Arquifaho S.L | Casa de la Cultura de Villagonzalo

Arquitectura de HOY | Una selección de Francisco Hipólito

Una obra para rescatar del olvido un edificio singular

A mediados del siglo pasado, Luis Morcillo diseñó un inmueble de gran nobleza y distinción en la localidad pacense de Villagonzalo, que en su tiempo fue lugar de animados guateques, salas de fiestas y vibrantes discotecas. Con el paso de los años, cayó en el olvido. En 2017 el Ayuntamiento de Villagonzalo apuesta por rehabilitarlo para Casa de la Cultura y tener un espacio de usos múltiples con carácter de ocio y formativo. En este teatro se fusionan la esbeltez de su arquitectura y sus airosas líneas, con una fachada adornada con molduras y recercados que se abren hacia la Plaza de España, mientras que hacia la calle Castillejos se destaca su robusta mampostería.

Ubicado en una esquina, el edificio presenta dos fachadas de acabados distintos. La que da a la plaza tiene revoco blanco y molduras que adornan los huecos y ventanas, mientras que la que da a la calle Castillejos es más austera, con mampostería vista de excelente factura. Al observar el caserío local, se nota que muchas edificaciones tienen este tipo de acabado. Por ello, se proyectaron los alzados al revés: se desnuda la fachada principal, manteniendo los ornamentos originales. Ahora, todo el edificio tiene un lenguaje arquitectónico coherente, con una cubierta transitable que forma una terraza desde la que se contempla toda la campiña. Es un lugar privilegiado para realizar eventos al aire libre. Las claves del proyecto se basan en la sala principal y un potente núcleo de acceso a plantas superiores de nueva construcción. Junto a estos, se dispone en la entrada un módulo de recepción, una sala amplia de exposiciones y aseos. En aquellos lugares del interior donde la mampostería de piedra estaba en buen estado, se ha dejado vista, dialogando con una solería a base de tablas de acero crudo en gran formato. El núcleo de escaleras consta de peldaños volados que circundan un ascensor panorámico, manteniendo un único punto de apoyo en el muro. La solería de los distribuidores de las plantas superiores también son de vidrio en grandes dimensiones y sobre el conjunto desciende la luz natural merced a la claraboya superior.

En la planta primera hay un gran salón de reuniones cuyo frente es de piedra y el suelo es una tarima de roble. Además, en esta planta se localiza el acceso al anfiteatro de la sala principal.

Los aseos combinan paneles fenólicos con la mampostería preexistente y su suelo se ejecuta en cemento industrial. El espacio central es de uso polivalente y está dotado de escenario y camerino. Una maravillosa sucesión de cerchas de madera a la española sustituyen a las metálicas del proyecto original. La empresa constructora fue Al-Senera con Virtudes Navareño como jefe de obra. David Espinosa trabajó como director de ejecución.

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