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La tragedia del fotógrafo navarro que fue feliz en Extremadura

José Alfaro, el pamplonés que en 1913 hizo hermosas fotografías de Hoyos, Cáceres y Mérida, fue feliz en Extremadura en donde conoció a Elisa García, el amor de su vida. Con ella se casó en 1923 y disfrutaron de la vida hasta que vino la Guerra Civil. A José Alfaro le metieron en una cárcel en la que fusilaron a casi todos sus compañeros. Él pudo librarse de la muerte de milagro, para comenzar un duro exilio en Francia, con la pena de haber dejado en España a sus cuatro hijos y a su mujer, a la que en venganza le cortaron el pelo al 0. Diez años estuvieron José y Elisa sin verse, hasta que en 1946, él pudo volver a la España aún del odio. Murió en 1979, con 84 años. Poco después su nieto, el fotógrafo Atxu Ayerra, encontró en el taller del abuelo unas cajas con negativos de cristal. El tesoro que guarda la familia de José Alfaro son 1.280 negativos fotográficos, varios de ellos de Extremadura, de un gran valor.