Los reductores de velocidad están en regla, según asegura el Ayuntamieto

Hace sólo diez años no había ni uno en Cáceres; pero ahora no hay calle o avenida importante, que se precia de tal, a la que no hayan colocado reductores de velocidad, ya sea de cemento en los pasos de peatones o prefabricados de caucho.

Su incorporación al paisaje urbano no ha dejado a casi nadie indiferente. Muchos son los que afirman que hay que poner más para evitar que los coches y motos originen accidentes por exceso de velocidad; pero también son muchos los que indican que deben de quitarse porque causa muchos daños a los vehículos, son peligrosos y, en bastantes casos, producen ruidos.

Hasta hace poco no había ninguna normativa sobre ellos, y por eso cada ayuntamiento los ponía como quería, de color rojo o de color azul, de más o menos altura.

El 29 de octubre de 2008 el Gobierno central daba el primer paso para regularizar la situación. El ministerio de Fomento dictó una orden sobre los reductores de velocidad y la colocación de bandas transversales.

En este documento se fija que los pasos de peatones elevados no pueden tener más de 10 centímetros de altura, y que se debe llegar a esa altura tras una inclinación del terreno que debe empezar a un metro como mínimo. Esas rampas de acceso, que evita el salto brusco en la marcha de los vehículos, tienen distintas medidas según la velocidad permitida en la vía. En el caso de una travesía, donde el límite es de 50 kilómetros por hora, la rampa debe tener una longitud máxima de dos metros y medio; y si el límite de velocidad es de 30 kilómetros por hora, la rampa será de un metro.

En los prefabricados de caucho, la norma exige que no supere los seis centímetros de altura y debe tener cuatro metros de longitud.

¿En toda la ciudad?

La reglamentación del Ministerio de Fomento alegró a Automovilistas Europeos Asociados (AEA) que desde el año 2001 estaba pidiendo que se regulara la colocación de estos badenes o resaltos, ya que consideraba que muchos de ellos eran verdaderos obstáculos, muy peligrosos para los conductores.

En un principio se indicó que esta normativa sólo afectaba a las travesías en población de carreteras del Estado, pero AEA asegura que se debe aplicar en todo tipo de vías, ya que el Reglamento General de Circulación dice que los resaltos son obstáculos prohibidos si no cumplen la normativa del Ministerio.

En la mayoría de las localidades se adoptó la normativa del Gobierno central para todas las vías, sobre todo porque en caso de que lleguen a los tribunales las denuncias por daños en vehículos, por pasos demasiado elevados o sin rampas, los jueces suelen hacer caso a la normativa estatal.

El Ministerio de Fomento fijó un plazo de dos años para que los Ayuntamientos unificaran los resaltos. Es decir, que el plazo termina el próximo 29 de octubre.

El concejal de Obras del Ayuntamiento de Cáceres, Miguel López, afirma que en esta ciudad todos los resaltos están adaptados a la normativa. «Los últimos pasos de peatones elevados que se han hecho, los de Nuevo Cáceres, ya cumplen la normativa; y también la cumplen los de la avenida Isabel de Moctezuma a los que tuvimos que poner rampas».

«No me consta que algún conductor denunciara al Ayuntamiento por dañar su vehículo los reductores de velocidad»