Luis Acevedo | Cine Salorino

Arquitectura de HOY | Una selección de Francisco Hipólito

Una obra para devolver el cine y el teatro a Salorino

El edificio objeto de intervención es, en realidad, un conjunto de edificaciones que, desde sus orígenes, ocuparon varias parcelas y que actualmente se encuentran unidas registral y catastralmente en torno a un inmueble principal, una sala de cine.

Se trata de un volumen rectangular, con unos siete metros de altura y muros de carga de mampostería irregular sobre los que apoya una bóveda de ladrillo que sujeta la cubierta. La reforma responde a las necesidades municipales y redefine el conjunto como un espacio adaptable a distintos usos culturales, incorporando espacios exteriores y una zona ajardinada.

El proyecto busca las edificaciones principales y aprovecha el mal estado de las auxiliares para demolerlas y generar espacios exteriores más agradables y funcionales, que complementen los usos del interior y pongan en valor el edificio original, de interés histórico-arquitectónico.

La sala de cine se convierte en un espacio cultural polivalente (conferencias, exposiciones, teatro, conciertos) sin perder su uso original. En planta baja se recupera la doble altura eliminando un forjado añadido en reformas anteriores, se incorpora mobiliario móvil y telones para subdividir el espacio, y se amplía el escenario incluyendo las bambalinas, añadiendo una cristalera posterior como escaparate al paisaje.

El escenario será accesible mediante un elevador portátil. El antiguo bar se transforma en biblioteca-café, manteniendo su barra original. Las edificaciones hacia la calle San Pablo, en cota inferior, se eliminan para crear un graderío y jardín, incorporando este espacio al programa general y liberando visualmente la parte trasera del cine. Esta restauración añade una salida de emergencia que también podrá servir como acceso independiente al graderío. Para preservar la percepción desde la calle, se mantienen los muros originales de planta baja.

En la planta primera, sobre la biblioteca-café, el arquitecto proyecta salas vinculadas a la biblioteca inferior que complementan el programa. Se conserva la cabina de proyección, visible desde la calle como escaparate. Las cubiertas de teja a dos aguas se mantienen, aunque se interviene para mejorar su aislamiento e impermeabilización. Formalmente, el edificio apenas cambia, pero la reforma lo abre al entorno y viceversa, fomentando la interacción con el exterior a través de los escaparates en la sala de proyección y el escenario, así como mediante cerramientos permeables en calle San Pablo.

Esta actuación conserva el volumen exterior hacia la calle Palacio, incluyendo la mayoría de los huecos originales. El volumen saliente de la sala de proyección se transforma en escaparate mediante vidrio y madera, sin alterar su tamaño. En el interior se recupera el volumen original de la sala de cine, eliminando falsos techos y forjados previos, dejando vista la bóveda de fábrica y la estructura de hormigón del anfiteatro.

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