El cannabis extremeño quiere ser legal
Nuevos cultivos ·
El centro de investigación Ctaex da forma a un 'lobby' que ayudará a legislar y regular este cultivo, que puede ser muy rentable para agricultores y productoresJOSÉ TOMÁS PALACÍN
Viernes, 1 de abril 2022, 07:26
Cáñamo es un cultivo vilipendiado. En 1961, en la Convención de Ginebra, las Naciones Unidas declararon que la planta era un estupefaciente. Siguiendo esta idea, en 1967 la ley indicó que solo se podría manipular para obtener semillas y fibra. Y así ha seguido hasta hoy. Sus múltiples propiedades podrían dar pie a un nuevo sector del que la región extremeña podría beneficiarse ampliamente. No en vano, el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Ctaex), situado en Badajoz, en es la referencia del cáñamo en el sur de Europa.
El cáñamo reúne a todas las variedades de la planta cannabis, también conocida por su otro nombre, marihuana. De aquí se extrae la famosa droga, pero también celulosa para papel, fibra para la industria textil, semillas y aceites ricos en grasas, biocombustibles o materiales para cosmética y aplicaciones medicinales, entre otras muchas utilidades. Además, se utiliza para los salpicaderos de coches –en Francia, casi todas las industrias lo utilizan por su resistencia y ligereza–, para fabricar muebles y champús o medicina natural.
Teniendo en cuenta que en Ctaex buscan siempre aportar un valor añadido a la agricultura. ¿Por qué no conseguir que el cáñamo pueda relacionarse con el sector farmacéutico o textil de una manera más natural? En el centro ya tienen bastante experiencia en este tema. En la época en la que pertenecía a Nestlé, trabajaban en un proyecto europeo con L'Oreal para uso cosmético. Con el tiempo, no han abandonado su investigación, al contrario, la han aumentado, dando pie a lo que podría denominarse como el «cultivo agrícola del futuro».
«En un proyecto europeo nos tocó hacer análisis e investigación sobre el cáñamo. Empezamos a hacer el control de calidad. Empezamos a poner a punto los análisis para eso y hemos acabado siendo el laboratorio de referencia. En el tráfico comercial en Europa del sur, los análisis que tienen valor son los nuestros, los de Ctaex», asegura José Luis Llerena, director del centro tecnológico. Es este el que determina cuánta concentración hay en los productos de THC (tetrahidrocannabinol, el principio psicoactivo) y CBD (cannabidiol, un cannabinoide que no contiene principios psicoactivos)», .
Por otro lado, además de esta experiencia, la región tiene las estructuras de producción: «170.000 hectáreas de regadío, cooperativas que cohesionan el territorio, agua, gente con ganas y una buena red».
Así pues, sería muy fácil vender el cáñamo. «Como somos un centro empresarial, nos hemos puesto a la cabeza de este proyecto porque tenemos que resolver los problemas del sector, generar valor añadido y que salga todo con marca Extremadura», subraya.
Plan de negocio
El plan de negocio con el que trabajan tiene varios puntos. La Agencia Española del Medicamento les ha dado el visto bueno para empezar el proceso de acreditación para convertirse en el único laboratorio comercial acreditado en CBD. Esto es importante, ya que las variedades de cáñamo legales en España tienen que tener menos de un 0,2% de esa sustancia THC.
Además de eso, han desarrollado una metodología rápida en la que analizan cuánto THC y CBD hay en tiempo real. Muy relevante, señala también Llerena, para darle seguridad jurídica tanto a los agricultores y productores como a los compradores.
Asimismo, han llegado a un acuerdo con una empresa llamada Bhalutek, con la que actuarán a modo de aceleradora empresarial. Y es que, en primer lugar, Ctaex tiene una licencia para investigar el cáñamo medicinal, y otra licencia de I+D para desarrollar variedades. En segundo lugar, ambas se encuentran en fase experimental desarrollando variedades ricas en CBD. Y, en tercer lugar, trabajan en productos alimentarios.
Llerena admite que no hay una referencia sobre su rentabilidad, ya que ahora hay una fuerte demanda porque no hay regulación..., pero solo en España. «Sabemos que es un cultivo muy rentable». No solo en Oregon (EE UU), el lugar que todos toman como indicador. En Campomayor, por ejemplo, tienen «un paraíso de rentabilidad».
De este modo, lo que tendría más salida serían los productos medicinales, los alimentarios –que todavía no están permitidos– y la sustitución del tabaco. «Hay una gran incongruencia –señala Llerena–, porque en el listado de productos admitidos para cosmética se incluyó el CBD y el extracto de cáñamo industrial. Pero ese listado no es de obligado cumplimiento. España no lo acepta, por ejemplo. Se producen productos de CBD en toda España, se venden en Europa… Pero no podemos producirlos ni transformarlos aquí».
¿Por qué Portugal tiene tanta rentabilidad con el cáñamo? Lo primero que hicieron fue cambiar la legislación, pues han diseñado un artículo de la ley que ha aumentado un 500% la producción de cáñamo, permitiendo su exportación. Esto es, que se puede cultivar siempre y cuando haya comprador.
Sin las flores
En España se aplica la ya citada Convención de Ginebra, por la cual toda la flor de cáñamo se considera un estupefaciente. Para poder manipular las flores se necesita la autorización de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, y que haya una cantidad determinada.
El cáñamo tiene múltiples beneficios y una gran rentabilidad en la venta de fibra y semillas
«Bajo ningún concepto se pueden manipular flores de cáñamo en España», explica Llerena. «El problema es que se aplica la legislación de la PAC, que para uso textil obliga a que las plantas tengan menos de un 0,2% de THC. Esa legislación se ha extrapolado para cualquier tráfico comercial. El hecho es que está sin regular. Con una gran interpretación por parte de las autoridades, porque realmente no tiene por qué ser un estupefaciente».
«Hablamos de una regulación –continúa– que podríamos liberar y ayudar así a la expansión del producto. Luego hay dos vertientes: el cáñamo medicinal, que sí debe estar regulado, en el cual España va poco a poco aumentando las licencias, y otro, que es el cáñamo 'lúdico'».
En Ctaex, la apuesta es colaborar con las autoridades para asegurar la expansión de ese cáñamo industrial y en que se interprete bien la legislación. Pero, para ello, se necesita ejercer como grupo de presión. Un 'lobby'.
El 'lobby'
Para impulsar este proceso, se ha constituido el Polo Tecnológico del Cáñamo, aunando a todas las empresas y centros de investigación que operan en Europa, para tener más fuerza.
Ctaex ha constituido el Polo Tecnológico del Cáñamo con el conjunto del sector
«Este Polo lo hemos hecho para que haya un órgano de expresión, un 'lobby' para que todo el sector pueda ayudar desde la I+D en hacer políticas legislativas. Por ejemplo, vino el presidente de la Junta, el jefe superior de la Policía, las grandes compañías agrícolas de España… Gente muy representativa. Hemos vestido de largo el cáñamo, uniendo el sector con la gente que tiene que legislar. Y, además, estamos emitiendo informes jurídicos y educativos para ayudar a regularlo».
Montse Gómez-Cardoso, responsable de Servicios Analíticos de Ctaex, explica que hasta ahora lo que han hecho los agricultores es cultivar cáñamo, cortar la planta y, sin manipular, venderla como biomasa fuera de España.
«Para cultivar cáñamo industrial necesitas tres requisitos: semillas certificadas, producción de fibra y contenido de THC menor que 0,2%. Ahora hay mucha salida, tanto para semillas como para fibra. El problema es que en España no hay ni una sola fábrica que lo manipule, por el desconocimiento que hay».
De ahí la importancia de constituir un sector en Extremadura, donde ya están las bases para hacerlo. «El cáñamo necesita poca agua. Además de eso, regenera el suelo. En las tierras de regadío es genial, no solo por el cambio climático. Para producir cien toneladas de tomate hemos agotado el suelo, por ejemplo. Es un cultivo desconocido que representa una gran oportunidad para la región».
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