Un pavo blanco a la fuga por Badajoz
Parques y Jardines ha introducido nuevas aves albinas en el estanque de Castelar, pero el macho se ha marchado y vaga por la ciudad
Se busca pavo albino macho. Se le ha visto lucir sus llamativas plumas blancas por la 'autopista', por el parque del río y por las laderas de la Alcazaba. En su casa, Castelar, le echan de menos sus compañeras, otras dos pavas del mismo color así como otras muchas aves nuevas que se han incorporado a este parque.
Castelar tiene nuevo inquilinos y llegarán más. Las que más llaman la atención son dos pavas albinas, las más fotografiadas estos días en el estanque del mítico parque de Badajoz. En principio, eran tres, pero el macho albino ha decidido irse de turismo por la ciudad y está visitando distintos barrios. Está a la fuga.
La iniciativa de introducir en este jardín ha sido de la Concejalía de Parques y Jardines con la colaboración de la de Protección Animal. Según explica Jesús Coslado, el responsable de la primera, «queríamos darle una vuelta a Castelar con distintas especies que no había y también con alguna especie autóctona que va a llegar».
Por el momento, se ha introducido un nuevo pavo real macho, dos hembras de esta misma especie, una pareja de patos mudos y los tres pavos blancos, de los que solo quedan las hembras si el macho no decide volver.
Adoptados
«En el estanque había muchos gansos y poca variedad y decidimos buscar otras especies», explica Jesús Coslado. Los animales no han sido comprados, sino adoptados. Los ha cedido a Castelar, a través de un acuerdo, la empresa Aqualia. La concesionaria del servicio de aguas en la ciudad tiene un parque con aves en su depuradora y la población ha aumentado notablemente. Por esa razón ha donado parejas de pavos albinos y pavos reales al popular jardín pacense.
«Queríamos darle un vuelta a Castelar e introducir nuevas especies, algunas de ellas autóctonas»
jesus coslado. concejal de parques y jardines
El veterinario municipal ha dado el visto bueno a la introducción de estas especies, según Coslado, y vendrán más. «Estamos esperando a que se aclimaten para llevar más pavos, tanto reales como albinos. Llegará otro macho albino, por ejemplo», indica el edil de Parques y Jardines.
Por ahora, las dos pavas albinas que se han quedado en Castelar parecen bien adaptadas al entorno. De hecho, son menos asustadizas que los reales y muchos niños y mayores han podido acercarse bastante para poder apreciar las plumas de su cabeza de cerca.
¿Pero son pavos reales? En realidad sí. Se trata de una mutación genética. Se ha dado en la naturaleza, pero también cruzando ejemplares que tenían manchas blancas en su plumaje hasta que han logrado que los descendientes sufran leucismo, es decir, que sus genes impiden que el pigmento se deposite en sus plumas, por lo que todas son blancas.
Al igual que los reales son originarias de Asia y muy cotizados por su color especial. De hecho, son un símbolo de amor y se regalan o se lucen en algunas ceremonias, como las bodas.
Como curiosidad, el azul y verde y el blanco no son los únicos pavos reales que se pueden encontrar. Hay otras mutaciones y existen variedades grises, de azul intenso, verde por completo o incluso marrones.
La gallina azul
La especie autóctona que introducirá la Concejalía de Parques y Jardines será a gallina azul. Varios ejemplares se instalará en la parte trasera del estanque de Castelar. Para ello, el Ayuntamiento va a construir un gallinero especial porque necesitan un espacio para resguardarse.
En los próximos días ya podrán verse los primeros ejemplares de gallina azul y llegarán más. El objetivo es que, especialmente los niños, conozcan de cerca una especie de la zona.
El pasado mes de febrero la Gallina Extremeña Azul obtuvo la calificación de raza cien por cien autóctona que concede el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Solo lo tienen 56 especies domésticas en el país. También fue calificada como especie autóctona en peligro de extinción. La Junta, de hecho, tienen un programa de recuperación y ahora Badajoz podrá vigilarlas y protegerlas en su parque más conocido.
En cuanto a su aspecto, más que azules son grises, con un plumaje ligero y más corpulentas que otras gallinas, por lo que su carne es muy valorada.
Por último, el parque de Castelar también está de estreno en cuanto al mobiliario. Hace años, en uno de los accesos a la avenida Ramón y Cajal, se cayó un pino que destrozó un banco circular. Ahora se ha reconstruido este asiento redondo en mampostería y se ha plantado un nuevo pino que en el futuro creará una zona de sombra para sentarse.
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