Los edificios fantasma del 'boom' de la construcción en Cáceres
Sin acabar ·
En Cáceres El Viejo y Casa Plata permanecen los restos de promociones interrumpidas por la crisis inmobiliaria de 2008En mitad de una apacible calle de Cáceres El Viejo, uno de los extensos residenciales del distrito Norte, en el que viven más de 3.000 personas, el paso del tiempo y la falta de mantenimiento van deteriorando una promoción de viviendas que lleva años sin concluir. Son 18 atractivos adosados –al menos su diseño exterior proyecta cierto gusto en la construcción y buenas calidades– edificados en Los Abedules.
Forman parte de una manzana triangular acotada entre la avenida de los Cuatro Lugares y las calles Los Romeros y Los Abedules, levantada por Proexsa, la constructora cacereña (hoy sin actividad) que en su día urbanizó el residencial, que llegó a ser conocido por este nombre.
La propia web de la empresa detalla las características de las viviendas (unifamiliares de 120 m2, con garaje y trastero vinculados, amplia piscina comunitaria, cuatro dormitorios, terraza, salón-comedor, cocina, tres baños, patio delantero y trasero), acompañada de la memoria de calidades, fechada en 2012, y la gama de colores de las fachadas. Solo las casas que dan a los Cuatro Lugares están habitadas. Las de Los Romeros están sin ocupar, según indica el presidente vecinal, Raúl Pérez, y las de Los Abedules, inacabadas.
Las zarzas han invadido la puerta de varios adosados y los vecinos que viven enfrente vienen trasladando sus quejas al dirigente vecinal. «La empresa no limpia y lo tienen abandonado. Toda esa maleza atrae bichos, como culebras, y se acumula mucha suciedad», critica Pérez.
A pocos metros de esta manzana, en Las Violetas, hay otra promoción inconclusa. Una de las viviendas, también adosada, está tapiada, y en la parcela contigua quedan a la vista las estructuras de ladrillo con bovedilla de lo que iban a ser garajes. En esta parte de la vía, un tramo de acera ha cedido y es intransitable porque una alambrada de seguridad impide caminar por ella.
«Hay un riesgo importante de derrumbe», alerta el dirigente. «Es una zona muy peligrosa porque tiene muy poca protección y hay chicos que entran. Esto sigue ahí año tras año y nadie hace nada, la acera va cediendo y se van a caer las farolas», denuncia Pérez, que recuerda que han enviado varios escritos al Ayuntamiento reclamando soluciones.
Uno de los ejemplos más llamativos de abandonos de la construcción, está en la avenida de Dulcinea, al inicio de Casa Plata, junto a la comisaría de la Policía Nacional. Se trata de un gran bloque de pisos con fachada gris que completa una promoción con otro edificio terminado y habitado. Ambos comparten una piscina que no ha llegado a construirse y lo que tendría que ser la zona ajardinada común, tiene instalada una gigantesca grúa. En el exterior hay dos cabinas de obra y en el interior de los locales de los bajos pueden verse montones de materiales apilados.
Tomás Pintor conoce muy bien el mercado inmobiliario cacereño. Enseña todos los días pisos y asegura que, como agente inmobiliario, se ve afectado al ir a cerrar alquileres en el edificio terminado. «Alquilar aquí echa para atrás y cuesta mucho, porque te asomas al patio interior y estás viendo el foso de la piscina y una gran grúa que da miedo, y que lleva ahí años».
Él mismo, recuerda hoy casi como una anécdota, estuvo a punto de adquirir un piso en 2011 en este bloque que, según precisa, está ejecutado al 90%. «El promotor nos enseñó las obras y nos ofreció gratis un trastero con bodega si nos quedábamos con un ático. Menos mal que no compramos», dice con alivio diez años después.
Es una de las cara menos amables del 'boom' inmobiliario que a partir de 2008 desmoronó los cimientos de muchas constructoras. La crisis del ladrillo paralizó en las urbanizaciones nuevas numerosas promociones que acabaron años más tardes las inmobiliarias de los bancos.
Fecons avisa de que el encarecimiento de los materiales puede afectar las obras nuevas
El presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Cáceres (COAAT), Diego Salas, recuerda que la mayoría de obras se detuvieron por los problemas económicos de las constructoras, que financiaban las viviendas con préstamos hipotecarios. Las entidades financieras y el conocido como 'banco malo', Sareb, se adjudicaron los edificios.
Pisos vacíos
De lo que avisa Salas es del buen número de pisos promovidos en esta última década que, según anota, quedan por vender y permanecen vacíos. Menciona el caso de bloques de Casa Plata en los que las contadas familias que residen, detalla, tienen que correr con importantes gastos de mantenimiento de piscinas y ascensores porque los dueños de los pisos no habitados no pagan.
En su opinión, el principal problema de la vivienda en Cáceres radica en su «elevado precio» si se compara con el nivel adquisitivo del cacereño. Según su explicación, esta circunstancia obedece a un mercado «muy cerrado». «El suelo está en manos de un reducido número de propietarios y a un coste también muy elevado», sostiene.
Mientras, el vicepresidente de la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción (Fecons), Abelardo Martín, pone el foco en las promociones nuevas que podrían verse afectadas por el encarecimiento de los materiales. «No es una realidad todavía pero podría darse», avisa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión