluso más que su propio mandato, ya que le dio tiempo a ser reelegido sin oposición en 2016. Lo cierto es que cogió una federación extremeña sin financiación, hundida en lo económico y en la desconfianza pública de todo el sector, y con el paso del tiempo se podría decir que la ha saneado y modernizado.
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Cumple hoy su tercer mandato, el de 2020-2024 tras ganar las últimas elecciones, en las que ningún candidato logró los apoyos necesarios para plantear una alternativa. En su discurso, siempre estaba presente la frase «vamos a hablar solo de fútbol», en alusión a anteponer el futuro al pasado. También destacaba su puesta en valor del equipo con el que ha ido de la mano todos estos años.
El polo opuesto a Rubiales
Aunque con Ángel María Villar ya estaba al frente del fútbol sala, en mayo de 2018 le llega el salto al escaparate nacional como 'barón territorial'. Aliado de Rubiales, acude con él a las elecciones de la RFEF de aquel año y es designado vicepresidente. Curiosamente, con una personalidad completamente distinta a su jefe, siempre huyendo del foco, de la polémica, calmando los ánimos y con una discreción que domina su carácter. En ese sentido, es la cara opuesta de Rubiales. Su búsqueda de la paz y la tranquilidad es constante. Cualquier persona que le conozca no se lo imagina protagonizando conductas como las que han conducido a esta tesitura.
Rafael Del Amo, otro vicepresidente, máximo responsable de la federación navarra y del Comité Femenino de la RFEF y que este viernes sí presentó su dimisión, significó que Pedro Rocha era la mejor opción. «Es la persona idónea y debemos mantenernos unidos. Es la gran persona para este momento», apuntó Del Amo, que ve en la destitución de vicepresidentes una estrategia de Rubiales en caso de ser inhabilitado.
De llegar a ese extremo, que se antoja inevitable dada la presión social y política sobre el todavía presidente de la RFEF, la etapa de Rubiales al frente de la Federación dará paso al nombramiento de una comisión gestora, como dispone el artículo 31.9 de los Estatutos de la RFEF, que sería presidida por Rocha con el propósito de gobernar el fútbol patrio hasta mayo de 2024, que es cuando concluye el actual mandato y se deben celebrar elecciones, como recoge el artículo 31.4. Entonces, el cacereño Pedro Rocha habrá pasado de dar sus primeros pinitos en el fútbol sala a encabezar el deporte rey en España.
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