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El Badajoz más monumental se hace cuadro
Arte ·
José María Díaz Martínez gana el concurso de Pintura al Aire libre, que llenó el Casco Antiguo para ver a los más de 40 artistas que retrataron los rincones más bellos de la ciudad
José María Díaz Martínez, de Madrid, fue el ganador del concurso de Pintura al Aire Libre, celebrado ayer. Su obra consiguió ser la elegida por el jurado de entre los 46 artistas de Extremadura y de otras comunidades autónomas que han participado en la XXIII edición de un certamen, que es una de las citas más queridas por los pacenses.
El segundo premio fue para Cristóbal León García, el tercero para Francisco Javier Fernández y el cuarto y quinto para Josep Millas y Miguel Sanpedro, respectivamente. Los accésits han recaído en Ramón de Arcos Nieto, Aída Mauri, Francisco Escudero, José Antonio Fuentes y Manuel González.
La entrega de premios celebrada en la noche el sábado en la Plaza Alta, que estuvo amenizada por el concierto de la Banda Municipal de Música, fue el colofón a una jornada que llenó de gente el centro de la ciudad.
El Casco Antiguo fue una edición más el estudio al aire libre elegido por decenas de pintores, la mayoría buscando sombra, aunque eso les obligara a moverse continuamente para fijarse en los detalles de lo que estaban pintando, porque el sol cayó sin contemplaciones hasta la tarde.
En la Alcazaba, había caballetes en el adarve, en el parque infantil, junto a las ermitas o en las puertas de Carros y el Alpéndiz; en la Galera para coger desde ahí la cúpula de La Concepción sobresaliendo en el horizonte; en la Plaza Alta pintando las Casas Coloradas, el Arco del Peso o la puerta de las antiguas Casas Consistoriales; y también en Moreno Zancudo, San Juan, San Lorenzo, Soto Mancera, San Pedro de Alcántara o la Soledad.
También se vieron pinceles en la margen derecha, unos en el Puente de Palmas para captar la silueta del Casco Antiguo; otros en el parque del río, para dibujar los ojos del puente viejo desde la pradera de césped.
Los artistas lograron que, a través de sus pinceles, Badajoz se viera más bonito. Hicieron, además, que los pacenses se detuvieran en los detalles de algunos rincones por el hecho de ser merecedores de un cuadro y que, tal vez, para ellos pasaran desapercibidos. «Hay que ver qué bonita es esta calle y lo bien que la está pintando», decía ayer Susana Cuevas, una pacense de 23 años que reconoce que era la primera vez que la atravesaba. «La había visto de paso cuando subo por esta calle –refiriéndose a El Broncese–, pero no sabía que por ella se llegaba a la Plaza Alta», confesaba.
