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RAFAEL MOLINA
Jueves, 8 de diciembre 2011, 14:43
«Si setas quieres comer, esto debes saber: para diferenciar gurumelos y vernas, no las confundas con gallipiernas. Los gurumelos se comen con patatas y las vernas hacen que estires la pata. Las dos nacen bajo el suelo, pero solo se pone rosa el gurumelo».
Se trata de una de las estrofas de la canción rap que ha compuesto un grupo de alumnos del Instituto de Educación Secundaria Maestro Juan Calero de Monesterio con la intención de dar a conocer entre los más jóvenes la importancia de distinguir qué setas son comestibles y cuáles son altamente tóxicas. El rap forma parte de un proyecto educativo titulado 'Realización de material publicitario que alerte sobre el peligro de intoxicaciones mortales por el consumo de setas', liderado por los profesores José Luis Cardoso y Manuel Nogues.
Este interesante trabajo se ha puesto en práctica en la localidad cacereña de Granadilla, ya que el proyecto ha sido seleccionado para su desarrollo dentro de la actividad de recuperación y utilización de pueblos abandonados. Gracias a este proyecto, 24 alumnos de Primero de Bachillerato de este centro de Secundaria, acompañados por sus dos profesores han diseñado un taller educativo en el que han elaborado material audiovisual para advertir a la población del peligro que entraña comer setas recolectadas sin poseer los conocimientos necesarios.
Los alumnos de Monesterio han compartido este taller con compañeros del instituto Valle del Jerte y de la localidad murciana de Caravaca de la Cruz, con quienes han coincidido durante su estancia en Granadilla.
Manuel Nogues, uno de los artífices de este proyecto, profesor de biología y director del IES Juan Calero, ha explicado que el trabajo se inició a partir del estudio de fotos de dos especies de setas que presentan similitudes botánicas. «Una de ellas es especie comestible y la otra mortal». Como ejemplo se utilizaron setas que abundan en nuestros campos, y por tanto fueron fáciles de recolectar por los participantes. Son las popularmente conocidas como gallipernas o parasoles (Macrolepiota procera), excelentes para consumo humano, y las pequeñas lepiotas (Lepiota helveola y Lepiota brunneoincarnata) que son mortales. Tras el estudio de las principales características botánicas de cada especie, los alumnos elaboraron carteles donde se muestran fotos a color de varias especies comestibles, a las que acompañan imágenes de otras especies parecidas, aunque muy tóxicas. Como ejemplos, explica Nogues, «se utilizaron setas muy comunes en Extremadura como el níscalo y el falso níscalo, el gurumelo y la amanita verna, tanas o setas de los enanitos». El trabajo se completó con la composición del rap, donde los alumnos plasmaron todos los conocimientos adquiridos, mediante rimas en las que defienden el valor culinario y ambiental de las setas.
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