Si el bloque no tiene sitio, la rampa puede ir en la acera
Accesibilidad. Urbanismo puede autorizar que se ocupe parte de la calle si no hay sitio para la obra en su interior; el último ejemplo está en Fernando Calzadilla
En portales sin espacio, la rampa puede construirse en la vía pública. Es el resumen de una obra de accesibilidad que sorprende a los peatones en la avenida Fernando Calzadilla, cuyo número 19 ha habilitado un nuevo acceso.
La obra consiste en la instalación de una rampa y tiene permiso del Ayuntamiento de Badajoz, que la ha autorizado porque el portal carece de espacio interior. Está previsto por la ley que en estos casos, señalan desde Urbanismo, se pueda invadir el espacio público.
Desde Apamex, su presidente, Jesús Gumiel, indica que los vecinos se pusieron en contacto con la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (Otaex) para estudiar cómo salvar los escalones entre la calle y el portal.
Después de que los técnicos verificaran que no había otra solución, determinaron que solo se podía actuar de esta manera. «Se puede hacer cumpliendo una serie de requisitos, como que exista pasamanos, y siempre que haya anchura suficiente para el sendero peatonal», señala Jesús Gumiel.
Desde Apamex indican que esta rampa cumple la normativa y agradecen al Ayuntamiento que atienda las necesidades de las comunidades para facilitar la salida o entrada a las viviendas. Aunque, como en este caso, se trate de solo unos peldaños, pueden suponer un obstáculo insalvable para personas en sillas de ruedas o con problemas de movilidad.
«Los ciudadanos que se quejan por este tipo de obras deben pensar que mañana pueden ser ellos los que necesiten una actuación de este tipo», advierte Jesús Gumiel. Apamex y Otaex reciben muchas consultas para realizar obras de accesibilidad, aunque no siempre es posible. Entre otras cosas, porque Badajoz no dispone de muchas aceras tan anchas como para permitir la convivencia entre peatones y rampas. «En el Casco Antiguo no se puede», certifica Gumiel.
Este incide en que no se autorizan estas obras siempre que se pueden realizar en el interior de los portales. A veces reciben consultas indicando que resulta más barato realizar la adaptación fuera del bloque que dentro, pero este no es un motivo que tengan en cuenta. Solo se permiten, advierte Gumiel, en el caso de que no haya otra solución arquitectónica.
Este tipo de obras se irá viendo por otras zonas de la ciudad con el tiempo. Es lo que ha pasado con los ascensores en el exterior. Uno de los primeros se ubicó en la calle Regino de Miguel, prácticamente en la esquina con la avenida de Huelva, porque no tenía espacio para este dentro del bloque. Poco a poco se han ido extendiendo. Ya están en el polígono de la Paz, en el Paseo Fluvial cerca del edificio Siglo XXI y ahora, también, se están empezando a instalar en las 500 viviendas de San Roque.
Los residentes de estos bloques de tres y cuatro alturas se pusieron en contacto en muchas ocasiones con la Otaex, pero no ha sido hasta ahora cuando la primera comunidad se ha animado. En la decisión ha pesado la subvención que concede la Junta de Extremadura y que puede alcanzar el 80% de la actuación. Para el 20% restante, los vecinos suelen financiarla. «En siete u ocho meses veremos más ascensores en las 500», asegura Gumiel, que pide concienciación al resto de ciudadanos. «Hay gente en Badajoz que no puede salir o entrar de sus casas por barreras constructivas y hacer esas obras es una cuestión de dignidad», zanja.
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