Borrar
Los vendedores se instalan junto a la muralla de Galisteo. :: PALMA
REGIONAL

Un rastrillo como alternativa al paro

Galisteo reúne cada segundo domingo de mes a medio centenar de expositores que venden o cambian lo que hacen y objetos de segunda mano

PILAR ARMERO

Lunes, 18 de febrero 2013, 08:34

Todo empezó en 'petit comité' cuando se estaba terminando el verano y a un grupo de amigos y conocidos en paro se les ocurrió salir a la calle con las manualidades y productos de artesanía que ellos mismos elaboran. Su intención era vender las piezas o someterlas a trueque, de manera que se instalaron un domingo en una nave de Galisteo que en un pispás se les quedó pequeña. La iniciativa fue enganchando cada vez a más gente y en tan solo cinco meses han conseguido atraer a medio centenar de vecinos del norte de Cáceres, de Salamanca y de Béjar, a los que se les unirán en breve algunos de Madrid que ya han mostrado interés por participar en esta iniciativa.

Se trata del Rastrillo de Galisteo que cada segundo domingo de mes reúne en torno a la muralla de esta localidad del norte de Cáceres a expositores que venden o cambian sus productos. No se admiten puestos en los que se venda mercancía comprada a otros (intermediación), ni tampoco la venta al por mayor. Las condiciones para instalarse es que se acuda con producción propia, antigüedades, objetos de colección o de segunda mano y que todos los que participen estén tan dispuestos a la venta como al trueque.

«Como economía sostenible es una salida para mucha gente que está en casa porque se ha quedado en paro o que hace manualidades y produce artesanía. Están viendo en esta propuesta una ocasión estupenda para mostrar su trabajo y sacarle rendimiento», cuenta Pilar Sánchez, una de las promotoras de esta actividad.

Además de acudir con la producción propia, se está dando la oportunidad de exponer ropa, pequeños electrodomésticos, teléfonos, juguetes, máquinas de fotos y libros que se guardan intactos en casa pero sin darles uso. Con ellos se forma una sección de segunda mano que complementa el rastrillo con antigüedades y viejas curiosidades, entre las que están teniendo un éxito especial los libros.

«Muchos compradores acuden con un libro en la mano para cambiarlo por otro. Es una opción que está teniendo cada vez más adeptos», añade Pilar.

Además de crecer en número de participantes, la fórmula del rastrillo va a expandirse geográficamente, extendiéndose desde Galisteo hasta otras localidades como Torrejoncillo y Holguera, donde se ubicará los próximos días 17 de febrero y 24 de marzo.

«Los segundos domingos de mes seguiremos instalándonos en Galisteo, que es donde surgió la iniciativa, pero queremos irnos moviendo por otras localidades coincidiendo con que tengan eventos, ofreciendo esa posibilidad a sus ayuntamientos como una actividad más que pueda atraer público», apunta Sánchez.

Precisamente el consistorio de Galisteo supo ver la oportunidad del rastrillo cuando accedió a que se instalaran junto a la muralla los vendedores, quienes pidieron permiso para utilizar un espacio público porque la nave en la que empezaron a funcionar era insuficiente para acoger a todos los que se iban uniendo a los fundadores.

Terapia psicológica

Los organizadores señalan que el rastrillo está sirviendo también como terapia psicológica, para sacar a la gente a la calle, para comprobar que lo que hace gusta a los demás. «¿Qué haces metido en casa todo el día dándole vueltas a la cabeza, que es a lo que algunos se dedicaban? Para muchas personas está siendo un aliciente preparar sus cosas de cara al rastrillo, se entretienen con ello y le dan salida».

Participar de esta cita cuesta 50 céntimos según los metros de puesto que se vayan a ocupar, un dinero que se reinvierte en el crecimiento del rastrillo. No se necesita licencia y basta con comunicar a los organizadores que se quiere participar unos días antes del evento (se les puede localizar a través de Facebook como Rastrillo de Galisteo).

«Hasta que no demos la vuelta completa a la muralla no pararemos», asegura Pilar Sánchez, que está encantada con la aceptación que la propuesta está teniendo entre los que se encuentran a uno y otro lado de los puestos. En su caso, está feliz, igual que todos aquellos que hicieron posible esta propuesta para conseguir que muchas personas estén volviendo a creer en sus posibilidades y en la oportunidad de seguir adelante.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Un rastrillo como alternativa al paro

Un rastrillo como alternativa al paro