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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Restricciones. El cierre de los bares y de aseos como los de Cánovas deja el centro sin sitios para orinar, lo que afecta sobre todo a los mayores ARMANDO MÉNDEZ
La difícil misión de encontrar un baño público abierto en Cáceres

La difícil misión de encontrar un baño público abierto en Cáceres

Restricciones. El cierre de los bares y de aseos como los de Cánovas deja el centro sin sitios para orinar, lo que afecta sobre todo a los mayores

m. m. n. / m. j. t.

Martes, 26 de enero 2021, 07:20

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Doce del mediodía. Un corrillo de jubilados charla en la Plaza Mayor, junto al centro de mayores que hay en los soportales. Este establecimiento, toda una referencia para el colectivo de la tercera edad de la zona, tiene su cafetería cerrada debido a las restricciones aplicadas por la Junta de Extremadura a la hostelería por la pandemia. Sin embargo, precisa la pandilla, los baños se pueden usar por los socios, siempre que faciliten al entrar el DNI y el número de teléfono.

Los aseos públicos se han colado en las conversaciones cotidianas de los grupos de la tercera edad. ¿El motivo? Encontrar en estos momentos un baño abierto a pie de calle en el centro urbano resulta una misión casi imposible. El cierre de los bares ha dejado huérfanos a muchos jubilados. No solo de su café diario, sino de un aseo al que acudir en caso de urgencia. A esta medida se suma la decisión adoptada por el Ayuntamiento, que debido a la actual situación sanitaria ha echado el cierre a los aseos del Parque de Gloria Fuertes (antes Calvo Sotelo), situados en un enclave estratégico, en plena avenida de España.

Antonio del Barco presenció hace unos días una situación que le ha llevado a tomar cartas en el asunto. «Se lo dije claramente. Vámonos a Cánovas, que yo le acompaño y lo hace usted tras el seto». Con esa claridad y franqueza relata la experiencia que vivió con otra persona tras pasar por las oficinas de la Seguridad Social y comprobar cómo se le negaba el uso de los servicios.

El cierre de la hostelería agrava una situación de por sí delicada ya en la ciudad para colectivos como los mayores o los profesionales de sectores del transporte, reparto o taxistas. Hacer pis, en plena pandemia, se ha convertido en una aventura.

La peculiaridad de la capital cacereña, con sus casi 100.000 habitantes, es que ya antes de la covid tenía un claro déficit de baños públicos. Los del Parque del Príncipe llevan año inutilizados por el vandalismo y la ampliación que diseñó el Ayuntamiento de ese pulmón de la ciudad ofrece un espacio moderno y repleto de jardines y zonas de esparcimiento pero los cuatro millones que se invirtieron en ella olvidaron habilitar un sencillo wc. También siguen a la espera los comprometidos servicios de la Plaza Mayor, mientras que los de San Jorge quedaron integrados en la cafetería, ahora cerrada, como todas las de la ciudad.

Locales como Montebianco (en la foto) no pueden abrir sus baños
Locales como Montebianco (en la foto) no pueden abrir sus baños ARMANDO MÉNDEZ

Sin servicios públicos y sin bares, la pandemia deja en una difícil tesitura a quienes se muevan varias horas al día por la calle y lejos de casa. O simplemente a quienes tengan problemas de próstata, de vejiga o algo tan sencillo como un apretón. Fue lo que le ocurrió a un señor que se desplazó desde un pueblo de La Vera hasta Cáceres para tramitar una gestión en la Seguridad Social y que pidió permiso para entrar en el baño. Le fue denegado y a partir de ahí ya no supo qué hacer. «Era una persona mayor, de cerca de ochenta años y solicitó entrar en el baño sin que se lo permitiesen. Lo vi muy apurado, como sin saber qué hacer», cuenta Antonio del Barco.

Este pensionista residente en Mejostilla recuerda que, al no conocer la ciudad, le ofreció al anciano cruzar la calle y desplazarse al parque del Cánovas para que pudiese orinar «tapado, en el seto». Sin embargo, ya fuese por vergüenza o pudor, insiste, al final el hombre terminó aguantándose las ganas.

Esa experiencia llevó a Antonio a una labor de investigación personal que no dudó en emprender para confirmar si realmente lo que había pasado en el organismo estatal pasaba en otras instituciones. Y la conclusión que sacó después de varios kilómetros de paseo por administraciones locales, estatales y regionales fue que sí.

«Es absolutamente lamentable. Que los organismos estén abiertos a medio gas y además no permitan el uso de los baños a las personas que acudimos a ellos no tiene explicación posible», se lamenta. Se armó de paciencia y pasó por el edificio a Múltiples. A la entrada explicó al vigilante de seguridad que necesitaba pasar al baño pero la respuesta fue negativa. El céntrico bloque en el que la Junta de Extremadura tiene los servicios de varias consejerías solo funciona con cita previa, algo que en el caso de los baños no es operativo, por razones obvias.

La experiencia fue similar en el Ayuntamiento y en el hospital. Una de las pocas alternativas que encontró fue el Palacio de Justicia. Al explicar en la puerta que tenía cierta urgencia para acudir al wc, el responsable de seguridad accedió a dejarle entrar. Ayer también tuvo suerte, cuenta, en el edificio del Sexpe de la avenida de la Hispanidad.

Mientras tanto, a los establecimientos que sí pueden despachar cafés para llevar estos días les llueven las peticiones para poder usar los baños. «No podemos abrirlos», explican desde el céntrico local Montebianco las hermanas Yolanda y Guadalupe Mostazo. La normativa en vigor les impide hacer uso del interior de sus instalaciones. Todos los días, comentan, hay al menos diez personas que piden entrar al aseo.

Los baños de la Biblioteca Pública son, hoy por hoy, los únicos disponibles sin restricciones. Para entrar a los del parking de Primo de Rivera hay que introducir un código facilitado a los clientes y en el de Obispo Galarza, hay que solicitar una llave en ventanilla.

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