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Los tablones de las facultades de la ciudad se llenan de carteles para buscar compañeros de piso. :: PAKOPÍ
BADAJOZ

Comienza la temporada de alquileres

La demanda se mantiene pero la oferta aumenta en un 10% cada año debido al gran número de casas que los propietarios no consiguen venderLos universitarios aprovechan el verano para elegir el piso en el que residirán el próximo curso

ÁNGELA PÉREZ

Domingo, 1 de julio 2012, 12:13

«Ya tengo piso». Pilar Calero lleva tres años estudiando Medicina en la ciudad. Durante los últimos cursos ha vivido en la Residencia Universitaria Hernán Cortés pero este año ha decidido alquilar un piso. «Estábamos cansadas de no tener nuestro sofá, nuestra televisión, de no poder elegir la comida que nos apetece cada día y de no tener intimidad con una habitación para cada una», explica. Por estos motivos, ella y tres compañeras más de la residencia comenzaron hace un par de semanas la búsqueda del nuevo hogar que compartirán el próximo curso.

La temporada de alquileres para estudiantes ya se ha iniciado. Los meses de junio y julio son los elegidos por los universitarios para buscar pisos. «Ahora es buena fecha», apunta Mariano García, director de una de las oficinas de la inmobiliaria García Márquez en Badajoz. Según recalca, la mayoría de los estudiantes prefieren tener ya cerrado el contrato de alquiler para el próximo curso en el mes de julio. De esta manera, «la oferta es mucho mayor y pueden elegir casas más baratas y con mejores calidades. Quien espera a septiembre se tiene que conformar con lo que queda», resalta. «Además -añade Pilar- así nos podemos ir tranquilamente a nuestros pueblos a pasar el verano sin preocupaciones».

La demanda de pisos de este sector de la población se mantiene, ya que prácticamente el número de estudiantes que viene de fuera de la capital cada año se repite, unos 10.000 aproximadamente. Sin embargo, la oferta crece. «Se ha disparado el número de pisos en alquiler para estudiantes entre un 5 y un 10% más cada año desde que comenzó la crisis», indica García. Tal y como detalla, se debe a que un gran número de propietarios no consigue vender sus hogares y tras verlos vacíos muchos meses deciden optar por sacarle algo de beneficio alquilándolos. «Antes había muchos que se negaban a ponerlos en alquiler y mucho más si era a estudiantes. Pero con la situación que estamos viviendo, la mayoría acaba accediendo», destaca.

A pesar de haber aumentado la oferta de pisos, los precios se mantienen iguales que en los últimos años. El coste del alquiler para los estudiantes oscila entre los 120 y 150 euros por persona, lo que supone entre 450 y 600 euros para un piso de cuatro. «Lo más común es que busquen de cuatro dormitorios porque les sale más económico», indica García. Si es para tres personas el precio del piso se sitúa entre 450 y 500 euros, entre 150 y 170 euros por persona. Cuando la casa dispone de tan solo dos dormitorios el precio se dispara a los 200 o 240 euros por inquilino. «Por esto es muy raro que los estudiantes, a menos que sean dos hermanos, se cojan un piso para dos», asegura. «Nosotras nos pusimos un máximo de 150 euros cada una», apunta Pilar Calero. Finalmente van a ser cuatro en el piso, que ya alquilaron la pasada semana, y han conseguido un precio más asequible: 125 euros por persona.

Según explica Manuel García, estos precios son unos 20 o 30 euros más caros que los normales, pero «es lógico ya que durante los meses de julio y agosto los estudiantes no tienen que pagar y en muchas ocasiones los propietarios incluso les guardan los pisos de un curso para otro».

Además, alquilar pisos para estudiantes tiene varias ventajas, según asegura García. En primer lugar -detalla-, son buenos pagadores. «Es un cobro garantizado porque realmente pagan los padres y siempre cumplen». Otra ventaja es que cada mes de julio queda el piso vacío, «con lo cual si decides no seguir alquilando no tienes que echar a nadie». La única desventaja -explica- «es que puedan celebrar fiestas en los pisos y que dicen que los estudiantes los cuidan peor. Pero no es cierto, no suele haber problemas y lo normal es que el piso quede perfectamente tras el curso».

Para encontrar el mejor hogar, los estudiantes utilizan principalmente tres métodos. El más habitual es mediante los anuncios en los tablones de las facultades, paradas de autobuses o farolas. A esto se ha incorporado la nueva moda de buscar por Internet. «En páginas de alquileres generales y de inmobiliarias. Lo malo de buscar en inmobiliaria es que tienes que pagar medio mes por el servicio, pero lo bueno es que una sola te enseña muchos pisos posibles, te hace el trabajo fácil», señala Pilar.

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